La cifra de empleados creció 55% desde que está en el Senado
Unas 2000 personas se incorporaron desde 2011, según documentos oficiales de la Cámara
La gestión de Amado Boudou no ahorró recursos desde que desembarcó en el Senado. La Cámara alta cuenta con 2000 empleados más desde que maneja la institución. Pese a la pérdida de poder que sufrió el vicepresidente por el caso Ciccone, puertas adentro su equipo mostró cintura para el manejo de la caja. El crecimiento de los contratos en el Senado se aceleró con fuerza e n los primeros cinco meses de este año con casi 750 nuevas incorporaciones, lo que representa, en promedio, más de dos ingresos por día.
LA NACION accedió a la nómina oficial de personal del Senado y analizó la evolución de los empleados de la gestión Boudou mes por mes, desde sus comienzos hasta la actualidad. En diciembre de 2011, el vicepresidente tomó el control de la Cámara alta con más de 3700 empleados. Ese número creció un 55% en 30 meses. En mayo de 2014, la lista supera los 5700, entre contratados, personal de planta permanente y transitoria.
"Estamos azorados viendo el tropel de nuevos empleados caminando por los pasillos sin lugar físico para instalarse por la cantidad de gente que se incorporó", aseguró a este medio un asesor opositor de carrera que lleva décadas de trabajo.
El personal del Senado se divide entre 2700 empleados de planta permanente, 2100 en planta transitoria y 840 contratados. En los últimos dos años y medio, la planta permanente del Senado creció en un 36% y la temporaria en un 41%, según el monitoreo que realizó LA NACION entre 200.000 registros oficiales.
El personal contratado tuvo la variación más fuerte durante la gestión de Boudou. Son contratos de locación de servicios (la mayoría monotributistas) por el que se incorpora a empleados por un período de tiempo breve. Desde la llegada de Boudou, este tipo de contratos se triplicaron: cuando llegó al Senado eran 180; el último número correspondiente a mayo de 2014 ascendía a 840. Los picos de contratación fueron en febrero y mayo de 2013. Este personal se distribuye en las estructuras administrativas de la Cámara, pero también en los despachos de los senadores de los distintos bloques legislativos.
Las autoridades del Senado admitieron que existió un pronunciado crecimiento de personal en los últimos años, aunque no confirmaron la cifra exacta. "Llegamos con otra impronta. Acá estaba todo en una meseta, era un Senado que estaba dejado desde el punto de vista administrativo", manifestó el director de Administración, Carlos Dichiara, hombre de Boudou. "El 95% de los ingresos se realiza a través del gremio. Si necesitamos gente, les pedimos a ellos. Es parte de la cultura parlamentaria", señaló el funcionario. "Creamos nueve departamentos y nos hicimos cargo de muchas áreas que estaban tercerizadas", explicó.
Sin embargo, en las últimas semanas, en los pasillos de la Cámara alta hay quejas por la falta de bidones de agua, de toallitas descartables y hasta de papel higiénico.
El trámite para el ingreso de los nuevos empleados requiere la firma de un hombre clave en el Senado: Juan Zabaleta, secretario administrativo. "Juanchi es quien tiene el verdadero control sobre la gestión del personal y el manejo de la caja", aseguró una fuente con llegada a los más altos despachos del Palacio.
Entre las contrataciones que firmó, Zabaleta nombró a su hija. El decreto 357, fechado el 12 de abril de 2012, confirmó la designación de María Julieta Zabaleta, que en ese momento tenía 18 años, como empleada de planta transitoria en la Secretaría Administrativa con un contrato A-9, una categoría de las más bajas. "La traje yo y se va conmigo", se limitó a decir Juanchi Zabaleta ante LA NACION.
Otras noticias de Información pública
Más leídas de Política
La reacción de la vice. Sorpresa y conmoción de Villarruel por las críticas de Milei
Negociación caliente. La kirchnerista Lucía Corpacci sumó su firma al pliego de Lijo y el juez está un paso más cerca de la Corte
"Así son los zurdos". Maduro volvió a insultar a Milei, lo acusó de desfinanciar a las universidades y el Presidente le respondió
Caso Chocolate. El Senado bonaerense se resiste a entregar a la Justicia a una legisladora acusada de corrupción