La CGT reclama que la interna del PJ no se haga a “cielo abierto” y pide que un gobernador encabece el partido
El pronunciamiento de la central obrera tuvo lugar después de que Cristina Kirchner afirmara que los sindicatos ya no representan a la mayoría de los trabajadores; guiño político a Kicillof
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LA NACIONMariano Spezzapria
Después de haber recibido un cuestionamiento directo por parte de Cristina Kirchner, que en su carta abierta advirtió que los sindicatos ya no representan a la mayoría de los trabajadores, la CGT ensayó un contragolpe. Tras una reunión con gobernadores peronistas, entre ellos Axel Kicillof, la mesa de conducción de la central obrera exigió que el debate interno no se haga a “cielo abierto” y reclamó que la nueva conducción del PJ, acéfala tras la forzada renuncia de Alberto Fernández, quede en manos de un gobernador.
Molestos con la expresidenta, los jerarcas cegetistas destacaron la “coincidencia” con los mandatarios provinciales -además de Kicillof estuvieron Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Sergio Ziliotto (La Pampa)- en “evitar los debates infructíferos exponiendo las críticas hacia el propio espacio” y en que “en el proceso de normalización del Partido Justicialista, la cabeza de la conducción recaiga sobre uno de los gobernadores”.
“El único modo de encontrar la verdad y el camino de reconstrucción del movimiento justicialista es a través de la construcción colectiva con la mirada heterogénea de todos los representantes sociales y políticos que creen en un peronismo que comprenda el actual momento social y construya una verdad colectiva”, sostuvo la CGT por medio de un comunicado, en el que dio cuenta de la reunión de algunos de sus principales referentes -Héctor Daer, Pablo Moyano, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez- con gobernadores del PJ.
El encuentro tuvo lugar el martes por la tarde, en momentos en que distintos sectores del sindicalismo y otros estamos internos del peronismo discutían cómo participar de la marcha al Congreso para manifestar su rechazo al veto del presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria. La propia CGT se dividió en torno a la importancia de la protesta, ya que el sector de los “gordos” no movilizó, mientras que los nucleados en la Corriente Federal -entre ellos los Camioneros y los Bancarios- engrosaron las columnas de la demostración.
En el documento que publicó el viernes pasado, bajo el subtítulo “El peronismo se desordenó”, Cristina Kirchner habló de “la modificación de las relaciones laborales”, advirtió que los sindicatos “ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores”; cuestionó el “viejo modelo del Estado omnipresente” que lleva a pensar que el empleo del sector es un “gasto innecesario”; y lamentó que no se impulsara la “reversión del déficit fiscal”. El mensaje de la expresidenta cayó pesado entre los gremios nucleados en la CGT.
Los jefes cegetistas siguen enojados con Cristina Kirchner. A tal punto, que acordaron con los gobernadores del PJ proseguir con reuniones que no “pequen de sobre diagnósticos”, sino en “la búsqueda de los caminos de concertación hacia un espacio de contención, amplitud y consolidación para una verdadera renovación generacional de voces e intérpretes para el momento que nos atraviesa”. Claro que la expresidenta no ingresa en el rubro de la renovación, como así tampoco los principales dirigentes sindicales del país.
La CGT está preocupada por la reforma laboral que impulsa el Gobierno. Una parte de ese paquete está contenido en la Ley Bases, pero la central obrera quiere evitar que los diputados y senadores de Unión por la Patria (UP), que abrevan en el PJ, se avengan a cambiar el sentido de su plataforma política, tal como lo acaban de hacer cinco diputados radicales con la ley jubilatoria. “Se solicitó la urgente necesidad de que los dirigentes políticos que ejercen el mandato popular por el peronismo respeten la manda”, sostuvo el documento.
En el texto también definieron la situación del país como una “crisis económica, productiva, laboral y social”, que atribuyeron al “programa económico del gobierno nacional de Javier Milei”. En la misma línea suele expresarse el gobernador Kicillof, uno de los gobernadores que estuvieron en la sede histórica de la calle Azopardo. El mandatario bonaerense apuesta a convertirse en la contracara del Presidente para forjar un liderazgo dentro del peronismo, algo que no termina de ser digerido por el kirchnerismo.
De hecho, Kicillof encabezó una columna con representantes del gobierno bonaerense -de la que participaron Andrés “Cuervo” Larroque, Carlos Bianco y Verónica Magario- e intendentes que lo apoyan en la interna del PJ, como Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada), que se diferenció de otra columna de La Cámpora, la organización que conduce políticamente Máximo Kirchner. El también jefe del PJ bonaerense reaparecerá en un acto la semana próxima en La Plata, tras una larga ausencia en el debate interno.
Cristina Kirchner, por su parte, anunció este miércoles que se presentará el viernes en la Universidad Nacional del Oeste, en Merlo, donde dará una clase magistral y recibirá un doctorado honoris causa. La anticipada presencia de la expresidenta en territorio bonaerense ya comenzó a alimentar versiones internas en el PJ sobre la posibilidad de que la dama participe como candidata de las elecciones legislativas el año próximo, luego de que aparecieran encuestas en las que su imagen mejoró específicamente dentro del conurbano provincial.
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