La CGT oficialista tampoco le cree al Indec
El jefe del gremio estatal, que se reunió ayer con la Presidenta, coincidió con Moyano en dudar de la inflación del Indec; "No me molesta la palabra oficialista; respaldamos el modelo", afirmó Andrés Rodríguez
Oficialistas pero con diferencias. Desde el sector gremial de antimoyanistas que ayer se reunieron con la Presidente aseguraron que respaldan al Gobierno, aunque también marcaron una distancia: no confían en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
"No le creo al Indec, en absoluto", aseguró hoy el líder del gremio de empleados estatales (UPCN), Andrés Rodríguez, que señaló que en el cónclave en la Casa Rosada "no se puntualizó ningún tema específico, sino que se abrió la puerta para negociar los temas pendientes en un corto plazo".
"No vamos a tirar de la cuerda para que la cuerda se rompa", agregó, luego de aseverar que hay que ser "cauto" en las discusiones con el Gobierno. Formalmente, los antimoyanistas reclamaron la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y la recuperación de parte de los fondos que retiene la administración nacional a las obras sociales sindicales.
La referencia al Indec coincide también con la propuesta del camionero Hugo Moyano, que cuando reasumió ayer en la CGT de la calle Azopardo anunció que creará un índice de inflación propio de la central obrera.
"Nos fuimos muy satisfechos", expresó Rodríguez en diálogo con Radio 10. Los gremialistas, que convocaron a una elección "normalizadora" de la CGT para el 3 de octubre próximo, se llevaron ayer la promesa de que Cristina Kirchner los convocará en agosto al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, donde evalúan exigir, como mínimo, del 25 por ciento. La Casa Rosada ya cortó definitivamente la relación con Moyano.
Rodríguez mostró alineamiento con el kirchnerismo y hasta aceptó que se lo incluya en la "CGT oficialista", opositora a la moyanista. "El oficialismo a mí no me molesta. Apoyamos en general a un modelo positivo para los trabajadores pero que aún tiene pendientes, como los trabajadores en negro. Este no es un problema de motes, sino de soluciones", aseguró el gremialista.