La CGT oficialista pasó por la Casa Rosada y se llevó sólo promesas
Caló fue recibido por Abal Medina y Zannini, pero no consiguió definiciones sobre una eventual suba del impuesto a las ganancias ni por el pago de la deuda a las obras sociales
Dentro de la Casa Rosada, sentados alrededor del jefe de Gabinete, Juan Abal Medina, los gremialistas sonrieron y escenificaron un clima de armonía. Al salir, bajo el sol que despuntaba el mediodía porteño, la cúpula de la CGT oficialista se retiró raudamente , en silencio, y con la sensación de no haber conseguido lo que verdaderamente había ido a buscar.
Con Antonio Caló al frente, los dirigentes se mudaron de Balcarce 50 a la sede del sindicato de Comercio. Sumaron a este último encuentro a Oscar Lescano, a quien le pidieron que moderara sus expresiones sobre el Gobierno.
El hombre fuerte de Luz y Fuerza había desafiado el fin de semana con un plazo de "30, 40 días como máximo" para que se efectivice un anuncio oficial sobre una suba en el umbral del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. También había amenazado con movilizar a "20.000 personas" al PAMI para reclamar por la deuda que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales.
El encuentro con Abal Medina estaba previsto para el martes, pero finalmente se concretó ayer. Participó unos instantes de la reunión el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Los funcionarios tomaron nota de las demandas gremiales, aunque no garantizaron que haya alguna respuesta inmediata.
Por la CGT, asistieron Caló, Ricardo Pignanelli, Omar Viviani, José Luis Lingeri, Roberto Fernández y Armando Cavallieri. Ninguno de ellos quiso contar detalles sobre la charla con los funcionarios.
"En 15 días hablamos", se excusó uno de los dirigentes. Los gremialistas se esperanzan con que dentro de dos semanas la presidenta Cristina Kirchner anuncie una mejora vinculada con el impuesto a las ganancias. El mismo entusiasmo había manifestado hace dos semanas el referente de la CTA kirchnerista, Hugo Yasky, que afirmó que el Gobierno tenía decidido implementar una mejora tributaria antes de fin de año.
A través de un comunicado, la CGT informó sobre la reunión y dejó sentado que se plantearon los temas de la "agenda" sindical. Nada más. El aporte de la Jefatura de Gabinete también fue escueto.
"El encuentro fue un avance. Es parte del camino que debemos recorrer para plantear formalmente nuestros pedidos. Hay compromiso para que se concreten otras audiencias", dijo un hombre de peso dentro de esta CGT.
Como parte de esta serie de reuniones con funcionarios, Caló se entrevistará con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, cuando esa cartera haya concluido con las certificaciones correspondientes para consagrar la CGT del metalúrgico como la central oficial, a la que el Gobierno reconocerá como única interlocutora gremial, junto con la CTA de Yasky.
Tras la visita a la Casa Rosada, los gremialistas compartieron su preocupación por la falta de respuestas a sus demandas. No se mencionó un plazo de espera, aunque se ilusionan con un acto en diciembre, que será el 12 de ese mes, en el que anhelan mostrar como logros propios una eventual mejora en el impuesto a las ganancias y la reactivación de los reintegros de fondos a las obras sociales sindicales.
Durante la charla en el piso 11 del Sindicato de Comercio uno de los dirigentes hizo hincapié en que ellos representan a un sector de trabajadores y no al Gobierno. "Hay funcionarios que se equivocan o que no entienden", protestó. Se refería al grado de autonomía de esta CGT para plantear sus reclamos.
El gremio de los trabajadores del gas, que encabeza Alberto Roberti, está al borde de convocar a un paro nacional por un reclamo salarial. Roberti es miembro del consejo directivo cegetista.
La amenaza de Roberti se suma a los condicionamientos que hizo Lescano. Y a la incertidumbre que genera la falta de respuestas oficiales. Estas situaciones podrían empujar a un conflicto. Los gremialistas lo reconocen. Por eso, decidieron convocar para el miércoles próximo al consejo directivo. Debatirán sobre la agenda, pero también sobre su alianza con el Gobierno.
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Pedirán los gremios opositores como compensación por las quitas por el impuesto a las ganancias
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