La CGT dice que Alberto Fernández y Cristina Kirchner la ningunean y presiona por candidaturas para 2023
La central obrera reclamó mayor protagonismo en la toma de decisiones y activó una estructura para poblar con tropa propia las listas del PJ; hubo críticas a La Cámpora, al Presidente y a la oposición
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Armando Cavalieri caminó una cuadra por la avenida del Libertador rodeado de un puñado de militantes del Sindicato de Empleados de Comercio. Dos hombres de brazos anchos le abrieron paso para que llegara a tiempo al comienzo del acto. Antes de cruzar la puerta y meterse en el estadio de Obras Sanitarias, el líder mercantil, uno de los históricos de la CGT, lanzó un mensaje que advierte la tensión que guía hoy el vínculo entre los gremios y el Gobierno. “Se perdió toda la confianza. Es necesario revalidar esa confianza en las urnas y que surja un líder”, dijo el dirigente, que hizo esfuerzos para escuchar la pregunta en medio de los bombos y las trompetas que musicalizaban el acto por el Día de la Lealtad peronista.
Cavalieri fue menemista, duhaldista, kirchnerista, macrista y hasta hace poco se consideraba albertista. Hoy, como el resto de la CGT, busca posicionarse para no perder influencia en 2023.
Sin Pablo Moyano ni los sindicatos que comulgan con el kirchnerismo, el sector mayoritario de la CGT activó su propio 17 de octubre con un modesto acto en Obras Sanitarias. Abundaron las críticas al Gobierno por el impacto de la inflación en los salarios y advertencias a la oposición por un eventual intento de ir por una reforma laboral. Pero el mensaje que la cúpula cegetista reforzó fue su deseo de que sus dirigentes ocupen cargos el año que viene en las listas del Partido Justicialista (PJ). “Ambicionamos estar en la mesa de decisiones, no nos pueden dejar al margen. Está claro, queremos cargos. Pero no queremos más cargos a dedo. Hay que organizarse. Queremos un peronismo no como el de hoy, en el que hay gente revolviendo la basura”, dijo Andrés Rodríguez, jefe de los estatales de UPCN y número tres de la CGT.
El mensaje de Rodríguez es parte del lanzamiento de la Mesa Nacional Sindical Peronista, que prevé armar una estructura para poblar de sindicalistas las listas del PJ en todo el país. El operativo ya se puso en marcha en todas las seccionales del interior. Con esta iniciativa, la CGT pretende engordar su cosecha de concejales, legisladores provinciales y diputados nacionales a partir del recambio del año próximo.
Gerardo Martínez, de la Uocra, guió su discurso en el mismo sentido: “No queremos ser convidados de piedra. Queremos tener diputados, senadores, queremos estar en la mesa en la que se toman decisiones”. Martínez, que suele tener una verba más moderada, tuvo un rapto de furia cuando se refirió a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI): “No estamos contentos con lo que está pasando en la Argentina. Sabemos que la gestión anterior, la del Gato [por Mauricio Macri] nos metió en este empréstito. Injusto. Pido que silbemos al FMI. Nadie pudo discutir ese empréstito, que no es joda”.
Y volvió a cuestionar al FMI y al Gobierno. “Esfuerzo, sí. Pero sacrificio, no. Pretendemos estabilidad económica porque es lo que garantiza el poder adquisitivo del salario. No nos gusta negociar salarios por un 100%, que al día siguiente se esfuma. Que el Gobierno y la oposición tomen nota”.
Héctor Daer, líder del gremio de Sanidad y uno de los jefes de la CGT, fue el último orador. “Necesitamos construir un espacio político que tenga la capacidad de resolver los problemas que aquejan a los argentinos. Se nos dijo que éramos parte del Gobierno, pero la CGT no está sentada en los lugares en los que se define la política”. La queja de Daer reabre una grieta en el vínculo de la CGT con el presidente Alberto Fernández. El malestar se acentuó después del nombramiento inconsulto de la ministra de Trabajo, Raquel Kelly Olmos.
Reivindicación de las paritarias
“¿Qué PASO ni qué PASO? Nos importa el poder para resolver esto. No vamos a resignar la negociación colectiva porque es el arma del movimiento obrero organizado”, dijo Daer, que salió así en defensa de las paritarias en un contexto de alta inflación.
Uno de los tres jefes de la CGT también cuestionó a Juntos por el Cambio. “¿Cómo no nos va importar meternos en política si todo lo que viene es sobre el lomo de los trabajadores? Hablan de reforma laboral, flexibilizar leyes. No lo vamos a soportar”. Y agregó, en un intento de calmar la interna oficialista: “No queremos romper ningún frente. Queremos un gobierno con los trabajadores adentro”.
Antes que Daer, Sebastián Maturano, referente de la Juventud Sindical, había avivado el enfrentamiento con críticas al kirchnerismo. “¿Qué tiene La Cámpora para ocupar más cargos que nosotros en la conducción del Partido Justicialista?”, cuestionó. Se ganó fácilmente los aplausos de un estadio poblado mayoritariamente por militantes de UPCN, la Uocra, Panaderos y los docentes de UDA, cuyo jefe, Sergio Romero, se bajó a último momento del escenario por diferencias en la organización del acto. El tablero sindical también está alterado por las internas: el bancario Carlos Cisneros y el metalúrgico Antonio Caló estuvieron con la CGT y desafiaron así a los jefes de sus gremios, Sergio Palazzo y Abel Furlán, quienes están alineados con el kirchnerismo y marcharon hoy a la Plaza de Mayo, con Máximo Kirchner.
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