La Casa Rosada relativiza las derrotas y apuesta a sus gobernadores
Un triunfo contundente en elecciones locales que sirve para cortar la racha de traspiés. Dos derrotas previsibles en terrenos desfavorables, atribuibles a "realidades locales" y sin influencia en las elecciones presidenciales .
Así evaluó el Gobierno los resultados de otro domingo electoral que arrojó dos victorias de gobernadores peronistas (San Juan y Misiones) y el festejo del mandatario radical Gustavo Valdés en las elecciones de la Legislatura provincial de Corrientes, un resultado positivo que trajo algo de alivio para una Casa Rosada que ya acumula once derrotas seguidas de los candidatos de Cambiemos en las elecciones para la renovación de gobernaciones de todo el país.
Desde la Casa Rosada afirmaron que los resultados se asemejan a las elecciones anteriores, que terminaron con los candidatos de Cambiemos en el segundo o (en algún caso) tercer lugar. "Son elecciones locales. Tenemos la misma lectura que en el resto de los comicios provinciales adelantados. Los gobernadores adelantaron para discutir los temas provinciales. Y hasta el momento están ganando todos los oficialismos a nivel provincial y municipal", se atajaban ayer cerca de un ministro clave en el armado de la estrategia del oficialismo.
"[Sergio] Uñac juntó a todo el peronismo en San Juan y va obtener la reelección. En el caso de Misiones, vuelve a retener el Frente Renovador para la Concordia, con quien tenemos una muy buena relación y han acompañado con sus senadores y diputados muchísimos proyectos en el Congreso", agregaba un vocero del Gobierno.
En Pro anoche se hablaba de una "mejora" en los números de Cambiemos con relación a 2015, tanto en San Juan, con Marcelo Orrego de candidato, como en Misiones, donde el presidente del consejo nacional de Pro, el senador Humberto Schiavoni, peleó en inferioridad de condiciones contra el oficialismo misionero.
En la Casa Rosada también preferían poner el foco en el triunfo en Corrientes, porque " Valdés enfrentó a todo el peronismo unido en esa provincia, igual que en 2017", y pudo conservar el dominio radical en la Legislatura correntina. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, acompañó a Valdés en una recorrida por obras públicas, el jueves, un escenario diferente al de Misiones y San Juan, donde los candidatos de Cambiemos no tuvieron visitas de peso, más allá de los videos en los que el presidente Mauricio Macri y Frigerio manifestaron su apoyo a Schiavoni.
Optimismo
Desde Balcarce 50, y también desde la sede partidaria, a cuatro cuadras de allí, se mostraba una visión optimista de cara a los próximos compromisos electorales, previos al cierre de listas del sábado 22.
Al triunfo en Corrientes, en el Gobierno esperan sumar al menos otras dos victorias en Jujuy y Mendoza, donde gobiernan, respectivamente, los radicales Gerardo Morales, que el domingo irá por su reelección, y Alfredo Cornejo, que apuesta al intendente de la capital, Rodolfo Suárez, quien a su vez deberá superar, en la misma fecha, la interna con el macrista Omar De Marchi.
"En Jujuy, Morales gana cómodo. Y en Mendoza, la suma de los votos de Suárez y De Marchi va a superar a los del candidato del PJ", vaticinaron fuentes oficiales. El mismo domingo, Cambiemos se prepara para ser derrotado en Entre Ríos, Chubut y Tucumán, las tres con los gobernadores como favoritos para lograr su reelección, más allá de los esfuerzos de Cambiemos por apuntalar a sus postulantes.
El domingo 16 también se esperan victorias oficialistas en Formosa y Tierra del Fuego y un "cabeza a cabeza" entre el PJ y el socialismo en Santa Fe. El Gobierno deja abierta una ventana de optimismo en las elecciones de San Luis, donde la inédita pelea entre los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá (ambos serán candidatos) aumentó las chances del senador Claudio Poggi, hoy candidato a gobernador por Cambiemos.
"Estamos palo a palo con Alberto. Con Adolfo estamos un poco más atrás, pero hay muchos indecisos", afirmó a LA NACION uno de los dirigentes puntanos de diálogo directo con la Casa Rosada. Terminar con los 36 años consecutivos de los Rodríguez Saá no aparece como una tarea sencilla, más allá del desgaste de la gestión, que se reflejó en la victoria de Poggi en las PASO legislativas de 2017.
Atentos a la posibilidad de algún truco de los veteranos hermanos del poder puntano, el Gobierno vio con buenos ojos el envío de 900 policías federales que tendrán a su cargo velar por la seguridad de los comicios. "Estamos tomando todos los recaudos", afirmaron desde Pro San Luis, que preside Gabriela González Riollo, colaboradora de la vicepresidenta Gabriela Michetti.
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