La Casa Rosada festejó por la disciplina de Scioli

El gobierno de Cristina Kirchner celebraba ayer el aumento impositivo bonaerense por partida doble: la Nación tendrá una herramienta para recaudar más recursos por Bienes Personales y le endosó el costo político al gobernador Daniel Scioli , que se disciplinó una vez más y quedó más condicionado al poder central.

En este contexto, Cristina Kirchner envió una señal a los sectores del campo con los que se enfrentó en 2008 por la resolución 125 de retenciones a las exportaciones y a los que ayer Scioli les aplicó un aumento impositivo. La Presidenta instó al agro a "vender" su producción y "no especular". En un acto en la Casa Rosada, la jefa del Estado pidió que la "avaricia" no termine siendo "un pecado de los argentinos". También les pidió "que se olviden de la especulación y piensen en el país porque es pensar en ellos mismos y en sus hijos".

La decisión de Scioli de avanzar por decreto con el revalúo generó una sensación de triunfo en la Casa Rosada. Según confirmaron a LA NACION fuentes del Gobierno, el mensaje a Scioli en las negociaciones reservadas fue muy claro: si se negaba a firmar el decreto del revalúo inmobiliario, no podría pagar los sueldos de junio, julio y el medio aguinaldo.

En caso contrario, no sólo obtendría más recursos propios, vía impuesto inmobiliario. También la Presidenta auxiliaría sus deterioradas cuentas, asfixiadas por la falta de transferencias de la Nación, que generó una deuda de casi 10.000 millones de pesos. Scioli entrevió que no tenía opción.

En la Casa Rosada dijeron que Scioli pidió tiempo hasta el segundo semestre de 2012, cuando su situación fiscal sea más desahogada. Cristina Kirchner le mandó a decir que no había espacio para negociar.

Con la medida de ayer de la gobernación bonaerense, la Casa Rosada recibirá fondos y Scioli también, pero deberá repartir a la vez a los municipios. Pero no le alcanza eso solo al gobernador para cubrir la brecha fiscal. Scioli espera haber comprado tiempo y buena fe de Balcarce 50 para tapar agujeros hasta fin de año.

"Los sueldos ahora están garantizados y a fin de año será mejor la recaudación", decían ayer al lado de Scioli.

Este será el modelo para todos los gobernadores asfixiados y con riesgos ciertos de no poder pagar el medio aguinaldo. Deberán asumir costos con medidas impopulares para capear la crisis fiscal nacional. Sólo así serán ayudados luego por la Nación. Lealtad absoluta y "federalización" de la impopularidad.

En Olivos celebraron otro beneficio: el político. Descuentan allí que Scioli quedó ayer más desgastado que anteayer y su alta imagen pública perderá fuerza para pelear la Presidencia en 2015, confesión que el cristinismo no le perdona. Cristina Kirchner nunca bendecirá a Scioli como candidato y por eso lo quiere sometido a la Nación y deja de hablar de su segunda reelección, prohibida e improbable, o de una sucesión en manos de Alicia o Máximo Kirchner.

El paro rural de ocho días que se avecina no preocupa en la Casa Rosada ni en La Plata: en ambas administraciones consideran que el campo está desmovilizado y sin fuerza.

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