La Cancillería profundiza su giro en política exterior: Mondino viajó por sorpresa a París y la Argentina cambió su postura sobre Nicaragua
La canciller tendrá reuniones vinculadas con el retorno al proceso de ingreso a la OCDE; Argentina vuelve al grupo de países que promueve resoluciones contra el sandinismo en el Consejo de Derechos Humanos
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Luego de una jornada intensa como parte del nuevo gobierno de Javier Milei, la canciller Diana Mondino viajó anoche, de modo sorpresivo, a París. Reuniones con inversores y encuentros vinculados al retorno de la Argentina al proceso de incorporación a la Organización Mundial de Comercio (OCDE), con sede central en la capital francesa, fueron los motivos centrales del viaje, según comentaron fuentes de la Cancillería a LA NACION.
Horas antes de su viaje, Mondino dio la orden de promover el retorno de la delegación argentina en el Consejo de Derechos Humanos al grupo de países que promueven una resolución de condena a la política de derechos humanos en Nicaragua, luego de cuatro años de ausencia de ese ámbito durante la gestión del Frente de Todos. Los dos gestos escenifican el giro de la política exterior del nuevo gobierno, a diferencia de la estrategia de la gestión de Alberto Fernández.
El retorno de Argentina a la OCDE, que nuclea a 38 países de los más industrializados del mundo, se dará de modo paulatino. El entonces presidente Mauricio Macri había pedido la incorporación de la Argentina en marzo de 2016, pero ese proceso quedó trunco durante el mandato de Alberto Fernández. Ahora, según Marcelo Scaglione, quien participó en el inicio del proceso en el gobierno de Cambiemos, harán falta unos seis años hasta cumplir con los requerimientos solicitados, solventar gastos y abonar unos 200.000 euros por año una vez ingresado.
En Ginebra, el representante argentino ante el Consejo y expresidente de ese organismo, Federico Villegas, respaldó las declaraciones de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Nada Nashif, para quien “cada día Nicaragua se desvía aún más de los derechos humanos”, en referencia crítica a la política del régimen sandinista de Daniel Ortega. En su discurso, Villegas-que a diferencia de los representantes en la OEA mostró siempre una posición crítica del régimen sandinista-afirmó que el nuevo gobierno de Milei “no aceptará que se invoquen la soberanía ni las sanciones económicas como justificación para no garantizar la plena vigencia de los derechos humanos”, en referencia no sólo a Nicaragua, sino a argumentos que suelen utilizar Cuba, Venezuela y otros países ante las denuncias que reciben de organismos internacionales.
El representante argentino también instó a las autoridades nicaragüenses “a liberar de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente y a restablecer los derechos de las personas privadas de su nacionalidad”, en abierta crítica a las políticas de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, contra la oposición política y señalados como disidentes al régimen.
Desde la Cancillería confirmaron a este diario que Argentina ya inició los trámites formales para ser admitido en el grupo de “proponentes” de resoluciones contra Nicaragua, que se inició durante el gobierno de Cambiemos y que el gobierno kirchnerismo abandonó a poco de andar. “En 2019 promovimos una resolución que terminó instalando una comisión investigadora sobre los derechos humanos en Venezuela, y con Nicaragua hicimos algo parecido. Este es un golpe de timón en la dirección correcta”, afirmó a este diario el ex vicecanciller Carlos Foradori, en referencia al cambio de política argentina luego de años de cercanía, matizada con algunas condenas esporádicas, con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua. No habrá, por el momento, embajadores designados en esos países, luego del fin de los mandatos de Oscar Laborde (Venezuela), Luis Ilarregui (Cuba) y Daniel Capitanich (Nicaragua). Por las dudas, el diplomático y vocero de la cancillería Gerardo Díaz Bartolomé aclaró que “para no generar especulaciones innecesarias quiero aclarar que al momento no se han realizado designaciones de embajadores que puedan ser informadas ya que el proceso continúa en desarrollo. La intención de la canciller Diana Mondino es anunciarlas en el momento que cuente con un número significativo de nombramientos” , sostuvo.
En el caso de Nicaragua, la distancia se había venido ampliando luego de la presencia en Managua del funcionario iraní, Mohsen Rezai, uno de los dirigentes de Teherán reclamados por Interpol por su participación en el atentado a la AMIA. El escándalo, ocurrido en enero de 2022, terminó con el traslado a Buenos Aires del embajador Capitanich, aunque éste regresó meses después a su destino diplomático, y mantuvo el bajo perfil hasta el fin de su mandato, el pasado sábado 9.
Desde Nicaragua, y enojado con los resultados del balotaje, Ortega ordenó el retiro de su embajador en Buenos Aires, Carlos Midence, luego del triunfo electoral de Milei.
En otra muestra del cambio de época, y un día después que Mondino recibiera al embajador de Ucrania en el país, Yurii Klymenko, Villegas volvió a criticar a Rusia en el Consejo de Derechos Humanos. “Condenamos enérgicamente todas las violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario resultantes de la agresión de Rusia contra Ucrania, las cuales deben ser investigadas para garantizar la rendición de cuentas de los responsables que incluya tanto la responsabilidad penal como el derecho de las víctimas a la verdad, la reparación y la no repetición”, afirmó el representante argentino.