La Cámpora muestra diferencias por Kicillof y su conducción desconoce a los díscolos
Los reclamos por la falta de apoyo de los dirigentes nacionales al gobernador, que hicieron delegaciones de la agrupación alineadas con Larroque, agitaron el clima; cerca de Máximo Kirchner afirmaron que los críticos no pertenecen a la organización
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El acto que el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, cerró en Florencio Varela dejó consecuencias en la interna del peronismo. Puntualmente, en las filas de La Cámpora. Pocos días después de aquel 18 de mayo, una seguidilla de comunicados de delegaciones locales de la agrupación se acumularon para cuestionar la ausencia de los principales dirigentes camporistas en ese plenario, pero sus autores fueron desconocidos por la conducción de la organización que lidera Máximo Kirchner. Los consideraron ajenos y los acusaron de arrogarse el sello camporista sin corresponderles. El sector díscolo es cercano a Andrés “Cuervo” Larroque, el exsecretario general de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, que es uno de los principales impulsores de Kicillof como líder del peronismo.
Las críticas salieron de las representaciones de La Cámpora en distritos como Florencio Varela, San Isidro, San Fernando, Moreno y Baradero, entre otros. Fuentes que conocen la dinámica de la organización que conduce Máximo Kirchner señalaron a LA NACION que también hubo pronunciamientos de “fracciones” dentro de otros “ámbitos distritales”, como la ciudad de Buenos Aires, La Plata, San Nicolás y Berisso.
Las usinas que hicieron los planteos fueron desconocidas como parte de la organización por la conducción camporista. “Son comunicados ficticios. La gente que los escribió y los mandó no es más de la organización desde el año pasado. Los armó la pareja de Marcos Cianni. Les mintieron a todos, incluso a los periodistas”, indicaron a LA NACION fuentes vinculadas a Máximo Kirchner. “Son personas que mandan un comunicado de una organización a la que no pertenecen”, completaron.
Dirigente camporista de San Isidro, Cianni es director provincial de Deporte Social dentro del ministerio que conduce Larroque; su pareja es la concejala y militante de La Cámpora en San Fernando Paula Guevara. Según pudo saber este diario, Cianni y Guevara siguen militando en La Cámpora, aunque no son convocados a reuniones regionales o provinciales. Apoyan abiertamente a Kicillof como futuro candidato a presidente por el peronismo.
“Estuvieron una semana [pensando] para sacar el comunicado. El acto en Varela era el puntapié inicial para fortalecer a Kicillof y había que estar. No recibieron llamados de la cúpula; sí, de otros distritos. Lo hicieron sin especulación y sabiendo las consecuencias que podía tener”, indicó una fuente peronista de San Isidro al referirse al texto que publicó la delegación local de La Cámpora.
“En momentos en los que no debe haber espacio para la especulación, nos llama mucho la atención que tanto dirigentes nacionales como provinciales, compañeros y compañeras de La Cámpora que tienen altas responsabilidades institucionales, no hayan concurrido al plenario de la militancia que se realizó el pasado sábado [por el 18 de mayo] en Florencio Varela”, rezaba el comunicado de La Cámpora San Isidro, en una línea que se repitió en los otros pronunciamientos.
Desde las vertientes que plantearon su apoyo a Kicillof y criticaron la actitud de Máximo Kirchner y del resto de la cúpula, aseveraron que “el sector que hoy tiene la botonera ha empezado a desconocer a sectores que no cuenta como propios, o que son cercanos a Larroque”. Y remarcaron: “La campaña en contra de Axel en el interior de La Cámpora es visible. Apretaron a ministros, intendentes y aliados de La Cámpora para que no fueran al acto de Florencio Varela. Operan que todo está bien, pero dan señales que alimentan el conflicto”.
“Salió primero [el comunicado de] Baradero y después fue una estampida. Van a tratar de decir que esto no pasa, pero va a seguir pasando”, agregaron desde el mismo espacio de apoyo camporista al gobernador bonaerense.
En Florencio Varela, la referencia más visible de La Cámpora era Jorge “Loco” Romero, un exsenador bonaerense cercano a Larroque que renunció en 2018, al ser denunciado por abuso sexual. “Hace años que no está en La Cámpora”, recordaron en la organización.
“Son comunicados falsos de un puñado muy menor de compañeros enganchados en la chiquita, que no son representativos de la militancia de esos distritos, donde los militantes están preocupados por la situación de la gente ante el ajuste de [Javier] Milei y sus políticas crueles”, dijo un camporista de trato habitual con la dirigencia de la agrupación.
Las diferencias en La Cámpora que se pusieron en evidencia mayoritariamente este año, a partir del alineamiento de Larroque con Kicillof y de las críticas a la conducción de la organización que pronunció el ministro de Desarrollo de la Comunidad son, sin embargo, de vieja data, solo que no trascendían por el habitual hermetismo camporista. “De mínima, el conflicto interno en La Cámpora tiene unos ocho años”, aseguró a LA NACION una fuente muy bien informada.
Larroque mantiene influencia en La Cámpora, a pasar de su alejamiento. Algunas fuentes lo calificaron de “referencia más espiritual que de poroteo [para referirse a distritos que aún le responden]”; otras, subrayaron que hay “cuervistas de la primera hora” en zonas del interior del país.
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