La etapa del "pato rengo" se evidenció en el acto ultra K
Lo que no se vio del encuentro militante en el Mercado Central
Fue una puesta en escena de cristinismo puro -con La Cámpora como mascarón de proa-, con un mensaje dirigido, sobre todo, a los fieles.
El corazón del mensaje fue: 'Aquí estamos, somos invencibles, ganamos cientos de batallas, tenemos que seguir juntos, el ciclo no terminó´.
Fue, también, una convocatoria de Unidos y Organizados hacia el peronismo -dato no menor-, cargada de gestos hacia 2015.
Es por eso que, en medio de tanto simbolismo y despliegue místico, no pasó desapercibida la postal del gobernador Daniel Scioli junto al jefe de La Cámpora, sonriendo desde el palco principal, en el arranque mismo del plenario militante que el ultrakirchnerismo hizo ayer en las instalaciones del Mercado Central.
"Es obvio que no puede haber señales explícitas, de lo contrario la semana que viene Cristina no podría gobernar. Pero hay que saber leer por debajo de las gestualidades", aconsejaba, enigmático, un funcionario del Gobierno que ayer participó del plenario en La Matanza.
En la previa al encuentro, Andrés Larroque hizo dos movimientos significativos. Salió a desacreditar el apoyo de La Cámpora al gobernador Sergio Urribarri ("ya habrá tiempo de hablar de candidaturas", le dijo el sábado a la agencia kirchnerista Paco Urondo) y, paralelamente, se esforzó en salir a desmentir una nota de Clarín en la que aparecía afirmando que "Scioli no representa al modelo K".
Con Scioli no los une el amor sino el instinto de supervivencia
El giro de Larroque choca de frente con una frase bien gráfica que hace un año desgranaba, sin filtro, ante su gente: "Si Scioli es presidente, me prendo fuego en Plaza de Mayo". El pensamiento iba en línea con una frase de la propia Presidenta: "No hicimos todo esto para dejárselo a Scioli".
Pero ocurre que ayer en La Matanza, además de la conmemoración litúrgica del triunfo de Néstor Kirchner en 2003, el cristinismo hizo explícito su ingreso pleno al "período del pato rengo", tal como admitía uno de los integrantes de Unidos y Organizados, poniéndole palabras a la pérdida progresiva de poder de una presidenta sin reelección, ni herederos naturales y, para peor, timoneando un último período de retracción económica y alta inflación.
En el Mercado Central también se dejaron ver las dos estrategias que maneja Cristina de cara al 2015: la de un eventual arreglo condicionado con Scioli o la del repliegue táctico en el núcelo duro, apelando a un candidato propio, tal como expresó ayer el duro discurso de Carlos Zannini.
Con Scioli no los une el amor sino el instinto de supervivencia. Y otra cosa, el enemigo político que ambos tienen en común: Sergio Massa.
Es tan grande el odio a Massa dentro del núcleo duro del kirchnerismo y sobre todo de la agrupación que lidera Máximo Kirchner, que podrían estar dispuestos a apoyar a Scioli, llegado el caso.
"Lo sensato sería arreglar con Scioli, no sólo por una cuestión de supervivencia, incluso por el tema de las causas en la Justicia que puedan quedar (NdR: la fuente se refiere a las causas por corrupción). Pero no sé si primará lo sensato", dudaba ayer un operador del peronismo, cercano al Gobierno. En Unidos y Organizados creen que, de llegar al poder, Massa podría alentar la persecución judicial de sus ex compañeros kirchneristas.
Desde adentro del cristinismo creen que podrían condicionar a Scioli poniéndole un gobernador en la provincia o un vicepresidente. O ambas cosas.
El sciolismo desmiente cualquier tipo de negociación en esa línea. Sin embargo, Scioli dedicó ayer frases destinadas a endulzar los oídos de la militancia ultra K, como cuando criticó a aquellos opositores que "piensan que la política es deshacer lo construido" o pidió trabajar "por una mejor redistribución y la victoria en el 2015".
Claro que la estrategia del candidato propio no se abandona y Zannini, que ayer destacó el alto voltaje de su discurso, es uno de los que más abona esa línea.
Entre los militantes de las distintas agrupaciones kirchneristas y los funcionarios nacionales, también se lo vio ayer a Sergio Urribarri, el preferido de los cristinistas "puros". Y el preferido, sobre todo, de Zannini.
"Los militantes no tenemos que buscar candidatos sino interpelar a cuanto candidato aparezca", arengó el funcionario, didáctico y jacobino.
La ilusión que sí parece haber abandonado La Cámpora, teniendo en cuenta la imagen negativa que arrastra, es la eventual candidatura de Axel Kicillof, a quien el ministro Florencio Randazzo, que ayer pegó un notorio faltazo, bautizó "Travolta".
Aunque parezca increíble, hasta hace unos meses, los hijos políticos de Cristina atesoraban esta alternativa de continuidad pensando en el repunte de la economía en 2015, tal como el ministro le prometió a la Presidenta.
Circularon las burlas y los chistes relativos a las cifras de la pobreza elaboradas por Observatorio de la UCA
"Ir con uno propio o seguir la estrategia sciolista. Eso no está definido. El punto es si el kirchnerismo se banca la transición de una fuerza de centro, como podría ser Scioli", reflexionaba un dirigente de Unidos y Organizados. A Massa, en cambio, lo ven como "culturalmente" de derecha.
La militancia cristinista sigue habitando un universo paralelo.
Por ejemplo, en el encuentro de ayer circularon las burlas y los chistes relativos a las cifras de la pobreza elaboradas por Observatorio de la UCA y difundidas por los medios, que hablan de 11 millones de argentinos viviendo en esa condición. El chiste era:
-¿De qué murió?
-De usar las estadísticas de la UCA, para medir la pobreza.
El jefe de La Cámpora es uno de los más eficaces intérpretes del relato dedicado a los jóvenes, su clientela estelar. El corazón de su mensaje es simple, pero pegadizo y aún rendidor, tal como volvió demostrar en el guión argumental que convocó al plenario: "El proyecto sigue con mucha vitalidad, a pesar de haber enfrentado prácticas destituyentes, muchas veces golpistas, de muchos sectores".
Se trata de un mantra que, por gastado, no deja de ser eficaz en la franja que va desde los 25 a los 40 años, tal como confirman las encuestas.
"En ese segmento se concentra el núcelo duro del kirchnerismo -confirma Mariel Fornoni, de Management & Fit-. Representan un 20 por ciento de los votos, un porcentaje que ha decrecido, pero es que más sólido. Es decir, son menos pero más convencidos y ruidosos".
Es curioso: el del Cuervo es el mismo relato polarizado que utilizó la derecha republicana de George Bush después del 11-S para aglutinar a los "buenos", el pueblo de los Estados Unidos, contra la oscuridad del terrorismo islámico.
Florencia Kirchner estaba anunciada para el evento, pero no se la vio en el palco central. Lo mismo sucedió hace poco más de un mes con Máximo Kirchner, cuya presencia se había anunciado en un acto en Vélez, pero el acto finalmente nunca se concretó. Y suele suceder también con las supuestas candidaturas que el oficialismo echa a rodar sobre el hijo de la Presidenta, cosa de mantener encendida la llama de la ilusión.
La ilusión de que algún Kirchner, en un futuro no tan lejano, pueda continuar de algún modo el "proyecto".
Futuro, ilusión, algún Kirchner, guerra contra las corporaciones, mística militante, cientos de batallas: palabras del manual cristinista-camporista para compensar al pato rengo de aquí a 2015.
lanacionarOtras noticias de La Cámpora
Más leídas de Política
"Estos hechos eran ciertos". Habló Petri tras la destitución del jefe de la Fuerza Aérea
La reacción de la vice. Sorpresa y conmoción de Villarruel por las críticas de Milei
Caso Chocolate. El Senado bonaerense se resiste a entregar a la Justicia a una legisladora acusada de corrupción
"Así son los zurdos". Maduro volvió a insultar a Milei, lo acusó de desfinanciar a las universidades y el Presidente le respondió