La campaña se activa también en las redes

Mientras el armado político oficial para las elecciones de 2017 sube la temperatura a la par de las explosiones que afectan al kirchnerismo, el Gobierno también se prepara para activar su estructura en Internet, uno de los pilares de las campañas del macrismo. Según pudo saber LA NACION, en las últimas semanas el equipo que se encarga de las redes sociales de Pro comenzó a delinear la estrategia con la que el gobierno de Mauricio Macri intentará ampliar su presencia en el Congreso. "Se están empezando a armar los equipos", respondió a este diario un funcionario con pleno conocimiento del tema.

Esos equipos trabajarán en el segundo piso del búnker que Pro tiene en Balcarce y la avenida Belgrano, en el barrio porteño de San Nicolás, y desde donde se manejó la campaña digital durante la carrera electoral del año pasado. Allí, hoy se trabaja -con menos gente que en 2015- con las cuentas sólo partidarias.

Aunque falta más de un año para las elecciones, la anticipación no debería sorprender al provenir de un espacio en el que desde antes de llegar a la Casa Rosada las redes sociales representaban uno de los ejes de la comunicación del líder de Pro, cuyo objetivo era diferenciarse de otros líderes políticos y, como dicen hasta el cansancio en su entorno, mantener un vínculo sin intermediarios con el ciudadano.

Si de redes sociales se trata, Macri está en todos lados: Facebook, Instagram, Twitter, YouTube, Snapchat y LinkedIn. Todas tienen una cuenta del mandatario y su utilización es exhaustiva. Incluso hay actividades en las que el Presidente suma una persona más a su comitiva con un celular apuntándolo casi en todo momento. Esa persona captura en video el detrás de escena de la agenda del mandatario e, instantes después, la cuenta de Presidencia en la creciente red social Snapchat se inunda de una seguidilla de videos cortos que pueden verse por 24 horas.

Hoy hay unas 35 personas dedicadas exclusivamente a la comunicación digital del Gobierno, donde se trabajan las publicaciones y se segmentan según la población a la que se quiere llegar con cada una de ellas, en especial en Facebook, al que califican como "el caballito de batalla". De hecho, la utilización de ese sitio llevó a la propia empresa a destacar el "éxito" de la campaña presidencial de Macri en la red. También se "procesan" los mensajes que reciben de los usuarios para, eventualmente, responder.

El equipo depende de la Subsecretaría de Vínculo Ciudadano de la Nación, que responde al jefe de Gabinete y cabeza comunicacional del Gobierno, Marcos Peña, y tienen su sede en la Casa Rosada. Un grupo selecto de cinco miembros de ese staff se encarga sólo de las cuentas del Presidente.

Gran parte de los que hoy trabajan en las redes de Presidencia lo hacían el año pasado en el búnker de Balcarce. Al ganar las elecciones, esa planta quedó fragmentada.

La idea que se maneja en Presidencia es simple. "Antes había un emisor con un mensaje, lo procesaba un medio de comunicación que hacía un trabajo sobre las declaraciones y recién después llegaba a un número limitado de gente. Ahora queremos que el mensaje vaya directo a la gente. Con las redes sociales podés llegar a 15 millones de personas en una semana", afirmó un funcionario del área.

A modo de ejemplo, Facebook tiene unos 20 millones de usuarios activos en el país. ¿Qué podría hacer el Gobierno para extender ese alcance? No se puede pensar en otra cosa más que en el plan oficial de canje de celulares para que el año que viene haya smartphones -que tienen acceso a las redes sociales- para todos y que fue anunciado por el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad. En el Gobierno negaron que la iniciativa tuviera algo que ver con la estrategia en redes sociales, aunque, en tono de broma, admitieron que no vendría nada mal.

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