La Cámara de Casación se reúne para decidir sobre Hornos, el juez denunciado por violencia de género

La Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal por debajo de la Corte Suprema, se reunirá mañana en pleno para decidir sobre uno de sus integrantes, el juez Gustavo Hornos, denunciado por violencia de género por una expareja.

Los camaristas no son “jueces de jueces”, por lo que en el plenario podrían, de máxima, notificar al Consejo de la Magistratura sobre la situación de Hornos, para que este órgano resuelva si corresponde o no sancionarlo o someterlo a juicio político.

Sin embargo, la llave del caso la tiene el fiscal Guillermo Marijuan, que tiene delegada la investigación en la causa penal contra el juez Hornos. Si el fiscal decide que hay elementos para impulsar la acción, puede que los colegas de Hornos manden su caso al Consejo de la Magistratura. Pero si el fiscal entiende que no hay elementos para una investigación penal, y pide archivar el caso, todo quedará en la nada.

Hornos es uno de los tres jueces que debe decidir si confirma, eleva, disminuye o revoca la condena a seis años de prisión impuesta a Cristina Kirchner por corrupción en la causa Vialidad.

El juez fue denunciado en la Oficina de Violencia de Género por una expareja. La mujer dijo que la tocó en los genitales y mencionó supuestas intimidaciones. Pero en ningún momento requirió instar la acción penal. No obstante, en la Oficina de Violencia de Genero enviaron el caso a un juez de instrucción y a una jueza civil.

La magistrada Paula Marinkovik dispuso una medida de restricción para que el juez Hornos no se acerque a menos de 200 metros de la denunciante y que evite todo contacto físico y digital. El juez penal Alfredo Godoy, en tanto, se declaró incompetente y mandó el caso a la justicia federal porque entendió que está afectada la actuación institucional de Hornos como juez federal. La causa quedó en manos del juez federal Sebastián Ramos que la delegó en el fiscal Marijuan. Mañana vence el plazo para que dictamine cémo deben seguir las actuaciones.

Si los colegas de Hornos informan del asunto al Consejo de la Magistratura, allí una comisión de asignaciones decidirá si es un caso que debe tratar la Comisión de Disciplina, donde se sanciona a los jueces con multas por faltas leves; o si debe intervenir la Comisión de Acusación, donde se analiza si corresponde destituir al magistrado mediante un juicio político. El caso puede entrar en una comisión y terminar en otra, y viceversa.

El abogado radical Miguel Piedecasas preside la Comisión de Acusación y el abogado kirchnerista Héctor Recalde, la de Disciplina. El presidente de cada comisión es quien marca el ritmo de las investigaciones. Se dispone que un consejero sea el instructor y que, tras una breve investigación, decida si promueve el archivo del caso o que se vote una sanción.

El kirchnerismo tiene al juez Hornos en la mira, pues le reprocha los fallos dictados en perjuicio de Cristina Kirchner en numerosos expedientes y una visita que realizó en la Casa Rosadaa Mauricio Macri, cuando era presidente.

Por eso es que el abogado de Cristina Kirchner, Alberto Beraldi, recusó ahora al juez Hornos en la causa Vialidad. Pidió que se aparte porque está acusado de violencia de género y debe resolver en el caso de la expresidenta, una mujer. Otras recusaciones contra Hornos, presentadas en el pasado, fueron rechazadas.

Lo más probable es que los otros dos jueces que deben votar, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña, rechacen esta recusación, ya que es muy restrictivo el código en cuanto a los motivos por los que corresponde apartar al juez natural de la causa donde debe resolver.

En tanto, el juez Hornos no tiene previsto pedir licencia de su cargo, por más que la denuncia en su contra siga adelante y deba enfrentar una investigación en el Consejo de la Magistratura.

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