La “bomba atómica” de Axel Kicillof y los reclamos para Alberto Fernández
El gobernador bonaerense deslizó que ante un escenario adverso “cabe revisar la estrategia” ante el Fondo; la clase de Rodríguez Saá y las críticas de Capitanich para Macri; un gobernador faltó por estar en Pinamar de vacaciones
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Lejos de cosechar apoyos de forma incondicional, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, escucharon de boca de algunos mandatarios quejas, cuestionamientos y pedidos para modificar la estrategia.
Después de realizar un breve repaso sobre la deuda y cargar con dureza contra el gobierno de Mauricio Macri, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, deslizó que, ante la posición de algunos países contra la postura de la Argentina, que según dijo “son siempre los mismos, empezando por Estados Unidos”, sostuvo que “si estos países tienen la posibilidad de trabar el acuerdo cabe revisar la estrategia”.
Según el mandatario bonaerense, el Stand-By por 45.000 millones de dólares que el organismo multilateral de crédito le otorgó al gobierno de Cambiemos fue “un crédito excepcional, fallido y fracasado, una bomba atómica, que necesita soluciones excepcionales”. En su repaso, Kicillof también apuntó contra el Fondo.
Después de la exposición del titular del Palacio de Hacienda, en la que explicó que “Lo que pide el FMI es un programa de ajuste del gasto real versus tener un programa que le dé continuidad a esta recuperación de la economía”, el Presidente invitó a los gobernadores presentes para que hagan comentarios o preguntas. Se trató de una decisión que tomó el jefe del Estado para “transparentar” todo el proceso.
Fue en ese escenario que Kicillof, Jorge Capitanich (Chaco) y, de forma virtual, el puntano Alberto Rodríguez Saá arremetieron contra Macri y la oposición. “Lo mínimo que se puede esperar es que contribuyan a solucionar el problema que provocaron”, dijo el mandatario bonaerense en referencia a los gobernadores de Juntos por el Cambio que decidieron no participar del cónclave. Y agregó: 2Algunos de los responsables están ausentes en esta mesa”.
La única que marcó diferencias fue la rionegrina Arabela Carreras. La mandataria provincia reclamó a sus pares “desde lo discursivo, ir superando la grieta que no le interesa a nadie” para limar diferencias que permitan llegar a “un acuerdo nacional”. Y, como respuesta a los dichos de Horacio Rodríguez Larreta, quien se quejó de que se trataba de un encuentro político en lugar de una institucional, sostuvo: “Sumo mi voz para que no parezca un acto partidario”.
La gobernadora de Río Negro además afirmó que el respaldo de su provincia con las negociaciones que lleva adelante el Gobierno nacional con el FMI “no es un cheque en blanco”, sino un compromiso para poder lograr el “mejor acuerdo posible”.
El discurso más curioso lo brindó Rodríguez Saá, quien dar una clase de historia –mezcló a los Incas con el Plan Brady–, reclamó una consulta popular y le pidió al Presidente que lleve al FMI al tribunal internacional de La Haya. “No estoy de acuerdo con el camino que eligieron”, dijo el puntano, quien le reclamó al Presidente que denuncie “la estafa”.
El jefe del Estado recogió el guante y le recordó al gobernador de San Luis que presentó una denuncia penal contra los que tomaron la deuda, por el expresidente Macri y otros exfuncionarios. También usó tiempo para responder una de las cinco preguntas de Capitanich, en este caso, sobre las tarifas. “Las tarifas tendrán que corregirse de un modo razonable”, lo tranquilizó Fernández.
Además, hablaron Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Omar Gutiérrez (Neuquén), quien le dijo al Presidente y al ministro Guzmán que “no se sientan solos, porque en mi provincia el flujo de inversiones depende de encontrarle una solución al problema de la deuda”.
Antes de comenzar el acto, el Presiente se abrazó con Kicillof, el único al que se acercó de los 12 gobernadores que estuvieron de forma presencial. Durante su discurso explicó que lo hizo porque intentó saludarlo para fin de año, pero no lo logró. No solo faltaron los gobernadores de Juntos por el Cambio a la reunión en la Casa Rosada convocada por Alberto Fernández. Una docena de mandatarios provinciales del peronismo no asistieron y enviaron delegados, al igual que los radicales, mientras que otros tres participaron por videoconferencia.
Como dato adicional, entre los ausentes, además del jefe de Gobierno porteño, sorprendió uno más: Gustavo Sáenz. Es que el mandatario salteño, lejos de las preocupaciones por los alarmantes números de contagios de Covid en su distrito o los datos que Fernández y Guzmán detallaron desde la Casa Rosada, pasó el día en Pinamar.
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