La Argentina levantó puntos, aunque aún preocupa que pueda quedar en la “lista gris” de países que no combaten el lavado de dinero
Hubo un reunión en Francia, cara a cara, de una extensa delegación de funcionarios del Gobierno, la Corte y la Justicia con los evaluadores del GAFI; la nota final se conocerá en octubre
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La Argentina levantó puntos la semana pasada, en Francia, en la evaluación que realiza el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) sobre la normativa y eficacia en el combate al blanqueo ilegal de dinero, aunque aún persiste la preocupación y el esfuerzo para evitar que el país sea incluido en la “lista gris” de los países que no combaten el financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero.
La semana pasada, entre el 10 y 15 de agosto, se reunieron en la localidad de Pont de Sevres, Francia, los evaluadores del GAFI y una extensa delegación argentina que incluyó funcionarios del Poder Ejecutivo, como el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), Ignacio Yacobucci; del Banco Central, la AFIP y la Comisión Nacional de Valores, pero también del Ministerio Púbico Fiscal, la Corte Suprema de Justicia y el Poder Judicial, como el director de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco), Juan Tomás Rodríguez Ponte; la número dos del organismo, María Belén Franchini, y el juez federal Sebastián Casanello.
“La Argentina demostró que existió una política de Estado comprometida con la lucha contra el lavado de dinero y que realizó reformas para acompañar en esta lucha. Dio una respuesta eficaz, y se ve en la representación que viajó que incluyó funcionarios del Poder Ejecutivo, pero también de la Procuración y la Corte”, dijo a LA NACION una fuente de la comitiva. De todos modos, hay preocupación y la necesidad de seguir trabajando.
Antes de esta reunión entre los evaluadores del GAFI y los funcionarios argentinos, el pronóstico era dramático. Ahora hay un poco más de optimismo, pero mucha cautela. “De mantenerse este panorama, está la posibilidad de que la Argentina entre en la lista gris de los países que no combaten el lavado de dinero”, decían los funcionario del Gobierno. Pero tras la reunión de la semana pasada, cara a cara, en la afueras de París, cambió la sensación.
El período que se evaluará es el que transcurrió entre 2019 y marzo de 2024, que atraviesa el último gobierno de Alberto Fernández y el comienzo de Javier Milei. Esta es la cuarta Ronda de Evaluación Mutua (REM) de la República Argentina
La evaluación incluye varias instancias. Tras dos solicitudes de postergación, la cuarta ronda comenzó en septiembre de 2023, cuando se enviaron al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) las respuestas a los formularios de cumplimiento técnico.
La segunda instancia del proceso, que por primera vez incluye el componente “efectividad del Sistema Preventivo Nacional de lavado de activos, el financiamiento del terrorismo y la financiación de la proliferación de armas de destrucción masiva”, fue en noviembre, cuando se envió la información.
Entre el 6 y el 26 de marzo tuvo lugar la visita en Buenos Aires del equipo evaluador del GAFI, que dedicó seis semanas para elaborar un primer borrador del Informe de Evaluación Mutua (IEM). El documento se envió a la Argentina, que tuvo cuatro semanas para hacer comentarios y asegurarse que la información incluida sea correcta y precisa. Este es el primer borrador que vino con muchas preguntas sobre la información que proporcionó la Argentina
El equipo evaluador recibió los comentarios del país y tuvo cuatro semanas más para realizar un segundo borrador. Este es el documento que llegó al país y fue demoledor. Por eso la preocupación y el temor.
“El segundo borrador del informe argentino que enviaron los evaluadores del GAFI fue demoledor y, por ahora, la Argentina está en lista gris”, advirtió en es momento una fuente cercana al proceso de evaluación.
“El segundo borrador vino para atrás. Las observaciones son muy puntuales y hay algunas que no son superables. Por ejemplo en la cantidad de condenas, que entienden que es baja y el problema con los decomisos y el recupero de activos, que es muy poco. El segundo borrador vino muy duro. En cuanto a la normativa estamos bien, la estructura legal es satisfactoria con la aprobación de la nueva ley antilavado, cumplimos las 40 recomendaciones del GAFI. Pero el problema es la eficacia del sistema”, se sinceró un funcionario que viene trabajando en esta evaluación.
Y fue más allá: “De mantenerse este panorama, la Argentina corre serio riesgo de entrar en la lista gris”.
Los evaluadores en este segundo borrador critican la política de prevención y persecución del financiamiento del terrorismo internacional y surgieron además preguntas sobre la independencia de la UIF como organismo autárquico y autónomo, que debe estar ajeno a la política, para ser un organismo técnico, que no busque perseguir a opositores.
En particular, hubo dudas sobre la facultad de querellar de la UIF: preguntaron si no es un mecanismo que permite alguna injerencia política, dado que no es común en otros organismo similares en otras partes del mundo.
Surgieron además preguntas sobre el consejo asesor de la UIF y en qué medida condiciona su independencia, y consultaron sobre la “rotación de personal”.
La UIF sufrió hace dos meses una baja cuando desde la Casa Rosada, más precisamente el despacho de Santiago Caputo, le pidieron la renuncia al vicepresidente de la UIF, Manuel Tessio, luego de que el organismo se presentara como querellante en la causa contra el exintendente Martín Insaurralde.
El encuentro en Francia
Pero esa sensación se revirtió en el encuentro cara a cara de la semana pasada, donde participaron Yacobucci y funcionarios de Cancillería, el Banco Central, la AFIP, el Ministerio Público y la Comisión Nacional de Valores, entre otros organismos. Se contestaron las observaciones que hicieron los evaluadores acerca de este segundo borrador del informe sobre la Argentina, en busca de aprobar el examen que tendrá una nota final en octubre.
Para esta reunión viajó además como número 2 de la UIF el abogado Santiago González, especialista en derecho civil y comercial, pero que aún no fue designado oficialmente en el cargo en reemplazo de Tessio. El nuevo funcionario llegó con el visto bueno de Santiago Caputo, asesor de Javier Milei.
“Nos fue muy bien. No hay feedback aún, habrá que esperar unas semanas más para tener una perspectiva clara, pero no es el panorama absolutamente negativo que algunos describen”, dijo un funcionario, más optimista, tras el encuentro en Francia.
El GAFI es el organismo internacional G40 integrado por los países más influyentes del mundo y organismos internacionales tales como la OCDE, el Banco Mundial, el FMI, la Comisión Europea y las Naciones Unidas. Busca reforzar los sistemas nacionales de prevención en materia de lavado de dinero, terrorismo y financiamiento del terrorismo.
En marzo, la Argentina informó al GAFI un fuerte incremento de las condenas por lavado de dinero –de tres pasaron a un total de 77 sentencias– y otros tantos decomisos por millones de pesos, en la reunión que se llevó a cabo en la Cancillería, con representantes de la justicia federal, el Ministerio Público Fiscal y el Banco Central. Sin embargo, los evaluadores creen que no son suficientes para un país como la Argentina. Ahora se explicó que esas causas son megaexpedientes con decenas de condenados, lo que permite analizarlos de otro modo.
El encuentro de la semana pasada en Francia fue el último entre el país evaluado y el equipo evaluador antes de la emisión del informe final, que será circulado entre los países miembros del GAFI. El resultado será dado a conocer en octubre, en el próximo plenario del GAFI en París.