La agenda internacional de Milei, con escasa actividad oficial: la oposición pide explicaciones por el uso del avión presidencial
Solo se reunió con tres jefes de Estado durante sus viajes al exterior; otros cinco periplos internacionales fueron para encontrarse con empresarios o para disertar en foros de la derecha global
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Javier Milei aseguró que sus giras internacionales demostraron que es “el máximo exponente de la libertad a nivel mundial” y dijo que juega “en otra liga”, lejos de la agenda de los políticos tradicionales y de los “liliputienses”. “No están acostumbrados a ver a una persona que es uno de los cinco líderes más importantes del mundo… Cada vez que voy yo a un lugar, digamos, es una fiesta”, respondió el Presidente a LN+ tras los cuestionamientos de la oposición por el supuesto interés personal que motivó su último viaje a Madrid y la utilización del avión presidencial.
Más allá de la crisis diplomática con Pedro Sánchez, el último viaje de Milei a España, cuyo principal objetivo fue participar de la cumbre del partido ultraderechista Vox, derivó en denuncias y pedidos de explicaciones opositoras por el presunto interés particular de la misión oficial.
La diputada Karina Banfi, vicepresidenta del bloque UCR en Diputados, envió una nota a la Oficina Anticorrupción para saber si el viaje violó la ley de ética pública, que fija que los funcionarios deben “abstenerse de usar las instalaciones y servicios del Estado para su beneficio particular”. Los diputados de Hacemos Coalición Federal, Oscar Agost Carreño y Margarita Stolbizer, presentaron un proyecto para solicitar al Poder Ejecutivo información detallada sobre los viajes presidenciales y la utilización de recursos públicos. Y el legislador de la izquierda Gabriel Solano (FIT) radicó una denuncia penal por el uso del avión ARG 01. El escrito recayó en el juzgado federal de Ariel Lijo, el candidato del Gobierno para la Corte Suprema.
Consultado por LA NACION, el Gobierno no quiso detallar el gasto público que insumió el viaje a Madrid del último fin de semana. Dijeron que lo informarán en las próximas horas, cuando esté consolidada la información de los costos.
Este medio, no obstante, calculó que el periplo, de mínima, superó los U$200.000. Esto es así porque doce días antes de viajar a España, Milei había realizado un vuelo con el ARG 01 a Los Ángeles y, según pudo saber LA NACION, este traslado tuvo un costo de U$193.900, teniendo en cuenta el servicio de rampa, el combustible y el catering. Milei y su comitiva, además, se hospedaron tres noches en el Hotel Hyatt Centric Gran Vía, en el corazón turístico de Madrid. Allí las suites oscilan entre los 900 y los 1400 euros la noche.
En la Casa Rosada rechazaron que el último viaje de Milei haya sido de carácter personal. Se amparan en que, dentro de su agenda en Madrid -además de la presentación de su último libro, su discurso frente a Vox y la reunión con el líder de ese espacio, Santiago Abascal- el Presidente también incluyó un encuentro con 14 empresarios españoles. “Lo más importante de la agenda es la reunión con empresarios que tienen una gran participación en las inversiones argentinas”, dijo el portavoz Manuel Adorni. Muy cerca de Milei ironizaron: “¿Cómo se justifican las reuniones con inversores? La Argentina necesita inversiones”.
El primer mandatario dejó en claro que ninguno de los cuestionamientos mueve su amperímetro. Confirmó que tiene previsto viajar el próximo lunes a Sillicon Valley para juntarse con referentes del mundo tecnológico porque quiere hacer un polo de inteligencia artificial en la Argentina. Y dijo que prevé volar nuevamente a España para recibir el premio Instituto Juan de Mariana por su “defensa ejemplar de las ideas de la libertad”, una entrega que en rigor se hará en el marco de una gira por Europa para la cumbre del G7.
Viajes y costos
Desde el inicio de su gestión el Presidente priorizó en su agenda exterior los eventos que le sirven para ubicarse como un divulgador de las ideas ultraliberales y par potenciar su imagen como un líder de derecha en el mundo. A excepción de la reunión con el Papa Francisco en el Vaticano, con la premier italiana Giorgia Meloni en Roma y del encuentro en Israel con el primer ministro Benjamín Netanyahu, Milei no tuvo, en términos diplomáticos otras visitas oficiales.
Priorizó en cambio forjar su vínculo con Elon Musk –ya lo encontró en dos visitas a los Estados Unidos y lo verá una vez más a fines de este mes- y con Donald Trump, con quien logró un breve intercambio cuando, en su primer viaje a Washington como presidente, participó del CPAC, la meca de la derecha mundial. El líder libertario ponderó, además, las audiencias colmadas de inversores, como ocurrió con la conferencia global del Instituto Milken.
Desde que asumió, Milei salió seis veces del país: tresa los Estados Unidos, una a Israel e Italia (Vaticano), una a Suiza y una a España. El primer viaje, el 15 de enero, fue al Foro de Davos. Acompañado por una comitiva de 13 personas, el Presidente tomó un vuelo comercial con escala en Frankfurt y se alojó en el hotel Steigenberger Icon Grand Hotel Belvédère.
Luego Milei hizo la visita oficial a Israel y a Italia, un viaje de nueve días con una comitiva de 13 personas. El viaje habría costado alrededor de $106 millones, de acuerdo a los datos que brindó la secretaría General de la Presidencia en el informe de gestión que dio el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. El gobierno israelí proveyó de cortesía el alojamiento y el vehículo para el primer mandatario.
El 23 de febrero Milei participó en la CPAC de Washington. Milei tomó un vuelo de American Airlines junto a una comitiva de 12 personas y estuvo cuatro días en DC. El viaje costó $38 millones, según publicó el sitio Letra P, a raíz de un pedido de información pública. El 10 de abril el Presidente volvió a los Estados Unidos, esta vez a Miami, para recibir una distinción de Jabad Lubavitch y a Austin para volver a encontrarse con Musk. Viajó con seis personas y volvió anticipadamente a la Argentina: por la guerra entre Irán e Israel dio de baja la segunda parte de su periplo, que incluía una visita a Dinamarca para adquirir aviones de guerra.
Según el informe de Posse, el costo de este viaje y el de Davos, juntos, sumaron $91 millones. Fue el último viaje de Milei en avión comercial (entre ambas ciudades norteamericanas habría alquilado un vuelo privado), ya que luego un informe del Ministerio de Seguridad alertó sobre la vulnerabilidad de la seguridad presidencial. Pese a que al inicio se resistía, el Presidente pasó a utilizar la flota oficial.
En el Gobierno rechazan que los viajes hayan perseguido un interés particular de Milei. “En todos los viajes tuvo encuentros con empresarios”, insisten. En lo doméstico, Milei tampoco prioriza una agenda institucional. Hizo viajes en el día a cuatro ciudades del interior del país y una visita a la Antártida y en general no fue para encontrarse con gobernadores . Tampoco se dedicó a hacer actos típicos de gobierno, con anuncios de gestión, inauguraciones o los “cortes de cinta” de la política tradicional.
Milei hizo una apuesta fuerte en el inicio de las sesiones ordinarias del 1º de marzo y encabezará un acto patrio el sábado en el cabildo de Córdoba. Pese a la investidura presidencial, no abandonó los eventos que lo exhiben como una celebridad ante sus seguidores libertarios. En las próximas hotras presentará su libro en el Luna Park, performance musical incluida, frente a una audiencia de fanáticos.
El Presidente dijo que se trata de un acto solventado con fondos privados. Aseguró que le transfirió las regalías de su libro a una empresa que a su vez se ocupó de pagar el costo del Luna Park. El evento habría costado unos U$10.000. “Al Estado no le cuesta un solo centavo. Ninguna de mis actividades personales les cuesta un centavo”, se defendió Milei.
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