La AFIP ascendió a Daniel Reposo, el candidato que había falseado su currículum para acceder a la Procuración
El nuevo titular del organismo, Carlos Castagneto, tomó la decisión; también se nombró a una exfuncionaria de Desarrollo Social, involucrada en una acusación de sobreprecios
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El nuevo titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Carlos Castagneto, ascendió este viernes a Daniel Reposo al puesto de subdirector general de Fiscalización. Se trata del mismo funcionario que en 2012, cuando era miembro de la Sindicatura General de la Nación, falseó su currículum para postularse como jefe de los fiscales en la Procuración General.
Asimismo, hubo otra designación que despertó ruido. El nuevo titular del organismo de recaudación designó a Cecilia Lavot como subdirectora general de Asuntos Jurídicos. La flamante funcionaria había quedado involucrada en una trama de sobreprecios en el Ministerio de Desarrollo Social, donde se había desempeñado con anterioridad.
Los dos nombramientos fueron confirmados desde la AFIP a LA NACION. Desde el organismo desestimaron la controversia que rodea a ambos, aunque se trata de personas que forman parte del círculo de confianza de Castagneto.
En el caso de Lavot, específicamente, fuentes oficiales remarcaron que ella “ya fue sobreseída de la causa en la que se la acusaba”.
Reposo
Daniel Reposo ya se desempeñaba desde enero de 2020 en la AFIP como subdirector en la Subdirección General de Coordinación Operativa de los Recursos de la Seguridad Social. Durante este tiempo, trabajó bajo la órbita de Castagneto, en la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social del organismo oficial.
El exfuncionario había protagonizado un escándalo en 2012 cuando fue postulado por el kirchnerismo para reemplazar a Esteban Righi al frente de la Procuración General de la Nación. Reposo incluyó en su CV varios datos falsos sobre su trayectoria profesional.
Primero se descubrió que era falsa una disertación que el funcionario dijo haber dado en 2011 con el secretario de la ONU Ban Ki-moon. Luego de que personal del organismo internacional desmintió el dato, Reposo aclaró que había sido “participante” y no “disertante”, y sostuvo que se había tratado de un simple “error de tipeo”.
También consignó que fue disertante en el congreso ECON 2010, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, pero su nombre no figuraba en el sitio oficial del certamen. En esa casa de estudios dijeron que disertó, pero en 2011.
Luego se conoció que tampoco había sido secretario de la sede argentina de la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos (IAJL, por sus siglas en inglés) entre 1996 y 2002, como él mismo consignó en el documento que presentó ante el Congreso.
Tras la polémica, Reposo renunció a su candidatura para ocupar el cargo de jefe de fiscales en junio de 2012. Su pliego había sido impugnado por Manuel Garrido y Graciela Ocaña, entre otros.
Escándalo en la compra de alimentos
Cecilia Lavot, la otra funcionaria designada al frente del equipo jurídico en la AFIP, quedó involucrada en un trama de sobreprecios que sacudió al Ministerio de Desarrollo Social, cuando era conducido por Daniel Arroyo en los primeros meses de 2020.
En medio de la peor etapa de la pandemia, la Argentina compró alimentos 50% más caros que en el mercado. Cecilia María Lavot, entonces secretaria de Gestión Administrativa, fue quien autorizó el pago de la adquisición. Por el caso, 15 funcionarios dejaron sus cargos, incluida Lavot.
Daniel Arroyo le había pedido la renuncia al entonces secretario de Articulación de la Política Social, Gonzalo Calvo, que estaba al frente del área que avanzó con la compra. Dejó la administración en abril de aquel año junto con todo su equipo, del que formaba parte la ahora funcionaria que desembarca en AFIP. Calvo es otro dirigente cercano a Castagneto.
La compra de alimentos, que desató el escándalo, registraba valores incluso superiores a los que se encontraban en el programa de Precios Máximos. Uno de los casos fue el del aceite.
La Secretaría de Articulación de Política Social había autorizado dos lotes de 340.000 botellas de aceite de 1,5 litros cada una. La empresa Sol Ganadera, que se quedó con una de las partidas. Le vendió al Estado cada botella de la marca Indigo en $157,80. El otro lo contrató la firma Copacabana por una cantidad similar y el precio, en este caso de la marca Ideal, es de 157,67 pesos. Por entonces, el aceite de 1,5 litros Ideal, tenía un valor máximo de 98 pesos por botella, bajo el Programa Precios Máximos.
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