La Academia Nacional de Periodismo rechaza “las acusaciones generalizadas” de los candidatos a la prensa
Expresó su “asombro” por “los agravios y difamaciones” que formaron parte de la competencia política durante la campaña
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La Academia Nacional de Periodismo (ANP) rechazó “de manera terminante” las acusaciones generalizadas a la prensa en el contexto de la campaña electoral y aludió especialmente a “las agresiones formuladas por uno de los candidatos presidenciales”, en referencia a Javier Milei (La Libertad Avanza).
“Demasiados problemas asedian ya a la sociedad argentina como para que desde la política se construyan falsos enfrentamientos, que no tienen otro propósito que el beneficio propio”, sostuvo en un comunicado la institución que preside Joaquín Morales Solá. Expresó, además, su “asombro” por “los agravios y difamaciones al periodismo que formaron parte de la competencia política durante la campaña electoral”.
En otro de sus párrafos, postula: “El periodismo argentino ha vivido momentos difíciles en las cuatro décadas pasadas, pero nunca se dejó amedrentar y, por el contrario, luchó para defender la libertad de prensa que consagran la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos incorporados a ella. Lo seguirá haciendo porque, conviene repetirlo, no resguarda un privilegio parcial, sino un atributo colectivo. Como todo grupo humano, el periodismo está integrado por personas que tienen estilos, modos y maneras distintas de ejercer la profesión y es, desde ya, perfectible. Es la profesión la que debe bregar por el perfeccionamiento propio”.
Para los académicos, “la libertad de prensa no es un beneficio de los periodistas ni de los medios periodísticos; es, por el contrario, parte inescindible del derecho de la sociedad a estar debidamente informada”. Y advierte que la prensa libre “es una institución clave de la democracia, el sistema político que el 10 de diciembre próximo cumplirá 40 años desde su restauración en 1983″. Por eso, pide una reflexión a todos “sobre el aporte que cada uno hace a la pacífica convivencia en el espacio público”.
La alusión a las “agresiones generalizadas” hace foco en las recurrentes declaraciones de Milei sobre “periodistas ensobrados”, en las que alude a presuntas prácticas corruptas sin hacer nombres ni mostrar ninguna prueba. Además, suele acusar de “operadores” y atribuirles mala fe a aquellos que expresan críticas a sus posiciones políticas.
“La Academia rechaza de manera terminante y clara las acusaciones generalizadas al periodismo, y se niega a aceptar que la crítica a la prensa se convierta en parte natural de la competencia política”, concluye la declaración oficial.
El comunicado completo de la Academia
“Ante la proximidad de trascendentales elecciones presidenciales, la Academia Nacional de Periodismo considera necesario hacer algunas reflexiones dirigidas a quienes se postulan como futuros jefes del Poder Ejecutivo. Tales reflexiones son también oportunas porque vimos con asombro que los agravios y difamaciones al periodismo formaron parte de la competencia política durante la campaña electoral. En honor al rigor histórico, esas agresiones a la prensa fueron formuladas por uno de los candidatos presidenciales, que solo hizo generalizadas acusaciones contra periodistas.
“En tal sentido, la Academia subraya que la libertad de prensa no es un beneficio de los periodistas ni de los medios periodísticos; es, por el contrario, parte inescindible del derecho de la sociedad a estar debidamente informada. La prensa libre es una institución clave de la democracia, el sistema político que el 10 de diciembre próximo cumplirá 40 años desde su restauración en 1983. Ese feliz aniversario nos debería llevar a todos a reflexionar sobre el aporte que cada uno hace a la pacífica convivencia en el espacio público. Demasiados problemas asedian ya a la sociedad argentina como para que desde la política se construyan falsos enfrentamientos, que no tienen otro propósito que el beneficio propio.
“El periodismo argentino ha vivido momentos difíciles en las cuatro décadas pasadas, pero nunca se dejó amedrentar y, por el contrario, luchó para defender la libertad de prensa que consagran la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos incorporados a ella. Lo seguirá haciendo porque, conviene repetirlo, no resguarda un privilegio parcial, sino un atributo colectivo. Como todo grupo humano, el periodismo está integrado por personas que tienen estilos, modos y maneras distintas de ejercer la profesión y es, desde ya, perfectible. Es la profesión la que debe bregar por el perfeccionamiento propio. Por eso, la Academia rechaza de manera terminante y clara las acusaciones generalizadas al periodismo, y se niega a aceptar que la crítica a la prensa se convierta en parte natural de la competencia política”.
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