Kristalina Georgieva elogió al Papa y le aconsejó a América Latina "recaudar más y gastar mejor"

ROMA.- No bien comenzó su esperada ponencia en el aula magna de la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales (PACS), la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, personaje crucial en la renegociación de la deuda argentina, elogió sin medias tintas al papa Francisco, quien poco antes asistió al encuentro.

Como él, Georgieva tampoco habló de la Argentina, pero sí de América Latina, un continente al que aconsejó "recaudar más y gastar mejor", luchar con más fuerza contra la corrupción y la evasión fiscal.

Al comienzo de su disertación, la economista búlgara planteó: "La pregunta es: ¿cuáles son las nuevas prioridades para la economía global? Déjenme darles una respuesta corta: en las palabras del papa Francisco, 'el primer objetivo es poner la economía al servicio de las personas'".

Georgieva habló así teniendo a su derecha al ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, con quien anoche tuvo una primera reunión oficial, en la embajada argentina ante Italia de esta capital. "Esta es la bella descripción del mundo que queremos. Y es el mundo que necesitamos si enfrentamos los desafíos del siglo XXI", agregó.

Diferenciándose de su predecesora francesa, Christine Legarde -que tenía otra visión y estilo-, Georgieva subrayó que esto también tenía que ver con el liderazgo en los sectores público y privado. "En el mundo que necesitamos, estamos todos llamados a ser 'ministros' en el sentido original de la palabra: sirviendo no a nosotros mismos, pero siriviendo a los otros con una mente abierta y un corazón amable", sentenció.

La economista búlgara, que ya estuvo en otros foro de la PACS, donde es considerada "una amiga", como confió a LA NACION su titular, el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, trazó una panorama de la situación actual. Aunque hubo progreso en la economía gracias a la integración y cooperación global y los increíbles avances tecnológicos, hubo cambios importantes -la mortalidad infantil bajó a la mitad en los últimos 30 años y se redujo en varios partes la pobreza extrema-, todavía hay "sombras oscuras", debidas a la "excesiva inequidad". Georgieva citó un reciente sondeo global en la que la mitad de los encuestados dijo que "el capitalismo hace más daño que bien".

Acto seguido, en busca de crear una economía que esté al servicio de las personas, destacó tres áreas de acción: crecimiento inclusivo, ayudando a los países a fomentar una cultura de solidaridad; integración, promoviendo una globalización de la esperanza; y acción climática, para cuidad a nuestra casa común. Todos conceptos tomados de la eníclica Laudato Sí del Papa.

América Latina

Al hablar de crecimiento inclusivo, Georgieva directamente se refirió a América Latina, "que es la patria de muchos de ustedes en esta aula". Recordó que esta región también tuvo importantes progresos en la reducción de la terrible inequidad. Pero advirtió que como lo demostraron los estallidos sociales que hubo en diversos países (que no mencionó) en los últimos meses, hace falta hacer más.

"No es casual que el descontento tuvo lugar en países donde la brecha entre ricos y pobres demasiado alta y donde el crecimiento es demasiado bajo como para llevar mejores oportunidades a los que más lo necesitan", dijo. "De hecho, muchos que se consideran 'clase media' viven con miedo a que sus progresos puedan revertirse y puedan volver hacia las sombras de la pobreza", agregó.

Acto seguido, llamó a los países latinoamericanos a forjar una más fuerte cultura de la solidaridad, "que pueda reconstruir confianza y reconozca el sentido de dignidad que surge con buenos empleos, servicios públicos que funcionen y redes de contención más fuertes". "Esto significa invertir en las personas, no simplemente gastando más en escuelas y entrenamiento, sino mejorando la calidad de la educación. No simplemente expandiendo los programas sociales sino asignando el gasto más efectivamente para alcanzar a los más vulnerables", afirmó. "Se trata de políticas que ayudan a reducir la desigualdad de oportunidades", explicó.

"¿Cómo los países latinoamericanos pueden aumentar el gasto social e inversiones de infraestructura vitales, cuando la mayoría de ellos se enfrentan a espacio limitado en sus presupuestos?", preguntó la jefa del FMI. Y aseguró que "hay espacio" para aumentar la eficiencia del gasto, y margen para generar ingresos público en el mediano plazo. "Aquí el FMI está profundamente comprometido con nuestra capacidad de construir esfuerzos, apoyando a nuestros miembros a 'recaudar más y gastar mejor'", afirmó.

Sabemos que la corrupción obstaculiza el crecimiento y carcome las bases de la economía y de la sociedad

"El objetivo es que las políticas lleguen a las personas, por eso el FMI ha aumentado su foco en cuestiones de gasto público y aumentamos nuestra atención en programas de reformas que ayuden a los grupos vulnerables".

Georgieva también recomendó a los países latinoamericanos luchar en contra de la "oscuridad de la corrupción". "Sabemos que la corrupción obstaculiza el crecimiento y carcome las bases de la economía y de la sociedad; alimenta además creciente descontento, especialmente entre los jóvenes", indicó. Y consideró como un problema relacionado la evasión fiscal. "Globalmente, la riqueza en centros financieros offshore es estimada en 7 trillones, o el 8% del PBI mundial, y una gran parte de esto proviene de actividades ilícitas", denunció.

Destacando su diferencia con su antecesora francesa, Gerogieva al final dijo que si bien el FMI es visto como una institución muy dura, en verdad "tiene un corazón", algo que fue saludado por un fuerte aplauso.

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