Kirchnerismo duro: se alineó con Scioli a pesar de la distancia que tomó del Gobierno
Con el aval de la Casa Rosada, el candidato del FPV reforzó durante el debate su estrategia de alejarse de la gestión de Cristina Kirchner y habló de "un gobierno que termina el 10 de diciembre"; hay conformidad en el oficialismo
Con frases como "era lo que tenía que hacer" o "le habló al público que tenía que conquistar", el kirchnerismo duro dejó pasar la toma de distancia que Daniel Scioli ensayó anteayer durante el debate con Mauricio Macri. Ayer, los principales referentes del Gobierno se alinearon en la defensa de su candidato presidencial.
Con una estrategia acordada, que arrancó la semana pasada con el notorio paso al costado que dio Cristina Kirchner en el final de la campaña, los más cercanos colaboradores de la Presidenta apoyaron al gobernador bonaerense. Desde Carlos Zannini, su compañero de fórmula, hasta la cúpula de La Cámpora, que se vio en la presencia de Eduardo "Wado" De Pedro y Juan Cabandié, el núcleo duro del kirchnerismo rescató el eje central que expuso Scioli de apuntar al ajuste que supondría un gobierno de Macri, sin reparar en su claro despegue de la Casa Rosada.
Zannini fue el más enfático de la línea más cercana a Cristina Kirchner en defender al gobernador. Apenas salió del salón de actos donde se hizo el debate, definió que Scioli había "ganado por puntos" la discusión. En todas las notas que dio se concentró en remarcar que su compañero de fórmula había salido fortalecido. No por casualidad el secretario de Legal y Técnica fue uno de los pocos que asistieron a Scioli en los dos cortes que tuvo el debate, junto a Alberto Pérez y Gustavo Marangoni, dos de los funcionarios más cercanos al gobernador.
Los consejos de Zannini estuvieron estudiados. En su regreso al atril Scioli se mantuvo en la misma estrategia: defender las políticas centrales del kirchnerismo, pero tomar distancia de las formas, el lugar al que Macri lo llevó en la hora y media que duró la discusión.
"Se vio el éxito de la estrategia que habíamos planificado", se sinceró Zannini en una de las tantas entrevistas que dio cuando lo consultaron justamente por esa distancia. Su alineamiento fue incluso mucho más allá. Dijo que la "especulación" que hizo Macri "era enredarlo a Scioli con debates que son del pasado", ante la pregunta sobre cómo había respondido el candidato del oficialismo a las vinculaciones que le había hecho su contrincante para debatir sobre el kirchnerismo. En una declaración calcada de la que dio el propio gobernador durante la discusión pública, Zannini aportó: "Scioli va a presidir un gobierno que empieza el 10 de diciembre, como se lo dijo varias veces". Y hacia el final, remató con un "estamos todos contentos con él", en alusión al desempeño de su candidato presidencial.
Si las presencias anteanoche en la Facultad de Derecho de la UBA hablaron por sí solas de una estrategia coordinada, también lo demostraron las ausencias, como la del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, identificado por el sciolismo como el responsable de haberlo hecho bajar sus números con su candidatura fallida a gobernador bonaerense.
La principal artífice de la nueva dinámica de la campaña fue Cristina, que aceptó correrse del centro de la escena para dejarle mayor protagonismo a Scioli. El último acto que encabezó la Presidenta fue hace diez días en el Polo Tecnológico. Desde entonces, dejó algunos tuits en su cuenta personal, pero no se mostró más en campaña.
"Habló de las políticas del kirchnerismo", defendieron a Scioli en la agrupación juvenil creada por Máximo Kirchner, para demostrar que no había malestar. En la etapa final antes de las elecciones, el oficialismo intenta dejar atrás las diferencias internas.
Posteriormente al debate, los representantes del Gobierno y del sciolismo acapararon los medios para reforzar el mensaje. Según la lectura que hacían en la Casa Rosada, creían que Scioli, más allá de su nerviosismo inicial, había logrado insistir en un solo concepto para forzar definiciones. Todo el tiempo y ante cualquiera de los cuatro temas de los que habló incluyó las palabras ajuste y devaluación, además de insistir en el archivo de cómo votó Macri las leyes más destacadas de los 12 años de kirchnerismo.
La consigna que había llevado Scioli estaba estudiada. "No podía ponerse a responder cada cuestión del Gobierno porque Macri lo aprovecharía, por eso se ideó una fórmula única que mantuvo durante todo el debate", explicó uno de los asesores que tuvo el gobernador. Así, usó frases como "no pierda su tiempo en debatir con un gobierno que termina el 10 de diciembre" para cerrar la discusión.
Después de tantas heridas internas, finalmente el oficialismo guardó las críticas y se alineó sin matices con la estrategia del gobernador.
Randazzo otra vez se distancia
- El gabinete nacional casi completo publicó ayer una solicitada en apoyo de Daniel Scioli. Pero en las firmas falta un ministro. Se trata de Florencio Randazzo, actual titular de la cartera de Interior y Transporte, enfrentado al gobernador bonaerense y fallido candidato para disputarle la interna presidencial.
- Tras el debate, el gabinete mostró su apoyo con un texto titulado: "El valor del miedo y el coraje". Incluso, firma Aníbal Fernández, que mantuvo fuertes diferencias con Scioli en la campaña.
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