Kirchner define en las próximas horas si Quantín continúa
Le critica falta de manejo de la policía
El secretario de Seguridad Interior, Norberto Quantín, podría convertirse en cuestión de horas en el primer funcionario que Néstor Kirchner separa de su gestión, según confiaron a LA NACION tres fuentes que gozan de la confianza presidencial.
El ministro de Justicia, Gustavo Beliz, dijo anoche que Quantín estaba trabajando en su despacho. "Es un hombre de bien", afirmó Beliz, pero no avanzó. Casi al mismo tiempo, pero en el Tango 01, se habló de que cuando vuelva mañana de Venezuela, Kirchner tomaría la decisión de pedir la renuncia de Quantín.
La razón por la que el Gobierno evitó ayer profundizar la crisis por el manejo de la seguridad en las protestas violentas fue para separar el cambio de jefe de la Policía Federal de la salida del secretario de Seguridad Interior.
El Presidente no cuestiona la honestidad de Quantín, cualidad personal que también destacó el ministro de Justicia. Pero Kirchner cree, y así lo hace saber en privado, que el ex fiscal no tiene el manejo de la policía y no cumplió con la orden dada desde la Presidencia: tener más presencia policial en las protestas sociales.
Lo que se busca ahora en el Gobierno es preservar la estabilidad en el gabinete de Gustavo Beliz. En los últimos días se habló del alejamiento del ministro de Justicia, pero éste fue ratificado por los hombres que mejor conocen al Presidente.
Kirchner asegura que dos días antes del feroz ataque a la Legislatura tuvo una reunión con Beliz, Prados y el secretario de Seguridad, en la que también estuvo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Allí Kirchner habría instruido a sus funcionarios para que reforzaran la presencia policial en las protestas futuras. Habló de incrementar la cantidad de policías, vallados y hasta de camiones hidrantes. Pero, aclaró, no quería armas.
El Presidente se habría ofuscado con Quantín, y en menor medida con Beliz, porque eso no se cumplió y ocurrió el desastre en la Legislatura. Sin embargo, el círculo íntimo presidencial admite que fue Kirchner quien frenó todos los pedidos de Beliz y Quantín para enviar policía el viernes último a la Legislatura y hasta impidió que fueran los carros hidrantes.
"En el momento del desastre no se puede echar más nafta", sostuvo entonces el Presidente.
Todo esto fue negado ayer por fuentes del Ministerio de Justicia y por la Secretaría de Seguridad a LA NACION.
Negaron la existencia de una reunión. Sostienen que el Presidente había ordenado a Beliz todo lo contrario: pidió que haya los menos policías posibles, que casi ni se note y hasta habría exigido que ningún policía tuviera contacto físico con los manifestantes.
Además, creen que es una maniobra del Presidente para no admitir que después de los incidentes cambió su política de seguridad.
La existencia de dos versiones tan opuestas refleja la crisis que existe entre el Presidente y los funcionarios que manejan la seguridad.
En las últimas horas, el Gobierno explicó que la salida de Prados se debió a su negativa a cumplir la orden que, en su despacho, le había dado Kirchner a Beliz antes de viajar hacia a Bolivia: que en los operativos de ayer no hubiera policías con armas. Por eso, dicen, fue Néstor Vallecca, el nuevo jefe de la Federal, quien se hizo cargo del dispositivo de la víspera.
Sin embargo, también existe una versión contradictoria en este punto: fuentes de extrema confianza del Presidente dijeron que ayer se habían detectado armas en la tercera línea de formación de los policías que rodearon la Legislatura y esto habría desencadenado la remoción de Prados.
Horas después, Beliz, acompañado por el vicepresidente Daniel Scioli a cargo del Ejecutivo, elogió el procedimiento encabezado por Vallecca. Prados ya había tomado la decisión de irse por disentir de las órdenes que el Presidente le había dado a Beliz.
El Gobierno dio anoche por cerrada la crisis con la conducción en la policía y ahora Kirchner deber resolver la continuidad, o no, de Quantín.
Después de los incidentes en la Legislatura, el Presidente había criticado a Quantín porque no tomó medidas de prevención. Nunca cuestionó a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y buscó preservar al ministro de Justicia.
Lo que no comparte Kirchner con Quantín es su visión de cómo tiene que actuar la policía y ha dicho que un fiscal (Quantín no renunció a su cargo) tiene una forma de proceder que no se compatibiliza con la de un funcionario a cargo de la seguridad.
El Presidente buscaría que el alejamiento de Quantín sea lo menos escandaloso posible. Sin embargo, cerca del funcionario anoche afirmaban que sería Quantín el que se iría antes de que le "inventen" cosas. Al invento que se referían es la versión del Gobierno de que le habían ordenado poner más policía antes de los incidentes de la Legislatura y no habría cumplido. La tensión, anoche, era extrema.
Más leídas de Política
"Cruzados de Milei". El tuitero estrella de los libertarios presentó una agrupación como el “brazo armado” de La Libertad Avanza
Traspaso, privatización o "tercerización". El Gobierno busca desprenderse de hospitales y choca contra el rechazo de Kicillof
En modo campaña. Cristina Kirchner afirmó que “la condena y la proscripción son un vuelto” y dijo que no se "arrepiente de nada"