Kirchner-Báez: una relación de negocios millonarios sellada durante décadas con compras, alquileres y escrituras
El vínculo entre la familia de la vicepresidenta y el empresario santacruceño está documentada con una profusión de transacciones en Santa Cruz
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EL CALAFATE.- Juntos y a la par. Así fue el vínculo público y privado entre los Kirchner y Lázaro Báez durante más de una década en que un modesto gerente de banco se convertía en el empresario de la construcción favorito de la obra pública, el más poderoso de Santa Cruz. En ese tiempo realizó numerosas operaciones con Néstor y Cristina Kirchner: compartió fideicomisos, les alquiló propiedades, gerenció sus hoteles, pagó por la ampliación de uno de ellos y hasta lo sumaron a un condominio que aún mantienen. Pero Cristina Kirchner insiste en negarlo como socio.
Lo público y lo privado transcurrió en paralelo, aunque es difícil interpretar una esfera disociada de la otra. Entre 2004 y 2015 Báez, a través de su empresa Austral Construcciones SA, se quedó con la mayoría de las obras públicas que se realizaron en Santa Cruz, en especial la construcción y el asfalto de cientos de kilómetros de rutas, 51 de esas obras fueron analizadas en la causa Vialidad. En paralelo también alquiló tres hoteles de los Kirchner: el Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea de El Chaltén, y hasta otras operaciones más personales, como convertir un condómino de un terreno de 87 mil metros cuadrados. El mismo fue puesto a remate la semana pasada, por el 50% que le pertenece a Báez, pero no se presentó ningún oferente.
La mayoría de esos datos fueron revelados por el periodismo en la última década. Sin embargo, a la justicia de Santa Cruz nunca le llamó la atención que el principal ganador de obra pública realizara — en la provincia y no en otros distritos alejados- una profusa actividad comercial con quienes fueran presidentes. No se abrió una sola causa en la justicia local. Ningún fiscal actuó de oficio, ni siquiera para que luego sea archivada.
Esas relaciones pródigas y fructíferas dejaron huellas: escrituras, registros públicos y boletos de compraventa que unieron los apellidos de ambas familias. Cuando en diciembre de 2015, con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, se interrumpieron los pagos de certificaciones de obra a Austral Construcciones y las empresas constructoras de Báez entraron en la debacle, fue la actual gobernadora Alicia Kirchner, quien debió ejecutar el divorcio de las dos familias y ordenó la quita de 24 obras públicas que aún estaban en ejecución en la provincia. En ese momento negó la relación de ambas familias, sin embargo, seis años antes, el empresario había comprado una casa que ella habitó.
Las operaciones más relevantes
En 18 de las 33 propiedades que figuran en la sucesión de Néstor Kirchner o a nombre de la empresa familiar Los Sauces S.A., existieron operaciones comerciales con Lázaro Báez. En buena parte de ellas, el diputado Máximo Kirchner selló el negocio con su firma en representación de sus padres o como presidente de la sociedad. Fueron al menos 20 operaciones comerciales que marcaron ingresos exponenciales para los beneficiarios. Hubo operaciones aisladas y otras “en combo”.
Fideicomiso de 10 departamentos: En 2005 se constituyeron un fideicomiso para construir 10 departamentos. Kirchner puso el terreno y el empresario aportó $710 mil para la construcción de los inmuebles. La obra se terminó el 2 de mayo del 2007. Al final de la obra, Báez le vendió sus cinco departamentos y Kirchner pagó $350 mil, la mitad de lo que Báez había invertido en la construcción.
Permuta y condominio de 87 mil hectáreas: Para el 2006 Cristina Kirchner necesitaba ampliar el hotel Los Sauces, y lo hizo sobre la Quinta 10, que era de Báez para lo cual concretaron una permuta: ¿Qué le dieron? La mitad del condominio de casi nueve hectáreas aquí en El Calafate y que aún comparte Austral Construcciones, solo que ahora los condóminos son Máximo y Florencia Kirchner. El 50% parte de Báez fue a remate la semana pasada dentro de la Quiebra de la constructora. No se presentó nadie
El pago de la ampliación del hotel Los Sauces: Los Kirchner, le encargaron a Báez la ampliación del hotel Los Sauces. En septiembre del 2006, Cristina Kirchner le cedió un terreno adquirido como fiscal en 2005 como contraparte del trabajo que él realizaba en el Hotel Los Sauces. El terreno había sido adquirido como tierra fiscal dos años antes. En el acta se acordó que el pago a Báez era por $1.644.570 más IVA. Esa retribución se realizaba con un terreno que Cristina Kirchner le había comprado al municipio dos años antes por 45 veces menos ese valor: $35.000.
Las 10 operaciones de inmuebles en las que Máximo fue intermediario: solo entre 2008 y 2009, Báez compró a los Kirchner 10 inmuebles en la ciudad de Río Gallegos y fueron reveladas por este medio en 2013. Báez les pagó a los Kirchner $ 4 millones y los escrituró a nombre de su empresa insignia. En la DDJJ jurada de 2009 la pareja presidencial afirmó que su patrimonio había crecido 158%. Lo que no aclararon es que Báez había sido su principal comprador: le vendieron 4 terrenos, 3 departamentos céntricos, 2 casas y un local comercial.
La venta de la casona de la calle Maipú a Epelco S.A.: En 2003 los Kirchner le compró a Roberto Gotti por US$170.000 una casona de 550 mts en el centro de la ciudad. Para venderla en 2008 a Baéz a través de la firma Epelco SA. Por el chalet en Río Gallegos declararon haber obtenido un ingreso de $3.170.000.
Dos complejos de departamentos entre Los Sauces y Báez: En la esquina Alvear y Tucumán, perteneciente a Los Sauces SA, de los Kirchner, la firma de Baez, Loscalzo y Del Curto construyó un edificio con cuatro departamentos. Fueron alquilados por Kank y Costilla. Martin Baez pagó 18 cheques por $1.652.422 entre (2009 y 2015) por esos alquileres. Un caso similar se dio en un complejo de departamentos sobre la calle Mariano Moreno al 882 de Río Gallegos. Baez los construyó y luego se los alquiló a los Kirchner.
La Aldea de El Chaltén: En 2009 Los Sauces SA (de los Kirchner) adquirió la hostería La Aldea en El Chaltén. Máximo Kirchner formalizó la compra ante el escribano Albornoz por $200 mil. El gerenciamiento fue entregado a Báez. Desde 2016 el hotel está cerrado y vacío en una localidad con crisis habitacional por la falta de tierra para sus pobladores.
La cesión inversa y una operatoria en dólares: Según los registros inmobiliarios consultados y revelados por LA NACION en 2016, Báez adquirió ese predio a través de Austral Construcciones por US$ 97.000 en marzo de 2007 y en 2010 se lo vendió, por el mismo valor, a Los Sauces SA. Así quedó asentado bajo la firma del escribano público Leandro Albornoz.
Gerenciamiento de hoteles Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea: el negocio más jugoso entre Báez y la familia Kirchner fue el del alquiler de habitaciones de hotel, que nunca se llegaron a habitar. LA NACION reveló a finales de 2013 que 7 empresas de Báez firmaron acuerdos retroactivos y confidenciales con el hotel Alto Calafate de los Kirchner a mediados de 2010. Durante más de un año desembolsó $ 10,1 millones por 935 habitaciones que nunca fueron ocupadas. Durante ese mismo período, Báez también pagó $ 3,2 millones para alquilar la hostería Las Dunas, ubicada sobre la “Fracción C1A” que, de acuerdo con los registros oficiales, fue adquirido por Néstor Kirchner en febrero de 2008. El alquiler de habitaciones se dio, además, mientras Valle Mitre SA, otra de las empresas de Báez, gerenciaba el hotel Alto Calafate, Las Dunas y la Aldea de El Chaltén. En 2013, después de las sospechas de lavado de dinero, fue apartado de la gerencia de los hoteles, pero continuó con la obra pública en la provincia.
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