Kicillof volvió a reunir a su tropa en un acto tras la tensión con Cristina y criticó a Milei por “vendepatria”
Estuvo en San Pedro, desde donde envió un mensaje a la interna de Unión por la Patria, mientras crece el malestar de un sector de La Cámpora con el mandatario
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LA PLATA.-El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hizo una demostración de fuerza en San Pedro acompañado de un grupo de intendentes movilizados bajo la consigna: “Es con Axel”. El acto se produjo después de la dura disputa que mantuvo con Cristina Kirchner por la conducción del peronismo.
Kicillof fustigó al presidente Javier Milei y a “los vende patrias que gobiernan”. La crítica tuvo nombre y apellido. “Le digo a Milei: hay que proteger la producción nacional. Lo entiende Trump. Y acá nos quieren entregar de pies y manos”, dijo el mandatario. Y agregó: “Da vergüenza la entrega del gobierno de Milei”, dijo y calificó al Presidente como “un figureti con ansias de llamar la atención”.
“Hay que ser necio, obtuso para hacer tanto daño a la República Argentina. Hay cosas que no se venden ni se pueden comprar- dijo Kicillof- Entre ellas está la soberanía”. Criticó además al Presidente por “romper con la hermandad latinoamericana” y denunció “traición a la soberanía”.
Kicillof sugirió, además, que irá a la Justicia por la posible privatización de la Hidrovía, cuyo afluente es el Río Paraná, al lado del lugar donde se montó el escenario para el acto por el día de la soberanía nacional. “Milei no puede privatizarla. Es una clara violación a la Constitución Nacional. Lo dice el artículo 124: las provincias son las encargadas de definir sobre los recursos naturales que pasan sobre sus territorios. Es nuestro territorio, nuestro río”, advirtió.
El mandatario presidió un acto en el monumento Batalla Vuelta de Obligado, convocado para celebrar la soberanía nacional junto al intendente local, Cecilio Salazar. Debajo del escenario lo aplaudieron una decena de alcaldes de Unión por la Patria, la mayoría de la segunda sección electoral. También estuvieron los alcaldes de Ensenada, Mario Secco; Avellaneda, Jorge Ferraresi; de Florencio Varela, Andrés Watson y de Berisso, Fabián Cagliardi.
“Ojala que este movimiento logre la unidad. La gente hoy nos pide unidad. Basta de pelearnos. Recuerden compañeros: es con Axel”, dijo Salazar. Un tiro por elevación a la interna del Partido Justicialista, donde no sólo se pone en duda el proyecto presidencial del gobernador, sino también hay obstáculos a su gestión de parte del camporismo.
Kicillof no se refirió a la interna del Partido Justicialista. En el acto se vieron banderas de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), y de otros movimientos sindicales aliados al gobernador. Entre las pancartas se levantaron algunas con la consigna: “Es Axel”.
Fue en una señal hacia la interna mientras Cristina Kirchner - presidente del Partido Justicialista de la Nación- camina el territorio bonaerense e ignora las señales del mandatario para negociar gobernabilidad y candidaturas.
El gobernador le dio un respaldo en redes a Cristina Kirchner la semana que pasó, cuando se conoció la ratificación de la condena en la causa Vialidad. Sin embargo la ex presidenta aún mantiene distancia por lo que considera deslealtad del mandatario por no apoyarla explícitamente en su proyecto por quedarse con la conducción peronista.
Máximo Kirchner fue el encargado de expresar el malestar y poner en dudas el proyecto político de Kicillof, al negar el fin de semana que Kicillof esté “predestinado” a ser el candidato a presidente del Partido Justicialista en 2027.
El líder de La Cámpora fue más allá: presidió un acto en La Matanza para poner el busto de Néstor Kirchner retirado de la Agencia Nacional de Seguridad Social en el Sindicato de Empleados de la ANSES. No invitó al gobernador, ni a la vicegobernadora Verónica Magario, pero sí a varios intendentes peronistas que reconocen su liderazgo, como Gastón Granados (Ezeiza) y Mayra Mendoza (Quilmes).
La intendente de Quilmes expresó en público ayer su enojo con el gobernador por el armado territorial de Jorge Ferraresi (Avellaneda), un aliado del mandatario provincial.
Kicillof necesita equilibrio para gobernar: ya comenzó a negociar con 42 intendentes peronistas los términos de una reforma política. Los alcaldes piden a cambio que se derogue una ley que limita las reelecciones indefinidas. Sergio Massa -desde el Frente Renovador- no apoya esta modificación, pero ya comenzó a hablar con Kicillof sobre los términos de la reforma: su aval es clave dado que un hombre de su confianza, Alexis Guerrera, presidirá la Cámara de Diputados en el próximo periodo de sesiones ordinarias.
En cambio Cristina Kirchner evita dialogar con el gobernador. La reforma política supone desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales –una alternativa que no favorece una eventual candidatura a diputada de la expresidenta para 2025.
En lo inmediato el gobernador necesita un consenso más amplio: ya comenzó a negociar los detalles del presupuesto y la Ley Impositiva 2025. El paquete económico es más amplio e incluirá una amplia negociación política.
Sin quórum propio el gobernador ya anticipó personalmente los trazos de esta reforma a Massa y a los alcaldes. Todos estos actores coinciden en negarse a aceptar la Boleta Única de Papel impulsada por el Congreso de la Nacion. La mejor alternativa para Kicillof es desacoplar los comicios del año que viene.
Kicillof necesita consenso con sus aliados internos de La Cámpora y del Frente Renovador para avanzar en todos los asuntos que hacen a la gobernabilidad mientras da muestras de fuerza de cara a 2027.
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