Kicillof transmite un mensaje de austeridad para acotar expectativas
A intendentes, gremialistas y acreedores les envióel mismo concepto; busca focalizarse en la gestión social
El mensaje de Axel Kicillof para los intendentes bonaerenses fue claro: se viene una etapa de austeridad. No hay un peso para nada. Y el llamado es un síntoma del diagnóstico que tiene el gobernador electo de la provincia de Buenos Aires y un prenuncio de cuál va ser su respuesta ante cada reclamo que tenga que enfrentar.
Los equipos técnicos de Kicillof tendrán números más concretos a partir de mañana cuando comience la etapa de la transición más concreta, con Federico Salvai, jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, al frente.
Las prioridades del futuro gobierno de Kicillof son esencialmente las sociales, a tal punto que uno de sus planes ya definidos es mantener abiertas las escuelas durante el verano para dar de comer a los chicos y atenderlos con actividades recreativas y pedagógicas, según dijo a LA NACION uno de los colaboradores del intendente electo.
No todas las escuelas, sino una parte de ellas. No es un plan nuevo, de hecho, ya se intentó en el final del sciolismo y aun con María Eugenia Vidal. Es algo que coordinan los municipios con la Dirección General de Escuelas, que arma los programas aprobados por Desarrollo Social.
Más allá de esta emergencia, las otras dos cuestiones que deberá afrontar el nuevo gobierno desde el 10 de diciembre son pagar los sueldos de los empleados estatales y negociar la paritaria docente con los maestros.
En ese sentido, supuestamente el gobierno de Vidal dejaría fondos como para los salarios públicos hasta enero. Con respecto a la negociación salarial con los docentes, fuentes del peronismo bonaerense dijeron que Axel Kicillof ya se comunicó con el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel.
Habrían conversado de la pauta salarial y del perfil del futuro ministro de Educación de la provincia, que será el interlocutor en la negociación.
Baradel ya anticipó que espera un compromiso de recomposición salarial para que comiencen las clases. Contó además que en una reunión reciente con el presidente electo, Alberto Fernández, le entregó una lista de pedidos, entre los que estaba el restablecimiento de la paritaria nacional docente.
Según Baradel, el presidente electo demostró una "buena recepción". Se trabajará sobre la infraestructura docente, pero con trabajos de bajo costo y alto impacto, especularon intendentes.
Kicillof se reunió esta semana con los intendentes electos. Algunos de ellos que conversaron con LA NACION interpretaron que el mensaje de Kicillof de austeridad y alarma ante la situación económica provincial es auténtico, aunque también es una manera de agudizar la situación para capitalizar cualquier mejora. Instalar la crisis le permitiría negociar mejor con propios y ajenos, según su evaluación.
Entre ellos están los acreedores externos con los que la provincia mantiene deudas. Kicillof ya anticipó que las renegociará junto con el gobierno nacional. Se rediscutirá la deuda y se reperfilará buscando acordar nuevos plazos de pago.
Otras de las prioridades, dijeron fuentes del PJ, será dinamizar el Banco de la Provincia de Buenos Aires para darle un rol social específico y que funcione como motor del consumo de las pymes de la provincia, una obsesión de Kicillof en su campaña, cuando habla del perfil productivo de la provincia.
Influirá en ese sentido trabajar sobre las obras de infraestructura para bajar los costos de logística que afecta el incremento de precios. También renegociar las tarifas, sin que las empresas dejen de lado la inversión.
La austeridad que pregona como marca de su gestión va de la mano de una mirada firme sobre los costos de la política y una especial atención a tener una política de control de la corrupción en las contrataciones provinciales.
Estas ideas tienen en el PJ respecto de la gestión. Ahora cuando se habla de la política se imaginan una gestión centralizada en pocas personas. Un núcleo íntimo de decisiones, entre los principales colaboradores de Kicillof: el exsecretario de Comercio Augusto Costa; el exsecretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Carlos Bianco; el rector de la Universidad Nacional de José C. Paz, Federico Thea, y la politóloga especialista en Educación Agustina Vila.
Los intendentes creen que en ese núcleo incidirá la opinión de la vicepresidenta electa, Cristina Kirchner, que tiene línea directa con Kicillof, mano a mano, lo que permitirá el acceso de algunos militantes de su confianza al gobierno bonaerense, vedado para los intendentes o sus colaboradores.
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