Kicillof sostiene a Berni hasta que se expida la justicia y evalúa crear un cuerpo especial para eventos masivos
En La Plata aseguran que actuarán “en consecuencia” si el ministro tuvo responsabilidad penal; no hay candidatos para reemplazarlo; críticas de Máximo Kirchner y fuerte operativo en Gimnasia
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Funcionarios de la administración de Axel Kicillof destinaron parte de su jornada del martes a escuchar la modulación de la policía bonaerense durante la noche del partido Gimnasia - Boca que terminó con crudas escenas de represión con balas de goma y gases lacrimógenos, además de un hincha fallecido. En La Plata detectaron el momento en el que se ordenó el cierre de puertas porque presuntamente había tribunas al 95%, pero cerca del gobernador aún no tienen claridad sobre qué detonó el desborde policial y hasta dónde escalan las responsabilidades.
Kicillof dijo que actuará “en consecuencia” si la justicia determina que su ministro de Seguridad, Sergio Berni, tuvo responsabilidad penal sobre los hechos. Pero el gobernador no es proclive a apartar a Berni de su gabinete. No solo por el volumen político del funcionario -que quiso romper con el kirchnerismo pero al final del día le debe fidelidad a Cristina Kirchner- sino por una cuestión operativa: Kicillof, reconocen cerca suyo, no tiene a nadie más para ubicar al mando de las fuerzas de seguridad provinciales. Es una silla tan difícil que no hay candidatos potables.
El gobernador, por caso, dialogó de lo sucedido en el estadio de Gimnasia con Alejandro Granados. Pero el hombre fuerte de Ezeiza, a quien muchos se refieren como el “sheriff”, es solo un consultor externo y no tendría voluntad de volver a ese ministerio provincial. “No podemos hacer volar a un ministro de Seguridad ante la primera circunstancia, porque la provincia no puede estar ni cinco minutos con ese cargo vacante, es delicado”, justifican en La Plata.
Berni, que suele decir que su renuncia siempre está a disposición del gobernador, en los últimos meses optó por sostener su relación operativa con Kicillof a pesar de haber anunciado a principios de año que se iba del kirchnerismo y que cortaba “el cordón umbilical” con Cristina Kirchner. “Berni le hace de pararrayos a Axel, que se siente incómodo con el tema de la seguridad. Y el cargo también le sirve a Sergio para mostrarse presente y proyectarse”, dijo un dirigente que conoce muy de cerca al ministro de seguridad bonaerense.
La vicepresidenta, en tanto, todavía ejerce una fuerza de gravitación hacia el ministro bonaerense. Luego de que ella fuera atacada por Fernando Sabag Montiel en Recoleta, él la visitó en el Senado y le dio su punto de vista sobre los hechos. Pero Máximo Kirchner no está, en este caso, en la misma sintonía política que su madre. Ayer, en la reunión del PJ bonaerense en la Plata, aseguró una represión como la que ejecutó la policía en el bosque platense “no puede pasar en un gobierno peronista” y agregó: “Debemos hacernos cargo de las cosas que no se hacen bien y no patear la pelota afuera”.
Cuerpo especial
El episodio de La Plata tuvo un alto costo político interno para Kicillof. La Cámpora cuestionó al accionar policial públicamente y Máximo Kirchner -sin nombrar al ministro- envió un mensaje en el mismo sentido durante la cumbre del PJ bonaerense, ayer. Algunos de los participantes de ese encuentro entendieron que el cuestionamiento del hijo de la vicepresidenta también alcanzaba al gobernador. Kicillof, que por ahora solo apartó al jefe del operativo, dijo tras el episodio: “Nuestro Gobierno no promueve la violencia institucional, no la encubre, ni la tolera”.
“Queremos que la justicia determine lo que pasó para empezar a recomponer el daño político. Hay una investigación de asuntos internos de la bonaerense pero sabemos que lo que se defina ahí va a estar cuestionado, tiene que ser la justicia la que se expida”, repiten cerca del gobernador.
En la gobernación tomaron nota de que pocos días antes del partido de Gimnasia y Boca había sido reemplazado el jefe de la Departamental de La Plata, aunque no tienen ninguna prueba de que hayan incidido cuestiones internas de la estructura policial. Berni, que no abona esa hipótesis, se ocupó de aportar pruebas del reparto de entradas de cortesía al encuentro deportivo por parte del club local.
“En La Plata siempre hubo tensión policial y además para estos operativos se traen uniformados de distintas procedencias, que en general hacen horas cores (servicios fuera de horario)”, comentó un colaborador que conoce de cerca el funcionamiento del ministerio.
En la provincia evalúan crear un “cuerpo especial” para eventos masivos, con policías formados especialmente para abordar ese tipo de operativos. La decisión está casi tomada, pero aún deben resolver cuestiones de recursos humanos, cuando hay un fuerte déficit de personal para contener la inseguridad en la provincia. Kicillof, que ya está lanzado a pelear por la gobernación, necesita dar vuelta la página lo antes posible.
Pero mañana le recordarán, en la propia capital provincial, que la represión de la Policía bonaerense en el estadio de Gimnasia no pasará como una más. La multisectorial de derechos humanos de La Plata, Berisso y Ensenada marchará para “exigir justicia” por la muerte del hincha César “Lolo” Regueiro. “La continuidad de Berni en el ministerio de Seguridad es inaceptable”, sostuvo el diputado provincial Guillermo Kane, del Frente de Izquierda Unidad.
Mientras tanto, en las inmediaciones de la cancha de Gimnasia se multiplicaron remeras con la leyenda “no fueron incidentes, fue represión”. Los hinchas también portaron una bandera con la inscripción “A Lolo lo mató la policía”. El operativo de seguridad fue numeroso, con cientos de efectivos tanto fuera como dentro del estadio.
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