Kicillof se mostró leyendo “Cometierra”, el libro del plan de lecturas bonaerense que Villarruel tildó de “degradante e inmoral”
El gobernador de la provincia de Buenos Aires compartió una foto con un ejemplar del libro de Dolores Reyes, criticado por sus escenas de sexo explícito y menciones a temáticas como el aborto
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Luego de que la vicepresidenta Victoria Villarruel criticara el plan de lecturas para estudiantes del nivel medio en la provincia de Buenos Aires, al considerar que los libros que incluye el programa son “degradantes”, “inmorales” y “sexualizan a los chicos”, el gobernador bonaerense Axel Kicillof compartió una imagen suya con un ejemplar de “Cometierra” de Dolores Reyes. “Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura”, escribió junto a la foto en X.
Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura. pic.twitter.com/RTmOqqYBdC
— Axel Kicillof (@Kicillofok) November 17, 2024
La última semana, a través de una publicación en su cuenta oficial de Instagram, Villarruel compartió dos fragmentos de la novela de Reyes. Junto a los apartados, había escrito: “Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Axel Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse”.
“¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños! ¡Con los chicos no! (Perdonen lo explícito pero esto no es educación y los padres no deben permitir que se sexualice a sus hijos)”, reclamó en la publicación.
La defensa de Sileoni
La obra despertó críticas de otros referentes del oficialismo por una escena de sexo explícito y menciones a temáticas como el aborto. El director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, en tanto, respondió a los reproches del Gobierno e incluso defendió el material educativo que se reparte en los centros de enseñanza bonaerenses al asegurar que no se trata de educación sexual sino de un tipo de “arte” que “propone otra mirada y permite hablar las cosas de otra manera”.
El director general de Cultura reivindicó así el programa “Identidades Bonaerenses”, una colección de más cien libros de narrativa, novela gráfica y poesía que fue lanzada en 2023 con el aval de las autoridades políticas y educativas de la provincia de Buenos Aires y se distribuyó en bibliotecas.
“Son herramientas para las bibliotecas y los docentes. No se obliga a nadie a leerlos y no son para niños”, explicó y agregó: “Si hay libros que tienen temática política, escenas de sexo o lenguaje soez, esos no van para secundaria básica sino para la orientada, de 16 a 19 años. Y requieren de acompañamiento docente”.
El funcionario remarcó además la importancia de este tipo de contenidos si se tiene en cuenta que los estudiantes “están inmersos en el desarrollo de la sexualidad desde mucho antes”. “Hoy están a un clic de la computadora acceden a la más brutal pornografía. Esto no es pornografía, esto es literatura”, subrayó.
Respecto de la escena de sexo explícito dentro de Cometierra, Sileoni opinó: “Aunque no lo crean, esa escena puede convertirse en una escena pedagógica en el aula. Eso es la literatura. No acepto la palabra ‘aberrante’, porque son materiales muy probados y una gran cantidad de estas escritoras son multipremiadas. Es un modo de cuidar a los chicos del modo que no lo hacen otros sectores de la sociedad”.
Asimismo, destacó que la escuela “es un buen lugar para escuchar a los jóvenes” y apuntó: “Hay sectores que los quieren meter presos a los 12 años y se escandalizan porque a los 17 años leen alguna obra de arte. Es un tiro por elevación al gobernador [Axel Kicillof] y a la educación sexual que previene embarazos no intencionales”.
De esta manera arremetió contra algunas de las medidas del gobierno del presidente Javier Milei, al que también cuestionó por dichos que tuvo en el pasado, como la comparación que hizo entre el Estado y “un pedófilo en un jardín de infantes, con los nenes encadenados y bañados en vaselina” durante una entrevista periodística.
“Es un pensamiento oscuro, del dominio de la psiquiatría. Esto son cosas oscuras y pornográficas. Eso no concita el menor escándalo social, pero media carilla de un libro provoca el escándalo que provoca... Esa es la sociedad argentina”, lamentó en diálogo con Eduardo Feinmann por Radio Mitre.
También destacó la importancia de mantener programas como el de Educación Sexual Integral (ESI): “En 2010, el porcentaje de mujeres de 15 a 19 años con hijos era del 13% y en 2022 fue del 6%. La ESI, más los programas de embarazos no intencionales, bajan los porcentajes de embarazos y evitan abusos intrafamiliares”.
“La escuela no niega la diferencia entre el hombre y la mujer, no enseña prácticas sexuales, no alienta la homosexualidad y/o la transexualidad, no enseña a abortar. ¿Sabe lo que hace la escuela? Te acepta como sos. En eso la escuela es mejor que la sociedad; no los discrimina, no los persigue, no los mete en cana. Hay una diferencia sustantiva”, manifestó Sileoni y consideró que es importante que sea la escuela la que da estos contenidos ya que “los padres a veces están y a veces no”.
Denuncia penal por “abuso de autoridad y corrupción de menores”
A pesar de la explicación de Sileoni, el plan de lecturas continuó siendo objeto de fuertes críticas en los últimos días desde distintos ámbitos políticos y educativos. La Fundación Morelli -que se dedica a “salvaguardar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes”- hasta presentó una denuncia penal ante el Departamento Judicial de La Plata contra el funcionario por “la divulgación de textos como pornografía infantil y corrupción de menores con contenidos sexuales”.
En el texto, que fue firmado por la presidenta de la entidad, Bárbara Vaquero Morelli, apuntan a la presunta violación de varios artículos del Código Penal y de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Los libros que quedaron bajo el ojo de la tormenta, además de Cometierrra, son: Las Primas, de Aurora Venturini; Si no fueras tan niña, de Sol Fantin; y Las Aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara.
En la demanda presentada ante la Justicia el pasado jueves se acusa al funcionario del gabinete de Axel Kicillof de haber permitido la distribución de material educativo que contiene fragmentos de contenido sexual explícito a menores de edad en establecimientos educativos de la provincia y de cometer abuso de autoridad. Los textos, dirigidos a adolescentes de entre 14 y 15 años contienen pasajes explícitos que, según la denuncia, exceden ampliamente los límites de la ESI.
en algunos casos, a niños más pequeños, contienen pasajes explícitos que exceden ampliamente los límites de la educación sexual integral.
— Fundacion Morelli (@morelli_fund) November 11, 2024
Morelli sentenció: “Consideramos que la exposición de los niños y adolescentes a este tipo de contenido vulnera su derecho a ➡️
“Hace casi tres semanas veníamos recibiendo denuncias de padres que, preocupados, nos preguntaban por estos textos que estaban recibiendo en distintos lados. Los lugares que más nos convocaron fueron los municipios de La Matanza, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas y Mar del Plata. Al ver que nos mandaban tantos mensajes por esto empezamos a investigar un poco sobre los libros. Y ahí leímos estos textos, lo explícito con respecto a escenas sexuales, bueno, insinuaciones de abuso y otras cosas”, explicó Morelli, que aseguró que no está en contra de la ESI.
“Una cosa es la ESI en el contexto educativo, direccionada a cada edad, con un objetivo y función. Y otra cosa es esto. Nosotros descubrimos muchos casos de abuso sexual de chicos que no lo identificaban, porque eran chicos entre 6 y 7 años, gracias a la ESI”, añadió.
Morelli sentenció: “Una cosa es, como decíamos recién, lo pedagógico. Te ayudo, te informo, te contengo, te preparo. Y otra cosa es realmente un texto erótico que lo único que hace es hipersexualizar [a los estudiantes] y además ayudarlos a adelantar cosas que no son para la edad de ellos. Creo que ese es el problema, ¿no? Si no está el adulto no pueden procesar lo que están recibiendo y puede generar un mal mucho mayor”. Además de la denuncia, la fundación solicitó a la Justicia que se implementen medidas cautelares para detener la distribución de estos materiales.