Kicillof envió su propio RIGI a la Legislatura y recibió las críticas de la oposición

LA PLATA.-El Régimen Provincial de Inversiones Estratégicas de la provincia de Buenos Aires finalmente ingresó a la Legislatura: llovieron críticas al proyecto del gobernador, Axel Kicillof, que perdió una inversión multimillonaria de una planta de licuefacción de gas natural en Bahía Blancas por cuestionar al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) impulsado por la administración de Javier Milei.

La presentación ante la Legislatura la realizó el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, Augusto Costa, quien intentó buscar avales entre las fuerzas de la oposición. Pero su tarea fue compleja, ya que por ahora ni siquiera tiene consenso dentro de la propia Unión por la Patria, donde tiene un enfrentamiento con La Cámpora.

La no adhesión formal de la provincia de Buenos Aires al RIGI fue el argumento que esgrimieron desde distintos bloques no peronistas para criticar al Ejecutivo por la decisión de YPF y Petronas de llevar adelante la instalación de la planta de GNL en Río Negro, que sí adhirió al RIGI. Se trata de una inversión calculada de entre 30 mil y 50 mil millones de dólares.

Cuarenta días después de esa controversia, el equipo de Kicillof presentó en la Legislatura el proyecto redactado por el Ejecutivo bonaerense que dará beneficios a las inversiones de más de 5 millones de dólares. Los interesados serán clasificados en tres grupos, según el monto de la inversión y accederán a distintas facilidades.

El proyecto provincial exime de ciertos tributos de la órbita bonaerense a quienes sean calificados: habrá exenciones fiscales en Impuestos Inmobiliarios, Ingresos Brutos y Sellos. Será de un 30% de exención por cinco años para proyectos que contemplen una inversión de hasta US$50 millones; 25% por cuatro años cuyos montos vayan de US$50 millones a US$200 millones y un 20% de exención durante tres años para quienes contemplen una inversión de US$200 millones.

También se plantea que el Régimen de Fomento “abarcará el período de los beneficios otorgados y podrá extenderse por un período de hasta 30 años si cumple determinadas finalidades del Régimen”.

“No adhiere al RIGI nacional. Puede darse la situación de una inversión que corresponda por el RIGI nacional pero que no corresponda al provincia”, enfatizó el senador Alejandro Rabinovich (Pro). “Claramente no hay adhesión: Costa lo dijo con todas las letras”, subrayó.

El Poder Ejecutivo provincial espera atraer “inversiones que permitan crear empleo de calidad y generar más valor agregado; desarrollar proveedores locales y nuevos sectores productivos; facilitar la transferencia de tecnología y diversificar la matriz económica; impulsar las exportaciones y sustituir importaciones; y reducir desequilibrios territoriales”.

La iniciativa estipula que las inversiones que superen los US$50 millones deberán presentar “un programa que contemple, de forma incremental, que al menos el 50% de los pagos a proveedores deberán ser destinados a empresas radicadas en la provincia de Buenos Aires”. Esta es una de las diferencias con el RIGI nacional.

Lo aprobado dentro de la Ley Bases habilita a las empresas adheridas al RIGI a estar exentas del pago de derechos de importación por bienes de capital, repuestos, partes e insumos necesarios para llevar adelante el proyecto.

Más allá de las especificidades impositivas y técnicas del proyecto, la iniciativa abrirá -otra- instancia de negociación en el tridente Ejecutivo, oficialismo legislativo y oposición.

Algunos bloques que han votado aliados a Unión por la Patria en otras oportunidades ya salieron a criticar el proyecto, como el caso del Frente de Izquierda.

“En sintonía con el RIGI de Milei, Kicillof armó su propio régimen provincial para favorecer a las grandes empresas. No es cierto que sea un régimen contrapuesto. Por ejemplo, las empresas que superen una inversión de 200 millones de dólares podrían aplicar a ambos regímenes y recibir beneficios tanto en tributos nacionales como provinciales, mientras que el proyecto provincial beneficia también a inversiones menores a ese monto, que no podrían aplicar al RIGI nacional.”, dijo el diputado provincial Guillermo Kane.

“Luego de hacer críticas demagógicas al RIGI, al que ha llegado a calificar, con razón, de saqueo nacional, el gobierno de Kicillof dice que presenta un ‘complemento al RIGI armado a imagen y semejanza de la seguridad jurídica que este brinda al acompañamiento y la promoción de la actividad privada’. La realidad es que se ha armado una oferta de fondos provinciales a grupos capitalistas millonarios, a costa de golpear el presupuesto público de salud, educación, infraestructura y salarios. Kicillof y el peronismo son parte del régimen de saqueo colonial”, concluyó Kane. Y cerró: “No es un anti RIGI, es un bonus track”.

En plena discusión del proyecto de GNL, el gobierno bonaerense intentó mostrar unidad con la oposición y enviar una comisión conjunta a Bahía Blanca liderada por el presidente del bloque de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados, Facundo Tignanelli y su par en el Senado, Teresa García. Pero ya entonces quedó expuesta la fragilidad política de Kicillof en un tema tan sensible. No logró sumar legisladores opositores a la comitiva que buscaba viajar para dar una señal política frente a la instalación de planta de gas en Punta Colorada (Río Negro).

Ahora Kicillof deberá conciliar posiciones primero dentro del peronismo y luego ir por los votos necesarios desde algún bloque opositor. La relación entre la Legislatura bonaerense y la gobernación no pasa por su mejor momento. Hay algunos proyectos de leyes que tensan la discusión intra fuerza dentro de Unión por la Patria, que se asume fragmentada entre las distintas facciones que responden al gobernador, al Frente Renovador y a La Cámpora.

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