Un pacto de Kicillof con Juntos en la Legislatura bonaerense provocó una renuncia en la oposición
El senador De la Torre formaliza mañana por escrito su dimisión a una vicepresidencia del cuerpo tras la votación que aprobó el nombramiento de Federico Thea, un leal al gobernador, en el Tribunal de Cuentas; el acuerdo incluyó lugares para la oposición en el Banco Provincia y la Defensoría del Pueblo
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El nombramiento de Federico Thea, un incondicional del gobernador Axel Kicillof, como presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, aprobado por el Senado bonaerense por un acuerdo entre el Frente de Todos y Juntos, provocó un revuelo político en la coalición opositora, que se sacudió con la renuncia de Joaquín de la Torre a la vicepresidencia segunda del cuerpo. También los legisladores que responden a Elisa Carrió se diferenciaron de la gran mayoría de votos favorables que surgieron desde la UCR y el Pro.
La designación de Thea se concretó el martes por la noche, luego de meses de falta de acuerdo en la Legislatura bonaerense. La oposición de Juntos la habilitó en un entendimiento que incluyó como contraprestación cargos en el directorio del Banco Provincia y la modificación de la ley que regula el Tribunal de Cuentas, de modo tal que el presidente del ente ya no tendrá facultades extraordinarias.
El reparto de cargos, que también incluyó a la Defensoría del Pueblo bonaerense, no pasó inadvertido en la interna de Juntos, dado que la votación del Senado –y también la de la Cámara de Diputados provincial- se interpretó como una suerte de pacto político con el gobernador Kicillof. Aunque hasta esta noche el malestar era soterrado y ningún dirigente de primera línea de JxC había salido a cuestionar el acuerdo.
“Entiendo que haya provocado ruido, pero no votamos crear nuevos cargos sino ocupar los que le corresponden a la oposición”, deslizó a LA NACION una de las principales espadas legislativas de Juntos en la Provincia.
Pero ese no fue el razonamiento del senador De la Torre, quien no solo votó en contra del nombramiento sino que este jueves formalizará por escrito su renuncia a la vicepresidencia segunda de la Cámara, confirmó anoche a LA NACION. “No podemos entregarle al kirchnerismo el Tribunal de Cuentas de manera vitalicia a cambio de un par de cargos para Juntos”, explicó De la Torre. En la misma línea, quien fuera ministro de gobierno de María Eugenia Vidal e intendente de San Miguel afirmó que un pacto de esas características se emparenta a “buscar privilegios a espaldas de la gente”. Y agregó, con ironía política: “Así, más que halcones o palomas, parecemos pavos reales”.
Otro coletazo interno en la oposición fue que la Coalición Cívica se desmarcó de Pro y de la UCR al votar en contra de Thea “por no tener la distancia e independencia necesaria para controlar el poder”, según dijeron ayer voceros del partido de Elisa Carrió. Los senadores Elisa Carca y Andrés de Leo adoptaron ese temperamento. Mientras que en la Cámara baja, Maricel Etchecoin no dio su consentimiento a los nombramientos en el Banco Provincia y la Defensoría del Pueblo.
El camino que llevó a Thea a la presidencia del Tribunal de Cuentas (reemplazará a Eduardo Grinberg, que renunció el año pasado tras haber estado en el cargo desde 1987) comenzó en la Cámara de Diputados con la aprobación de una modificación a la ley que regula el funcionamiento del Tribunal, con la que Juntos pretende menguar el poder del nuevo presidente.
Propuesta en el recinto por el diputado Maximiliano Abad (presidente del bloque de Juntos, de la UCR) como un proyecto de Alex Campbell (también de Juntos, pero del sector Pro), entre otros puntos, la modificación estableció un mecanismo de reemplazo para el presidente cuando deba ausentarse por más de 45 días o quede inhabilitado. Bajo esas circunstancias, el tribunal quedará a cargo de un camarista designado por la Suprema Corte bonaerense. La norma anterior establecía un período de 8 días para este procedimiento.
Otra modificación es ordenar que el presidente del tribunal deberá tener acuerdo del resto de los integrantes para proponer al Poder Ejecutivo la designación de los empleados del ente (en la ley anterior, lo hacía en soledad). También se agregó la posibilidad de que el Tribunal de Cuentas funcione sin la presencia del presidente, con tres vocales presentes para dar quorum.
El entendimiento entre los bloques del Frente de Todos y de Juntos generó reproches de la izquierda y de la bancada de Avanza Libertad. Guillermo Kane, diputado provincial del Frente de Izquierda, reprochó: “El cinismo de esta cámara llega muy lejos. Estamos en una provincia en una situación muy grave de crisis social”.
“La ley que modifica el Tribunal de Cuentas tiene nombre y apellido, es solo para que pueda acceder a ser presidente una persona. Es un escándalo”, criticó Guillermo Castello, jefe del bloque referenciado con José Luis Espert.
La sesión en Diputados finalizó e inmediatamente comenzó la de Senadores, en la que se completó la sanción de la modificación de la ley, y se aprobó el pliego de Thea, un objetivo que tenía Kicillof y que no había logrado avances por la resistencia que generaba el nombre de su estrecho colaborador en la oposición. En diciembre pasado, cuando se aprobó el cambio en la ley de reelecciones de intendentes que permitió una nueva postulación a los jefes comunales, el gobernador había intentado sin éxito hacer votar el nombramiento del exsecretario general de la gobernación y exrector de la Universidad de José C. Paz.
Con el voto de los dos bloques del Senado, la designación de Thea como presidente del Tribunal de Cuentas se concretó. El acuerdo generó un quiebre en Juntos: el senador De la Torre votó en contra y anunció su renuncia a la vicepresidencia segunda de la Cámara de Senadores.
El puesto de Thea es clave y de carácter vitalicio. No solo será el jefe del tribunal que controla las cuentas de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, sino que también accederá a un puesto permanente en la Junta Electoral bonaerense, que decide sobre las candidaturas de los distintos partidos en la provincia. Uno de los integrantes de la junta, según establece la ley electoral provincial, es el presidente del Tribunal de Cuentas (los restantes son el presidente de la Corte bonaerense y tres presidentes de cámaras de apelaciones de La Plata).
En el Senado también avanzaron tres nombramientos en el directorio del Banco Provincia que correspondieron a la oposición, otra pata del acuerdo, y uno que fue para el oficialismo. Se designó a Santiago Nardelli (de Pro de Bahía Blanca), Carlos Fernández (de la Unión Cívica Radical), Bruno Screnci (exministro de Gobierno porteño, referenciado con Diego Santilli), y a Laura González (dirigente quilmeña de La Cámpora, cercana a Mayra Mendoza). La Coalición Cívica volvió a marcar diferencias y votó en contra del nombramiento de Screnci.
El acuerdo no incluyó los cambios en la ley que regula la caja de jubilaciones del Banco Provincia, un punto de discordia que generó la salida de Néstor Grindetti de la mesa provincial de Juntos por el Cambio al no poder avanzar con la modificación del régimen que había establecido María Eugenia Vidal.
El último punto del acuerdo que habilitó la serie de nombramientos fue el de la Defensoría del Pueblo. Las dos cámaras aprobaron un proyecto del diputado Mariano Cascallares (Frente de Todos) que sumó un defensor adjunto más a la estructura, que quedó con seis adjuntos en lugar de los cinco que tenía. Quedaron establecidos tres cargos para la oposición. El organigrama de conducción completo quedó con Guido Lorenzino, como defensor; Walter Martello y Luis María Ferella, como adjuntos generales, y Martín Brignoli, Marcelo Honores, Jorge Ancona, Gerardo Ontivero, Ángel García y Marcelo López, como adjuntos.
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