Juntos por el Cambio expuso sus diferencias a la hora de dar quorum para tratar el presupuesto de Sergio Massa
La bancada de Evolución Radical, la fuerza de Martín Lousteau, y representantes de la UCR bajaron al recinto para habilitar el debate; en cambio, Pro y la Coalición Cívica no fueron
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El debate sobre el proyecto de presupuesto 2023 agudizó las diferencias en Juntos por el Cambio. Enredados en la pelea por el liderazgo del espacio y la disputa electoral por las candidaturas del año próximo, las diversas ramas internas del interbloque de Diputados de la principal fuerza opositora no lograron unificar una postura frente al Gobierno y apelaron a distintas estrategias en la Cámara baja. Mientras que el Pro, la Coalición Cívica (CC) y Republicanos Unidos, de Ricardo López Murphy, decidieron no dar quorum, representantes de Evolución Radical, la fuerza que lidera Martín Lousteau, y de la bancada de la Unión Cívica Radical (UCR) optaron por bajar al recinto y ayudaron al oficialismo a conseguir el número para habilitar el debate en el recinto.
Como anticipó LA NACION, las tribus del radicalismo -que responden a Lousteau, Gerardo Morales, Gustavo Valdés o Mario Negri- mantenían una postura moderada desde que se inició la discusión en el Congreso por la ley de leyes, a diferencia de sus socios de Pro o la CC que anticiparon su rechazo o abstención a la iniciativa oficial. Se inclinan por acompañar el presupuesto elaborado por el ministro de Economía, Sergio Massa, con el argumento de no dejar al Gobierno sin presupuesto por segundo año consecutivo. Están convencido de que en ese eventual escenario, la administración de Alberto Fernández podría reasignar las partidas a su total discreción en un año electoral.
La estrategia de los radicales generó ruidos en JxC. “Lo tienen que explicar ellos”, advierten desde el espacio de Carrió. Desde Pro, en tanto, deslizan que Evolución Radical y parte de la UCR -que mantuvo una posición ambivalente- se comprometieron a dar quorum a cambio de una serie de concesiones que hizo Massa en el texto del presupuesto.
Emiliano Yacobitti había acordado con el ministro de Economía fondos para universidades -se firmó un acuerdo con rectores- y la incorporación de una cláusula que restringe al Poder Ejecutivo a manejar de manera discrecional ingresos extrapresupuestarios si la inflación supera el 60% (pauta proyectada en el proyecto). Además, a propuesta del diputado Martín Tetaz, el oficialismo aceptó introducir un artículo para deducir los gastos de educación del impuesto a las ganancias. La deducción operará hasta el límite del 40% de la ganancia mínima no imponible y contemplará a los hijos de las familias hasta 24 años inclusive, “en este último caso en la medida que cursen estudios regulares o profesionales de un arte u oficio que les impida proveerse de medios necesarios para sostenerse”.
Desde la fuerza de Lousteau defendieron su decisión de dar quorum. “El presupuesto debe ser discutido pues da certezas a todos los poderes, y organismos en la ejecución de los recursos y quita incertidumbre y evita la discrecionalidad. Se trabajó con apertura y responsabilidad”, remarcan.
Ante la consulta de LA NACION, Tetaz ratificó que definieron bajar al recinto porque votarán a favor en general del proyecto del Gobierno. “Es un presupuesto con baja del gasto en año electoral y, además, nos dieron casi todo lo que pedimos, como por ejemplo la cláusula gatillo y la deducción de ganancias a gastos educativos”, señaló.
En ese sentido, allegados a Lousteau subrayan que Evolución Radical apuesta a ser “una oposición abierta al diálogo”: “Exigimos cambios que fueron aceptados y mantenemos una posición crítica respecto de la no reducción de las retenciones y sobre la forma que se plantea la discusión del pago de ganancias de los jueces”. Es más, después de varias semanas de debate con los emisarios del Ejecutivo, los laderos de Lousteau consideran que la postura intransigente de sus aliados en JxC es “poco seria”.
La tensión sobrevoló la reunión del domingo que se realizó vía Zoom del interbloque de Juntos por el Cambio. En ese debate salieron a la luz las fuertes diferencias sobre la conveniencia o no de dar quorum y de aprobar la iniciativa. También quedó claro que ninguna de las fuerzas quería bajar con toda su tropa para no quedar “pegados” a Massa.
De la UCR, la bancada que conduce Negri, bajaron unos diez diputados al recinto para dar quorum -Miguel Ángel Bazze (Buenos Aires), Víctor Hugo Romero (Córdoba), Jorge Rizzoti (Jujuy) y Martín Arjol (Misiones)-. Rizzoti responde a Morales, gobernador jujeño y titular del radicalismo nacional. De la tropa de Evolución Radical estaban Yacobitti, Tavela y Carla Carrizo, entre otros.
Uno de los puntos que inclinaba la balanza de los radicales para acompañar al oficialismo es que Massa había accedido a actualizar los fondos que le corresponden a la provincia de La Rioja en concepto del punto de coparticipación que le corresponde. La cifra será de $46.000 millones a ser transferidos en 12 cuotas iguales. Una porción de esos fondos es destinada a los municipios. Por eso, la intendenta de la capital provincial, Olga Inés Brizuela y Doria, referente local de la UCR, empujó a sus correligionarios para que apoyen el proyecto, ya que depende de esas partidas debido a su enfrentamiento con el mandatario peronista Ricardo Quintela.
“Nosotros entendemos que en esta situación del país este presupuesto no presenta un programa económico y claramente mantiene una política que hoy vemos los resultados”, explicó el diputado Romero. Y agregó: “El camino no es el correcto. Sin embargo, entendemos que ante la crisis que vivimos, es necesario que la Argentina tenga este presupuesto para el 2023 para dar una señal de responsabilidad ante la gran incertidumbre que tenemos actualmente y, sobre todo, para evitar la discrecionalidad en este último año de gobierno y sobre todo en un año electoral”.
La bancada de Pro, que preside Cristian Ritondo, emitió un comunicado en el que anunció que se abstendrá en la votación. “Si bien el gobierno ha aceptado incorporar algunas cláusulas que hemos solicitado desde Juntos por el Cambio, también se ha negado a revisar varios artículos a los que nos opondremos en la votación en particular”, indicaron.
A su vez, remarcaron que Pro está “absolutamente en contra de algunos artículos”. “Es por ello que en la votación en particular nos opondremos a delegar en el Poder Ejecutivo el aumento de las retenciones, la creación de zonas aduaneras especiales, y en general de la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo”, argumentaron.
Luciano Laspina, vicepresidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, afirmó que el proyecto de Presupuesto 2023 impulsado por el oficialismo “se queda a mitad de camino porque no prioriza el gasto y gasta en cosas que no debe”.
“No asusten a la gente con el miedo al cambio. Yo les digo que no lo van a lograr porque la gente tiene pánico del ‘status quo’, de la inflación que no para de subir, de la pobreza, de la falta de empleo, de la inseguridad”, señaló.
Y criticó el beneficio impositivo que recibirá el gremio de Camioneros y señaló que representa “84.175 millones de pesos, que es el doble del bono para la indigencia” que está otorgando el Gobierno para las personas de menores recursos.
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