Juntos por el Cambio busca capitalizar el escándalo por la foto del festejo en Olivos, pero preocupa el humor social

A un mes de las primarias, los estrategas de Juntos por el Cambio evalúan el posible impacto electoral del escándalo político por la filtración de la foto de un festejo realizado el año pasado en la quinta de Olivos, en plena cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus. Mientras el Gobierno intenta asimilar el golpe y salir de la conmoción, referentes de la oposición especulan con que el traspié de Alberto Fernández impactará en el segmento de votantes moderados del oficialismo, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Otros armadores del espacio, en cambio, advierten que el caso podría incentivar un sentimiento “antipolítica” en la campaña.

Mario Negri y Cristian Ritondo, espadas legislativas de JxC, presentaron anoche el pedido de juicio político contra Fernández en el Congreso.

Los equipos de Pro que trabajan en las campañas de Vidal y Santilli, los postulantes impulsados por Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad y la provincia, respectivamente, debatieron cómo debían plantarse los candidatos frente al escándalo de Olivos. De inmediato, definieron que la “gravedad” del hecho “ameritaba un pronunciamiento de todos los candidatos”. Atentos al termómetro del “humor social” -un dato de las encuestas que genera preocupación en Uspallata desde hace meses, por la pandemia y la crisis-, Santilli y Vidal emitieron mensajes calcados: pidieron “terminar con los privilegios de la política” y decirle “basta” al abuso del poder “para romper las reglas”.

Allegados a la candidata a diputada nacional de Juntos Podemos Más dudan de que el blooper de Fernández beneficie a la oposición en las elecciones. “Hay un fuerte mal humor social y mucha bronca generalizada con la clase política. Y estos casos [por la foto de Olivos] prenden la mecha”, advierten cerca de Vidal. Esa percepción coincide con el diagnóstico que hacen los dirigentes que caminan el territorio por la campaña: “Hay una creciente apatía y malestar de la gente con los políticos”, apunta uno de los armadores de JxC en la provincia. El propio Larreta se fue sorprendido tras una recorrida por Avellaneda por el nivel de angustia social por la falta de trabajo y la inseguridad.

En Pro calculan que el “escrache público” por la filtración de la foto afectará la imagen y “credibilidad” de Fernández y podría generar nuevos desencantados con la gestión del Frente de Todos, sobre todo entre los votantes moderados del kirchnerismo. “Al voto duro no lo toca, como no lo alteró el vacunatorio Vip o el velorio de Diego Maradona. Afecta al que está dudando de acompañar”, remarca uno de los integrantes de la mesa que coordina la campaña de Vidal.

Entre los asesores del larretismo no tienen claro hacia qué candidato podrían migrar los votos de los ciudadanos que duden de apoyar al Gobierno, a raíz del escándalo por el festejo en Olivos. En el pelotón de Manes se ilusionan con capitalizar el eventual descontento con Fernández de “los peronistas no kirchneristas” que habitan la provincia. “El votante blando del Frente de Todos se siente más cercano a Facundo que a Santilli o Randazzo, porque tiene un perfil anti-grieta”, señalan desde el equipo de Manes. Vinculan ese fragmento del electorado con el “peronismo conservador” y la figura del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.

El médico también repudió la foto del festejo en Olivos en Twitter: “Una total falta de respeto y de empatía”, escribió. Ante sus colaboradores más estrechos, Manes se mostró “indignado” con el episodio. “El Presidente tiene que dar explicaciones en la Justicia”, apuntaron en el entorno del neurólogo.

En Pro y la UCR coinciden en que el escándalo le permite a la oposición “levantar la voz” en materia institucional: “El país necesita ejemplaridad”, dicen fuentes de JxC.

La reacción a la foto volvió a exhibir matices internos en la coalición: mientras que un sector presentó un pedido de juicio político contra el Presidente, otros referentes reclaman “bajar los decibeles” y “castigar” al Gobierno en las urnas.

De hecho, Manes remarcó en la intimidad que Fernández debe someterse al “juicio de la gente”. “La sociedad argentina está harta y en unas semanas tiene la posibilidad de castigar estas conductas en las urnas”, expresó el médico en Tandil. Durante su paso por Pergamino, Carrió se mostró en la misma frecuencia que el neurólogo: “No hago juicio político en campaña”, dijo la líder de la CC. Y apuntó contra Fernández: “Es un caradura”.

En tanto, Martín Tetaz, quien secunda a Vidal en la nómina del oficialismo porteño, le envió un mensaje a su espacio: “Tampoco nos pasemos de rosca pidiéndole la renuncia o el juicio político a Fernández, porque atrás viene Cristina”.

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