Juntos por el Cambio dará quórum el viernes y el Senado podrá convertir en ley la emergencia

El interbloque de Juntos por el Cambio decidió ayer que dará quorum para que el Senado pueda tratar este viernes la triple emergencia que impulsa el gobierno de Alberto Fernández, aunque postergó una definición sobre si prestará sus votos para habilitar el debate sobre tablas a la espera de lo que apruebe la Cámara de Diputados.

En los hechos, la decisión del principal bloque de la oposición implica una clara luz verde para que el Frente de Todos pueda avanzar con un veloz trámite legislativo y sancionar el proyecto en apenas 48 horas de debate parlamentario.

Con más de 40 senadores, entre oficialistas y aliados, dispuestos a tratar el proyecto este viernes, Juntos por el Cambio solo necesitará sentar en el recinto el número necesario para que el Frente de Todos se imponga con el voto de los dos tercios de los presentes que exige el reglamento de la Cámara alta para habilitar el tratamiento de un proyecto sin dictamen de comisión.

La decisión del principal bloque opositor era la señal que esperaba José Mayans (Formosa), jefe del bloque del Frente de Todos, para cerrar el trámite legislativo esta misma semana, tal como lo pretendía la Casa Rosada. De hecho, desde ayer los senadores peronistas venían siendo alertados para que se prepararan para sesionar este viernes.

Con este acuerdo, la sanción de la denominada ley de solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública se acelerará una semana. El cronograma inicial de tratamiento preveía que la aprobación del proyecto por parte de la Cámara de Diputados, mañana, se complementara con la sanción del Senado, el viernes de la semana próxima.

Si bien los principales referentes de la oposición habían anticipado que no pensaban poner palos en la rueda del Gobierno, el trámite legislativo de la emergencia pública comenzó a acelerarse tras la reunión que Fernández sostuvo ayer con los tres gobernadores radicales.

En ese encuentro, el Presidente le anunció a Rodolfo Suárez (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy) que iba a suspender la aplicación del Pacto Fiscal, que les prohibía a las provincias aumentar tributos provinciales. Sin esa barrera, las provincias tendrán ahora una fuente para hacerse de fondos para sus alicaídas arcas.

Como contrapartida, los mandatarios se comprometieron a pedirles a sus legisladores que aceptaran debatir el proyecto esta misma semana.

Según confiaron a LA NACION dos fuentes de la principal bancada de oposición, los radicales Julio Cobos (Mendoza) y Mario Fiad (Jujuy) y el provincial Pedro Braillard Poccard (Corrientes) blanquearon ante sus compañeros de interbloque el pedido de sus respectivos mandatarios provinciales para que apoyaran el tratamiento del proyecto.

Salieron así en respaldo del jefe de la bancada, Luis Naidenoff (UCR-Formosa), quien había esgrimido el compromiso de los gobernadores para salir al cruce de Martín Lousteau (Capital) y Silvia Elías de Pérez (Tucumán), que rechazaban la idea de sancionar una emergencia pública en menos de un día de debate.

Ambos senadores radicales habían coincidido en la necesidad de que Juntos por el Cambio consolidara su identidad opositora, y que la oposición a una iniciativa cargada de delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo era la oportunidad. El porteño objetó, además, la escasa rigurosidad de sancionar un texto de ese calibre en tan poco tiempo.

Un argumento similar había utilizado la macrista Gladys González (Buenos Aires) en la reunión que el bloque de Pro había sostenido por separado unas horas antes. Allí, la bonaerense sostuvo que apoyar la emergencia de Fernández daría señales confusas al electorado que los votó para ser oposición. También se quejó Alfredo De Angeli (Entre Ríos) por la concesión de facultades al Gobierno para aumentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias.

Atrapados entre el compromiso de los gobernadores y el tratamiento de un proyecto que le permitirá a Fernández gobernar sin el Congreso, los senadores opositores concluyeron anoche la reunión en un ominoso silencio, sin hacer declaraciones.

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