Julio Piumato en Pinamar: su relación con Ariel Lijo, un duro pronóstico sobre el futuro de Milei y críticas a Cristina Kirchner

PINAMAR (Enviado especial).– Julio Piumato, secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), toma asiento y disfruta del ágape en Paxapoga, un clásico de Pinamar que había cerrado su puertas en diciembre de 2010 y que este lunes reabrió a metros de la Vieja Hostería. Sucede que el también secretario de Derechos Humanos en la CGT es amigo íntimo de Gustavo Vilar, nieto de los fundadores del restaurante, con quien Piumato compartió la colimba hace más de 50 años atrás. En un rincón de un pequeño deck que da a la calle Del Tuyú, charla, sonríe y comparte bebidas con su círculo. A metros del sindicalista está el diputado nacional Hernán Lombardi, con quien no tiene el mejor vínculo -así lo definieron desde el entorno de Piumato a LA NACION- pero a quien saluda con un abrazo y hasta emplea el calificativo “compañero”.

En medio del festejo por la reapertura del local, y ante la consulta de este medio, se levanta de su silla y charla cortésmente con LA NACION sin guardarse nada: desde su excelente relación con el juez federal Ariel Lijo -con quien compartió escenario a principios del mes de diciembre en un acto sindical- hasta sus reparos a la conducción de la expresidenta Cristina Kirchner, que asumió el liderazgo del Partido Justicialista (PJ) y apunta a enderezar a un peronismo para batallar con Javier Milei.

Respecto de la postulación de Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia, si bien admite que debería haber sido una mujer quien ocupase el lugar de Elena Highton de Nolasco, no duda de la integridad e idoneidad del magistrado para formar parte del Tribunal Superior. Acusa “operaciones de prensa” contra el abogado de 56 años, cuyos pliegos todavía no han sido tratados en el Congreso. “Es la persona que la Justicia necesita. Él es una persona de prestigio”, dice Piumato y marca la cancha.

Palabras de peso tiene también para con la extitular del Senado. El también exlegislador analiza la situación judicial de Cristina Kirchner, quien fue condenada por el delito de administración fraudulenta en la causa Vialidad, enviada a juicio en la causa Hotesur-Los Sauces y por el Memorándum con Irán. Insiste en que es común que los acusados hablen de una Justicia que manipula y luego opina sobre su rol en la escena política. Alega que con su discurso favorece al oficialismo, y la invita a dejar la centralidad y cesar en las críticas y el “fuego amigo” hacia el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

No cede tampoco en su análisis sobre el presente de la administración Milei. No niega que el líder de La Libertad Avanza (LLA) esté legitimado por el voto popular pero reniega de gran parte de las políticas impulsadas por el Ejecutivo en el último año. Va más allá y se anima a hacer un duro pronóstico sobre la “primavera macroeconómica” que atraviesa el país: “No quiero ser pájaro de mal agüero. Esta estrategia ya se intentó varias veces en la Argentina y siempre terminó mal”.

— ¿Cuál es su relación con Ariel Lijo y qué piensa sobre su postulación a miembro de la Corte?

— Mirá, sobre la Corte... Hace tiempo que no hay una persona digna, como por ejemplo Elena Highton de Nolasco, que era una figura destacada al igual que Carmen Argibay. Desde entonces, nadie proviene directamente de la propia Justicia. Lijo es un excelente hombre e hizo un gran trabajo con nosotros en el gremio. Tengo muy buena relación y estima para con él.

Yo siempre pensé que el puesto que podría hoy ocupar Lijo debía ser de una mujer, especialmente tras la salida de Elena. Yo le reclamé al gobierno anterior [de Alberto Fernández], porque pasaron dos años sin que enviaran una propuesta. Decían que no tenían los votos, pero yo les respondía: “Si mandan a una persona de prestigio, ¿quién se va a negar?”. Cuando asumió Milei, pensé que iba a proponer a una mujer. Ahora, cuando mandó a Lijo, que es una persona que respeto... No voy a oponerme por tema de principios.

Sigo pensando que tiene que haber una mujer en la Corte, pero creo que Ariel Lijo es una persona que la Justicia necesita en el alto tribunal. Es la opinión general de toda la Justicia. Contó con casi cuatro mil avales a su postulación, provenientes de todos los sectores de la Justicia federal, tanto de la Capital como del resto del país. Tiene gran respaldo. Por otro lado, algunas asociaciones cuestionan su postulación por temas éticos, pero yo creo que esas son operaciones de prensa. No hay nada que se le haya demostrado. Vos querés ensuciar a cualquiera y es muy fácil hacerlo. Su actividad académica y gremial ha sido impecable y reconocida por todos. Es una persona intachable.

— ¿Qué percepción tiene sobre la gestión de Javier Milei?

— Como trabajador, siento que la situación es complicada. Este año todos perdimos y aunque se diga que los trabajadores recuperaron, no es verdad. La inflación en dólares en Argentina ha sido tremenda, lo que ha hecho que el país sea caro incluso para los extranjeros. Sin embargo, Milei tiene la legitimidad del voto popular, que refleja el rechazo de muchas personas a volver al pasado.

Creo que hay mucha gente que la está pasando mal. No estoy de acuerdo con algunas políticas de su gobierno. Es cierto que hay áreas que no funcionaban bien, pero en lugar de destruirlas, debería lograrse que funcionen correctamente. Un Estado bien organizado es fundamental para cualquier país, y no creo que la solución sea desmantelarlo. Esta estrategia ya se intentó varias veces en la Argentina y siempre terminó mal. Hoy estaremos en una primavera macroeconómica, pero la situación de la gente no es la mejor.

— ¿Una Corte de tres miembros puede funcionar?

— Es complicado. El viernes pasado fue el último día de Carlos Maqueda. Creo que la Corte puede funcionar con tres integrantes, pero solo de manera pasajera. Para mí, debería tener cinco miembros, pero no estoy de acuerdo en ampliarla, ya que esto suele responder a intereses políticos. Esto hay que resolverlo cuanto antes. Tenemos un problema grave en nuestro país. No solo tenemos dos puestos vacantes en la Corte. En la Argentina, hace seis o siete años que tenemos vacante además el puesto del Procurador General de la Nación y no se ha cubierto al Defensor del Pueblo. Esto afecta gravemente la calidad institucional.

— Una opinión sobre la situación judicial de Cristina Kirchner

— Fallaron todos los estamentos. No tengo opinión sobre el contenido de las causas, pero es común que quienes tienen sentencias en contra culpen a la manipulación de la Justicia. Algo similar sucede con Mauricio Macri y sus causas judiciales. Ahora estará contento con el fallo de la Corte, que si opino es absolutamente bochornoso y benefició al expresidente -Rosatti, Lorenzetti y Maqueda fallaron a favor de la competencia del Tribunal Superior de Justicia porteño, en una causa del artista León Ferrari contra el periodista Gabriel Levinas, lo que sienta precedente para que el líder del Pro pida defenderse en el mismo ámbito en la causa Correo Argentino-. Fue casi un regalo del día de los inocentes. Este tipo de situaciones generan un rechazo generalizado en el ámbito judicial. Es la peor forma de terminar el año.

— ¿Ficha Limpia sirve?

— Me parece que es un buen proyecto, siempre y cuando todo funcione como debe. Fijate que Cristian Ritondo, uno de los que impulsaba la iniciativa, ahora es investigado por enriquecimiento ilícito... Es una buena idea. Permite hacer una renovación política con principios éticos más sólidos, priorizando el interés general sobre el personal. La corrupción es la forma más brutal de individualismo y atenta contra la solidaridad.

— ¿La CGT está en silencio?

— Yo creo, más bien, que está actuando con cautela. Se opuso a todas las cosas que había que oponerse en un primer tiempo. Hay muchos que piden que la CGT pare, pero no hay un reclamo social fuerte que justifique un paro. Hay una escenario de observación. Cuando hubo paro de transporte incluso, se lo terminó beneficiando a Milei en la opinión pública.

Hay que entender la circunstancia. Igual, como te decía antes, esta primaverita económica... Desgraciadamente... No quiero ser pájaro de mal agüero, pero para muchos economistas esto no va a terminar bien. Todas las veces que en la Argentina hubo dólar planchado, después terminamos muy mal. Es un dólar que se planchó en medio de un ajuste tremendo, en una sociedad que ya estaba ajustada. Es altamente preocupante esto que está pasando.

— ¿Hay que volver al pasado?

— Yo creo que no. Cada vez que habla, por ejemplo Cristina Kirchner, favorece a Milei. Así el Presidente sube en las encuestas. Creo que ella tiene que entender que está para otro rol ahora. La política necesita una gran renovación. Tenemos que encarar un proyecto de nación para que, en un país tan rico como el nuestro, hasta el último argentino pueda vivir con dignidad. Esto no pasa.

Cada sector debe hacer un mea culpa sobre cómo llegamos a esta situación. La política tiene además que ser responsable. Kicillof, por ejemplo, está gobernando la provincia de Buenos Aires, pero enfrenta fuego amigo, por La Cámpora y Cristina, en lugar de recibir apoyo para mejorar su gestión. Es un disparate. Son las cosas que no se entienden. Coincido con el papa Francisco en que debemos priorizar el bien común.

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