Tragedia de Once: Julio De Vido, el gran ausente del fallo de hoy, que espera en libertad la decisión final sobre su condena
Julio De Vido, uno de los hombres más poderosos de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, era el jefe de Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, que desde hoy tienen condena firme por la tragedia de Once junto con 18 acusados más.
De Vido también fue condenado –aunque no por las muertes, sino por estafa–, pero está en libertad. Su sentencia, dictada hace casi dos años, espera una revisión de la Cámara Federal de Casación antes de llegar a la Corte. Para poder decidir, la Casación debe realizar primero una audiencia, que viene demorada. Por la pandemia y por pedidos de las partes, se suspendió tres veces. Ahora está prevista para el 21 de octubre próximo.
Pese a haber integrado el dispositivo original del kirchnerismo, sus años en la cárcel lo alejaron del núcleo de poder que encabeza Cristina Kirchner. Hoy, De Vido acusa a sus viejos compañeros de haberlo traicionado, sigue reivindicando a Néstor Kirchner y ataca por Twitter a Alberto Fernández –con quien nunca se llevó bien cuando compartían gabinete–. Sus aliados públicos son antiguos compañeros de militancia alejados del poder, como Gabriel Mariotto y Guillermo Moreno.
Lamento molestar al Presidente @alferdez con la cuestión de los presos políticos pero debo decirle que esta vez el tema lo instaló su Jefe de Gabinete @SantiCafiero, creo que está nombrado por decreto.&— Julio De Vido (@JulioDeVido) February 10, 2020
De Vido fue desaforado y detenido, a mediados de octubre de 2017, por la causa Río Turbio, todavía en trámite. Estaba preso en su casa de Zárate cuando, en marzo de este año, recuperó la libertad. Desde entonces, intensificó su actividad política, pero la cuarentena lo obligó a moderar sus salidas.
En una de ellas, en un acto al que lo invitó Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda cercano a la vicepresidenta, dijo que no se sentía parte del Frente de Todos y que planeaba competir en las elecciones en Buenos Aires. Pero los planes electorales de De Vido solo serán posibles si antes no se confirma su condena: su pena por la tragedia de Once incluye una inhabilitación para ejercer cargos públicos.
La pena que recibió en Once II (el segundo juicio vinculado a la tragedia) fue la primera condena contra De Vido. El 10 de octubre de 2018 se le impuso una pena de cinco años y ocho meses de prisión por estafa.
Uno de los jueces que firmó esa condena fue Pablo Bertuzzi, que poco después completó su trasladado, dispuesto por Mauricio Macri el 19 de septiembre de 2018, a la estratégica Cámara Federal porteña. La semana pasada, un decreto de Fernández devolvió a Bertuzzi a su tribunal de origen, pero él dice que se trata de una decisión inconstitucional. Todo esto espera ahora una definición de la Justicia.
Su condena por la tragedia de Once dejó a De Vido en una situación mejor que la de sus exsecretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, que sí fueron considerados responsables del choque y sus consecuencias.
Para el Tribunal Oral Federal N°4, De Vido, en cambio, no fue culpable de "estrago culposo", delito que también le habían imputado la fiscalía y la Oficina Anticorrupción (OA), que pidieron penas de nueve y diez años contra él, respectivamente. El estrago culposo castiga a quien causare un "descarrilamiento, naufragio u otro accidente" por imprudencia, negligencia o inobservancia de los reglamentos u ordenanzas.
La condena de De Vido fue como "partícipe necesario" de una defraudación al Estado cuyos autores fueron empresarios del transporte a los que él, como ministro, debía controlar y no lo hizo. Por este caso, De Vido nunca estuvo preso.
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