Luis Juez cerró la campaña con duras críticas a sus rivales del peronismo: “Ya nos robaron 24 años, no les demos 20 años más”
El candidato a gobernador de Córdoba de Juntos emparentó a Schiaretti y Llaryora con la corrupción, puso el eje en la seguridad, la educación y la salud; hubo un altercado durante el acto
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CÓRDOBA.- Envalentonado por encuestas que señalan una fuerte polarización y una diferencia que se habría acortado en las últimas horas, Luis Juez no ahorró munición gruesa contra su rival, Martín Llaryora, ni contra el mandatario peronista Juan Schiaretti, en el cierre de su campaña a gobernador de Córdoba por Juntos por el Cambio. “Miren a dónde nos llevaron: 24 años de corrupción ininterrumpida. Esta no es una batalla más, esta es una pelea por el futuro. Ya nos robaron 24 años, no les regalemos 20 años más del futuro de nuestros hijos”, arengó.
“Este domingo se van a comer una cagada que no vieron venir”, afirmó Juez, que subió al escenario acompañado por su candidato a vicegobernador, Marcos Carasso, y el postulante a intendente de la capital provincial, Rodrigo de Loredo, ambos radicales. “Cambia, todo cambia”, sonaba de fondo.
“Ya me robaron una elección, el domingo me toca ganar”, siguió Juez, que despotricó contra el manejo de la pauta estatal, los encuestadores, periodistas y publicistas que identificó con el gobierno provincial. “Toda la vida los enfrenté con un escarbadientes”, arengó, después de hacer explotar con un lápiz una piñata azul. “Este es el gobierno provincial”, aclaró, por si quedaban dudas.
Las críticas a la gestión de Schiaretti en seguridad, salud y educación, los ejes de su campaña, poblaron buena parte de su discurso. Incluso apuntó contra algunas obras provinciales emblemáticas del oficialismo. “No esperen que hagamos la cuarta mano a la circunvalación, pero no tengan dudas que le vamos a dar dignidad a los cordobeses con el salario, la salud, la educación y la seguridad que perdieron”, afirmó Juez.
En medio del acto, una mujer del público alzó una pancarta y comenzó a gritar en contra de la exdiputada radical y candidata Brenda Austin, por su voto en favor del aborto legal. El episodio cortó el tono moderado que hasta entonces mostraba Juez. El candidato trastabilló, sorprendido por la interrupción, pero buscó aprovechar la oportunidad. “No dejemos que nos arruinen el acto. Esto es lo que hace el populismo: patrullaje ideológico, no se bancan la pluralidad. Esto es lo que se elige el domingo. Nos pasa en las plazas, que se nos ponen delante con un cartel y quieren decirme a mí lo que tengo que decir: ¡Que me chupen bien un huevo!”, bramó Juez, ya sin voz.
Ya fuera del foco de su discurso, Juez mencionó el Chaco de Jorge Capitanich y la Formosa de Gildo Insfrán. “Estamos a un paso de ser esas mierdas”, gritó. Y fue por una vuelta más: “El domingo estamos eligiendo a un gobernador con huevos, que tenga autoridad para devolverle la dignidad a este pueblo”. Al final, no se olvidó de reclamarla a la militancia que el domingo no se levanten hasta contar el último voto.
El kirchnerismo y “el puerto”
El primer discurso fue de Carasso, presidente de la UCR provincial, que no se olvidó de agradecer a Mario Negri por el padrinazgo que lo llevó a la fórmula. Tampoco, de recordarles a los que “apostaban” por romper el frente. “El peronismo empezó la campaña comprando gente y terminó mostrando las fotos de las ratas que se vendieron”, dijo. Aludió a la imagen que Llaryora mostró este mismo jueves, junto al exintendente de Jesús de María María Gabriel Frizza, que dejó Juntos por el Cambio. Más munición gruesa.
Carasso rechazó que la de Córdoba sea una campaña fría y apuntó contra las encuestas que motorizó el oficialismo. “Hay una amplia mayoría que no quiere que el kirchnerismo entre a la provincia de la mano de Llaryora”, advirtió. Sobre el final, reivindicó a Eduardo Angeloz, Ramón Bautista Mestre y Raúl Alfonsín. “El domingo vuelve a Córdoba la honestidad, la decencia y la transparencia”, cerró.
Lo siguió De Loredo, que arrancó levantándole el brazo a Juez. “Ahora, 21.15, están bajando algunos camiones, colchones, heladeras, en algunos de los 170 asentamientos que crecieron al calor de este gobierno. A esta hora se está poniendo en marcha esa maquinaria que primero te empobrece, después te embrutece y finalmente te usa”, comenzó.
“No nos enfrentamos a los conquistadores del poder, nos enfrentamos a los herederos del poder. Por eso se cebaron, porque piensan que todo tiene precio”, siguió, en alusión a Llaryora. “Quiero agradecerles a los que compraron dirigentes que habitaron nuestra UCR, porque nos depuraron”, completó.
Sobre el final, metió en la conversación a Larreta, a Gerardo Morales y al kirchnerismo. “¡Quiero agradecerles a los que tuvieron la tentación de decirnos desde el puerto lo que teníamos que hacer acá, porque no hicieron recordar a la Córdoba rebelde!”, arengó con un hilo de voz, para enumerar, ronco, a los dirigentes kirchneristas que se plegaron a Schiaretti. “¡Gracias al PJ de Córdoba, porque hicieron que el país vea que son la puerta de entrada al kirchnerismo en Córdoba!”.
El apoyo de Bullrich y Macri
Antes que comenzara el acto llegaron los mensajes de apoyo a Juez. Los dos que más necesita luego de que el affaire entre Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador peronista Juan Schiaretti sembrara confusión entre los votantes y la estructura partidaria de Juntos por el Cambio local.
La primera en aparecer en las pantallas gigantes fue Patricia Bullrich. “Vengo a comprometerme con el futuro gobernador de Córdoba, Luis Juez”, arrancó la precandidata presidencial de Pro, que este martes intentó volver por segunda semana consecutiva a la provincia para respaldar en persona a Juez y asegurarse los votos cordobeses de JxC para la pulseada nacional contra Larreta. La niebla le impidió aterrizar. Para el cierre de este jueves, como acto de buena fue, envió a la boxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras.
El segundo video fue de Mauricio Macri, menos enfático y más centrado en su relación con los cordobeses y la provincia “donde el cambio empezó”. La última línea de su mensaje fue para el candidato: “Un abrazo en especial para ustedes y otro para Luis Juez”. Al final, y musicalizado por un cuarteto, un tercer video compiló saludos de Larreta, Elisa Carrió y, nuevamente, Bullrich.
La larga demora del acto hizo que por las 4500 sillas dispuestas en el estadio se colaran los pronósticos para el domingo. Pocos se mostraban confiados en una victoria de Juez, pero las caras largas eran menos que hace una semana atrás. Con una curiosidad: juecistas, radicales y macristas se basaban en encuestas del peronismo local para mostrarse entusiasmados. “Diferencia de cinco puntos”, era el rumor más repetido.
El tono elevado de la campaña de Juez había quedado en evidencia ayer, cuando encabezó un acto en Río Cuarto, la segunda ciudad en importancia de la provincia y polo del “interior agroindustrial” sobre el que busca apalancarse el senador nacional, recolectando los votos de Pro y la UCR de la región. “Mi responsabilidad es ponerle un freno a esta corrupción, al desmanejo, al choreo”, afirmó, en alusión al oficialismo.
Fue un guiño al pasado. Terminar con “el choreo” había sido la consigna madre de Juez durante su primera campaña a intendente de Córdoba, en 2003. “No pensé que 20 años después iba a terminar mi tercera candidatura a gobernador diciendo lo mismo que decía en 2003: ¡Se acabó el choreo!”, afirmó. En 2007 llegaría su primer intento por la gobernación, cuando cayó derrotado por escasísimo margen ante Schiaretti. “Una elección me la robaron. La otra la perdí. Debería ganar este domingo”, agregó.
Pero también pareció mirar al futuro. Juez, que ya dijo que este será su último intento por pelear la gobernación, afirmó que, si gana el domingo, iniciará “un ciclo que seguramente continuará un radical más joven”. Fue un guiño a Rodrigo de Loredo, el radical que buscó como compañero de fórmula para pescar votos en la capital provincial. De Loredo buscará la intendencia capitalina en las elecciones del 23 de julio.
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