Juan Schiaretti avanza en un armado nacional pero descarta ser candidato a legislador en 2025
El exgobernador y excandidato a Presidente inscribirá su partido en septiembre de cara a las parlamentarias del 2025; dice que puede ser una opción a Milei
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CÓRDOBA.- El exgobernador de esta provincia y excandidato a presidente Juan Schiaretti mantiene el perfil bajo desde que dejó el poder en diciembre. Ha hecho algunas apariciones públicas en actos institucionales pero evita hablar sobre la gestión de Javier Milei y también sobre la de su sucesor, Martín Llaryora. Sin embargo, continúa silenciosamente con su propio armado en todo el país: Hacemos por Argentina tiene presencia en 13 distritos. Y aclara que, por ahora, su decisión es no ser candidato. “El que fue obispo no quiere bajar a cura”, repite a los dirigentes más cercanos.
Para los “llaryoristas”, “el Gringo” no solo debería postularse al Congreso sino que, además, debería hacerlo por la Ciudad de Buenos Aires. La idea no solo no le cierra al exgobernador, sino que le molestó que se haya deslizado, por entender que era con el objetivo de correrlo de su territorio. Siempre se mostró orgulloso y apegado a Córdoba, a punto tal que por las constantes referencias a la provincia en el debate provincial los memes por su origen se multiplicaron e impulsaron su nivel de conocimiento. Además, la imagen más alta la sigue conservando en su distrito.
No es novedad que en la coyuntura el proyecto del peronismo cordobés repite la fórmula que en su momento protagonizaron José Manuel de la Sota y Schiaretti, cuando “el Gallego” jugaba a nivel nacional y “el Gringo” en la provincia. Esta vez, Schiaretti rompe el alambrado provincial y Llaryora debe gestionar. El desafío es que lo haga “bien” para poder “seguir mostrando resultados”.
Para el exmandatario es un factor a favor sumar logros locales y, sobre ese punto, hay dudas. Aun admitiendo que el contexto nacional es muy complicado y los recursos propios y transferidos por la Rosada se hundieron en estos meses por efecto de la recesión y la “motosierra” de Milei, hay integrantes del equipo de Schiaretti que son críticos -nunca en público- de la gestión provincial actual.
El excandidato a presidente luce mucho menos apurado que Llaryora en definir candidatos, aunque ambos comparten la fórmula de construcción de un espacio político transversal que incluya a referentes de diferentes sectores.
Sigue pensando que Llaryora se apuró a “subirse al ring” en el primer proyecto de la ley Bases que envió Milei al Congreso. “Hay que defender -como siempre lo hemos hecho a Córdoba- pero no hay que sobreactuar”, es la máxima con la que se manejan en el equipo schiarettista. Siguen de cerca, con mediciones para consumo propio, el humor social y ven que todavía el Presidente conserva altos niveles de apoyo.
“No es un armado contra Milei, es una alternativa con un perfil productivo que hoy no se ve -dice a LA NACION un integrante de la mesa chica de Schiaretti-. Apoyamos el RIGI, pero creemos que eso solo no alcanza. Hacen falta otras medidas, otras estrategias. Va a liderar un proyecto político nacional; estamos trabajando en cada uno de los distritos. Ya tenemos 13, cuando se requieren cinco para tener personería jurídica nacional. Tenemos una mirada de coalición amplia”.
La última aparición de Schiaretti -que no fuera una mera foto con dirigentes- fue en un acto por el aniversario de la voladura de la Amia en Córdoba (donde volvió a diferenciarse del kirchnerismo responsabilizándolo de que el atentado aun sin castigo); la próxima será en una reunión empresaria, la del IAEF en Mendoza en septiembre.
Convencido de que en la próxima vuelta electoral la pelea es contra Milei, insiste con su discurso de centro, moderado. No hace críticas abiertas al Presidente, pero sí se diferencia y ratifica su posición de que el Estado tiene roles a cumplir a los que no puede renunciar. Además, está decidido a mantener su estilo, y no a subirse a la “moda” libertaria de los “excesos” en las declaraciones.
Por ejemplo, la defensa de la obra pública no sólo como dinamizadora del empleo sino por la necesidad del país de contar con infraestructura para poder producir más y mejor; la focalización de medidas en los sectores más vulnerables y el rol clave que le asigna al campo en la economía argentina.
El diputado nacional y excompañero de fórmula Florencio Randazzo y Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque Coalición Federal, son dos de los referentes con los que mantiene diálogo permanente. Sus exministros Carlos Gutiérrez, ahora diputado nacional, y Carlos Massei tienen un rol importante en el armado que busca consolidar en todas las provincias.
Trabajan con la idea de inscribir en septiembre en la Justicia Electoral el partido, que mantendrá el nombre Hacemos por Argentina. Hasta ahora tienen referentes en Córdoba, CABA, Buenos Aires, San Juan, San Luis, Mendoza, Santa Fe, Jujuy, La Rioja, Entre Ríos, Corrientes, Catamarca y Tierra del Fuego.
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