Juan Grabois: “Alberto tiene que ordenar el Frente de Todos y para ordenar, se tiene que correr”
El dirigente social, miembro del Dicasterio de la Santa Sede, presentará su libro en Roma; advirtió que la coalición oficialista corre peligro y dijo que él podría bajarse de su candidatura presidencial si compiten Axel Kicillof o Wado de Pedro
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ROMA.- “Yo creo que Alberto [Fernández], si tiene una visión patriótica, tiene que ordenar la situación interna del Frente de Todos porque, si no, el Frente de Todos se va a romper. Y con el nivel de conflicto interno que hay en la coalición, que es evidente, para ordenar te tenés que correr”.
A horas de presentar su libro, “Los Peores”, en la Casa Argentina de esta capital, Juan Grabois lanzó definiciones netas en una entrevista con LA NACION. El dirigente social argentino y miembro del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, ratificó que se presentará como candidato a presidente siempre y cuando no aparezcan opciones “de izquierda” que midan mejor que él, como podrían ser Axel Kiciloff o Wado de Pedro. Criticó duramente a Sergio Massa y a su “pésima” política económica, y consideró que el Presidente debería renunciar a su voluntad reeleccionista para asumir, en cambio, un rol estratégico de ordenamiento, para que la coalición gobernante no se disgregue.
Grabois -que, como siempre, prefirió no responder preguntas sobre el papa Francisco-, contó que al margen de reuniones en el Dicasterio vaticano, tiene también previsto este fin de semana presentar su libro en Madrid y Lisboa. En Roma, lo hará junto al exprimer ministro italiano Giuseppe Conte.
-Hace unos días salió una foto suya en un bar junto a Calamaro –cuyo tema es su spot de campaña- y usted aparece con un ejemplar de LA NACION en la mano…
-Ah sí (risas)... Me mandaron una foto del Che que está con el diario LA NACION en la misma pose, algo muy gracioso…
-¿Ratifica su candidatura a presidente porque no hay nadie y se sacrifica por un bien mayor, como dijo cuando nos vimos en octubre pasado?
-Tampoco es un gran sacrificio, nadie me va a matar… Bá, esperemos (risas). Lo que está pasando es que todo el arco político se corrió a la derecha. Sergio Massa, que desde la perspectiva nuestra es un habitué de la embajada norteamericana los 4 de julio, es un hombre que representa a un grupo político empresario que no tiene una visión centrada en la justicia social, sino más vinculada a los negocios y es un representante típico de la partidocracia. Pasó a ser rubio, alto y de ojos celestes para un sector importante del Frente de Todos. Y creo que el Frente de Todos va a terminar inclinándose por una candidatura de esa naturaleza, una especie de centro conservador, bien de la política tradicional.
-¿Cómo evalúa a la política económica de Massa?
-Para nosotros la política económica es pésima, no es ni antiinflacionaria ni expansiva, es un negocio malísimo. Y tampoco es redistributiva: el año pasado el país creció seis puntos, pero la pobreza creció también. Estamos en un esquema económico donde está habilitado el crecimiento del PBI, pero sin distribución. Y el segundo problema tiene que ver con lo que me gusta llamar el nuevo ALCA: Bush proponía el Área de Libre Comercio de las Américas y Marc Stanley, que es mucho más simpático porque es demócrata, propuso el pacto del agua, el litio, los combustibles y los alimentos. Y lo propuso públicamente diciéndole a Rodríguez Larreta (Horacio) y a Massa que tenían que unirse para la exploración de estos recursos. Es decir que el escenario es que un 70, 80% del electorado se concentre en dos figuras políticas que representan exactamente lo mismo, que son Massa y Rodríguez Larreta, solo que uno está en el Frente de Tosos y el otro en Juntos por el Cambio. Representan la misma forma de hacer política, el mismo estilo de coucheo para las campañas y la misma afinidad con la hegemonía norteamericana sobre la Argentina. Son candidatos del sistema.
-¿Usted descarta que Alberto Fernández pueda llegar a ser candidato?
-Yo creo que Alberto, si tiene una visión patriótica, va a asumir un rol de ordenamiento de la estrategia electoral del Frente de Todos…
-Es decir: ¿si es patriota, se baja?
-Tiene que ordenar la situación interna porque, si no, el Frente de Todos se va a romper. Y con el nivel de conflicto interno que hay en la coalición, que es evidente, para ordenar te tenés que correr. Y es muy difícil ordenar la disputa interna si el Presidente -que tiene muchos atributos positivos, pero que no cumplió el contrato electoral original- también es candidato, cuando el resto de los posibles candidatos son sus ministros. Y es difícil, además, porque él tiene que terminar en diciembre y si a él le va muy mal en una interna, hay un problema de gobernabilidad.
-¿Teme que Alberto pueda llegar a no terminar el mandato?
-No, no. Pienso que hay que ordenar la disputa interna para evitar la disgregación política, pero reconociendo que existen tendencias diversas dentro del Frente de Todos.
-¿Podría también estar Cristina en la interna? En octubre pasado en nuestra charla usted dijo que era mejor que ella no fuera candidata…
-Yo la escuché a ella diciendo que no iba a ser candidata, así que, hasta nuevo aviso, no es candidata.
-¿Y está de acuerdo con el “operativo clamor” que hay ahora?
-Ni estoy de acuerdo ni lo critico. Me parece legítimo que haya otros compañeros que impulsen eso. No es nuestra línea y lo digo desde una posición de mucho cariño y de mucho respeto a Cristina.
-De hecho, en su spot de campaña al final se ve un abrazo con Cristina…
-Sí. Para mí ella sigue siendo la principal expresión del movimiento nacional popular latinoamericanista en nuestro país. Estoy de acuerdo con el planteo de la proscripción, que es más complejo que meramente jurídico. Es una impugnación a un esquema de poder real en el que a determinados dirigentes ya les resulta imposible participar en la competencia democrática. Y eso pasa en toda América latina: Lula, Correa [Rafael, expresidente Ecuador], Evo [Morales, Bolivia], Lugo [Fernado, Paraguay], Castillo [Pedro, Perú]. ¿Son todos tan malos y ladrones los que reivindican a los más pobres y a la integración latinoamericana? Es raro…
-¿Y la condena judicial a Cristina?
-Para mí es nula de nulidad absoluta porque hay enemistad manifiesta del fiscal y de los jueces, que pertenecen casi literalmente al partido opuesto porque van a jugar a la pelota a la casa del dueño del partido opuesto. En cualquier país del mundo eso es causa de nulidad. La condena es truchísima.
-También apareció Daniel Scioli como posible candidato…
-Scioli puede representar la defensa de la gestión de gobierno, porque en nuestra coalición estamos los que pensamos que la gestión de este gobierno fue muy mala y algunos que piensan que fue buena, como Scioli. Pero creo que una parte del kirchnerismo va a terminar en una alianza con Massa, que representa en algunas cabezas una idea de estabilidad.
-¿Y el papel de La Cámpora?
-Mi planteo es: si hay un candidato de nuestra generación que represente ideas de transformación social, que asuma la agenda de Tierra Techo y Trabajo, y la defensa soberana de nuestros recursos estratégicos –agua, alimentos, litio, combustibles-, que mida mejor que yo, desde luego que yo me bajo. Pero todavía no existe eso, no hay. Si Cristina se llegara a presentar, yo no me presentaría. A nosotros nos gusta de Cristina lo que le ha hecho mala fama: su capacidad de confrontación con el poder y su capacidad de mando, que es lo que le faltó a Alberto.
-Es decir, si llegaran a presentarse Cristina, Wado de Pedro o Kiciloff, usted se baja…
-Sí. Tanto con Wado como con Axel tenemos coincidencias y, también, diferencias...
-Para usted, ¿qué sería lo mejor?
-Que el candidato sea uno de ellos…
-¿No Cristina?
-No, porque Cristina dijo que no iba a ser candidata. Ella dijo “agarren el bastón de mariscal” y no va a ser candidata porque hay una proscripción del sistema de poder de la Argentina, proscripción en la que yo creo que tiene una participación importante Sergio Massa con sus amigos en el Poder Judicial…
-Muchos creen que la oposición puede llegar a ganar las elecciones después del desastre económico del Gobierno…
-Sí, es una posibilidad. Si uno ve la interna de Juntos por el Cambio, lo que yo veo es una derecha democrática, que acepta el diálogo político, representada por Larreta y una derecha autoritaria, representada por Patricia Bullrich.
-¿Qué piensa del fenómeno Milei?
-Es un fenómeno interesante. Milei toma de afuera la idea de ‘la casta’, que viene de la izquierda europea, de los indignados y es alguien que expresa en sus formas un sentimiento de enojo y lo expresa genuinamente. Este es el aspecto interesante. El aspecto terrible del fenómeno es que la libertad absoluta de comercio que pregona deriva en un pensamiento monstruoso, como por ejemplo el tema de la venta de órganos o que alguien trabaje como un esclavo 18 horas… Se llega a conclusiones deshumanizantes… Y Bullrich intenta copiar ese fenómeno, pero no es creíble porque estuvo con todos los partidos políticos: pasó de los Montoneros a la ultraderecha…
-La sensación es que usted está tratando de remover el avispero del Frente de Todos…
-Desde luego. Lo que tratamos de hacer es la aceptación de un programa vinculado al programa Tierra, Techo y Trabajo, y a la defensa de la soberanía de los recursos naturales. El problema en la Argentina no es la desocupación, sino la precarización y la informalidad: hay 9 millones de trabajadores informales. Es decir, en la Argentina hay changas, pero no hay trabajo de calidad y los salarios de los que tienen empleo registrado, tradicional, están por el piso, como nunca. Nuestro programa es salarios que tienen que estar por arriba de la línea de pobreza que marca el Indec y un proceso de formalización de los informales, que es difícil, pero que se puede hacer en etapas y que implica que para alguno de ellos tiene que haber un refuerzo del ingreso, que nosotros llamamos salario universal. Lo que es increíble que pase en el FdT es que, con el nivel de pobreza que hay, arriba del 40%, la discusión sea cómo recortar el Potenciar Trabajo, que es el único programa social…
-¿Qué piensa de la baja de 85.000 planes y de la política de Tolosa Paz?
-Estoy de acuerdo con la auditoría, estoy de acuerdo con que le den a las personas la opción de hacer una contraprestación socio productiva o terminar sus estudios. Pero no estoy de acuerdo con que en un momento creciente de pobreza, en vez de mayor ayuda social, haya un recorte de ayuda social. No es un tema de Tolosa Paz, sino de toda la dirigencia política: no escucho a nadie que diga que hay que aumentar la ayuda social, lo cual es un pecado. Yo entiendo que haya debate sobre el tema, ahora el peronismo representa precisamente la idea de que dónde hay una necesidad, hay un derecho. Y hay un 40% de personas con necesidad. Entonces, en vez de dar más derechos estamos sacando derechos. Si hay casi cinco millones de indigentes, ahí hay una necesidad, ¿cómo resolvemos eso? Eso está fuera del panorama por dos razones: primero, el acuerdo con el FMI, que de manera absolutamente explícita plantea recortes en las políticas sociales y segundo, que hoy existe un cogobierno entre Alberto Fernández y el FMI, entre Massa y el FMI, que es producto en primer lugar del acuerdo de Macri, que fue una estafa. Nosotros creemos que este acuerdo con el FMI hay que anularlo o, al menos, discutir otra cosa. Con este acuerdo, la Argentina tiene un ancla y no va a poder desarrollarse.
-¿Y Máximo Kirchner?
-Nunca escuché que Máximo se planteara como candidato y yo hablo bastante con él. Máximo es una persona demonizada. No se conoce su capacidad analítica y es una muy buena persona.
-¿Cómo evalúa, finalmente, el despliegue de gendarmes y sobre todo del Ejército en Rosario por el tema narco?
-Creo que hubo una reacción y eso es bueno. Desde luego, el Ejército no tiene que participar en seguridad interior y Taiana [Jorge], con quien hablé, tiene la misma posición y explicó que está enviando ingenieros y maquinaria para la urbanización de los barrios. El tema es que no sea un simulacro, que se haga. Y el envío de gendarmes como medida provisoria yo creo que está bien, la policía de Santa Fe es un cartel narco, no es una fuerza de seguridad, no es que es cómplice, es un cartel y hay que intervenir la policía de Santa Fe y hacer una purga absoluta. Y hay que entender que este es un fenómeno que hay que atacar por el medio, por arriba y por abajo.
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