José Luis Ramón. Quién es el excéntrico diputado acusado de traición por apoyar al kirchnerismo con el cambio en la Procuración
Entró al mundo de la política como un opositor que defendía de los derechos de los consumidores, pero se acercó cada vez más al oficialismo y le prometió su voto para la reforma del Ministerio Público
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MENDOZA.- José Luis Ramón, un todoterreno funcional al kirchnerismo. Así puede describirse, hoy más que nunca, al excéntrico diputado nacional de 57 años que fue acusado de ser un “traidor a la patria” por haber accedido a votar con el oficialismo la reforma del Ministerio Público Fiscal. Pero lo cierto es que el legislador, desoyendo los cuestionamientos de sus detractores y antiguos socios políticos, sigue acumulando poder de la mano del Gobierno.
Su incursión en la arena pública tiene que ver con sus inicios como abogado defensor de los derechos de los consumidores en Mendoza, donde fundó la reconocida asociación Protectora. Desde esa plataforma, se volcó al terreno partidario y llegó a competir como candidato a gobernador en 2019. Previamente, utilizó el sello del Partido Intransigente para alcanzar la banca en la Cámara baja que ocupará hasta diciembre de este año.
Exentrenador de rugby, a Ramón aún se lo conoce como “el loco de la frazada” por su llamativa indumentaria de cuando estaba en campaña contra los tarifazos del gas; de hecho ahora el titular de la bancada kirchnerista, Máximo Kirchner, apeló a un proyecto de autoría del mendocino para rebajar los costos del servicio en las zonas más frías del país. Ramón es recordado también por su “ramoneta”, una camioneta con megáfono que utilizó para recorrer las calles mendocinas, intentando convencer al electorado, que hoy le pasa factura por sus cambios.
Siempre verborrágico, locuaz y confrontativo, Ramón supo acercarse al poder de turno. Vale recordar que en plena pandemia se mostró en favor de la polémica reforma judicial impulsada por la vicepresidenta Cristina Kirchner y dio su voto al impuesto a las grandes fortunas. El oficialismo, agradecido, le tendió una mano con la creación de una Comisión Bicameral para un nuevo Código de Defensa del Consumidor, de autoría del mendocino. Y ya hay contactos y propuestas oficiales para ir definiendo su futuro laboral, una vez que concluya su mandato legislativo.
Por todos estos movimientos y apoyos al gobierno nacional, Ramón no deja de recibir críticas, reproches y mensajes de desaprobación. Quienes lo cuestionan dicen que este “conquistador” de los usuarios mendocinos, que lo siguieron porque estaban hartos de las injusticias, terminó desencantándolos. Atrás quedaron, en lo que fue su meteórica carrera política, sus críticas a las gestiones de turno y al poder empresario.
En el Congreso Nacional, siempre es una incógnita cómo definirá sus votos y más de una vez llamó la atención por su cambio de parecer. Esto ocurrió, por caso, con el proyecto sobre el aborto legal: primero se apegó a los pañuelos celestes, después se cambió a los verdes y finalmente le bajó el pulgar a la iniciativa. De hecho, el entonces diputado y hoy senador Martín Lousteau lo sacó del bloque “Evolución Radical” por votar contra el proyecto.
Finalmente, Ramón se acercó al titular de la Cámara, Sergio Massa, que lo impulsó como presidente de la bancada Unidad y Equidad Federal, que arropó a disidentes macristas, y dio los votos claves a la Ley de Emergencia que reclamaba el presidente Alberto Fernández. Pero estos movimientos tuvieron un costo: su interbloque sufrió bajas. Sin embargo, Ramón niega que sea parte de negociaciones poco transparentes y asegura estar cansado de tanta “sorna” por parte de sus pares cuando defiende sus planes.
Mientras tanto, en Mendoza, viejos amigos y compañeros políticos lo critican con dureza. “Básicamente su accionar ha traicionado al electorado que votó para tener un representante mendocino e independiente de los partidos mayoritarios”, expresó a LA NACION Mario Vadillo, diputado provincial de Protectora, el hombre que supo ser “inseparable” del legislador nacional en tierra cuyana, que agregó: “Muchos amigos y familia apoyaron nuestra gesta política y son los más defraudados. Si viviera mi madre, le pediría que le devolviera la frazada que nos dio para la marcha por el aumento de gas, que él ensució con su accionar pestilente”.
Ramón también tuvo otro pasado: fue docente, lustró botas, ofició de monaguillo, vendió helados, fue camarero, ordenanza y cosechador. Pero hoy sus movimientos están cada vez más vinculados al poder y sus necesidades acuciantes.
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