José Luis Espert criticó al FMI y minimizó la pelea del bloque de LLA: “No creo que haya un conflicto de dimensiones”
El diputado le quitó importancia a la interna que estalló en la bancada libertaria; defendió la política económica y acusó al Fondo de estar “enamorado del cepo”
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En las vísperas del debate de la nueva versión de la ley Bases y del paquete de reformas fiscales, el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, José Luis Espert, se muestra optimista, no solo porque confía en que ambas iniciativas serán aprobadas -pese a los conflictos que estallaron en el oficialismo tras el desplazamiento del exjefe de bloque Oscar Zago- sino también porque asevera que la actividad económica repuntará durante el segundo semestre aunque, admite, en un contexto aún recesivo.
“No creo que en la bancada haya un conflicto de dimensiones”, sostiene. Tajante en sus definiciones como es su estilo, Espert dispara contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que le achacó estar “enamorado del cepo” que atenaza el mercado cambiario, al tiempo que le reprochó que le retacee los fondos que necesita el gobierno de Javier Milei para terminar con esta restricción. Exaltó la política de licuación del gasto y de los ingresos que lleva adelante el Gobierno para bajar la inflación, advirtió a los opositores que no habrá mayor compensación a los jubilados por la caída en su poder adquisitivo salvo que presenten alternativas para solventarla y le mandó un mensaje a los actores económicos que especulan con una nueva devaluación: el dólar a $1000 llegó para quedarse un buen tiempo, aseveró.
-¿Teme que la pelea interna por la salida de Zago afecte el tratamiento de la ley Bases?
-No. De ninguna manera pone en riesgo el tratamiento. Es más, esta semana ya comenzamos a definir la estrategia con la que vamos a encarar el debate parlamentario.
-¿No cree que el conflicto pudo haberse manejado de otra manera?
-No veo que haya un conflicto de dimensiones, como plantean ustedes [por los periodistas]. La Libertad Avanza es un bloque nuevo, con legisladores que nunca hicieron política antes, que está aprendiendo. Los unen las ideas de la libertad y del sentido común, ideas que vinieron a cambiar la Argentina y que está llevando adelante el presidente Milei.
-¿Por qué son necesarias la ley Bases y las reformas fiscales? El propio Milei pareció bajarles el precio cuando dijo que en el corto plazo la prioridad son el ajuste fiscal, el saneamiento del Banco Central y la baja de la inflación.
-El Gobierno está llevando una política de déficit fiscal cero, está saneando el balance del Banco Central con tasas de interés reales negativas, está llevando la emisión monetaria a cero y bajando la inflación a un dígito mensual. Está encauzando las cuentas públicas y las cuasi fiscales, todas tareas macroeconómicas de muy corto plazo que se pueden llevar adelante sin este paquete de leyes. La ley Bases, las reformas fiscales y el Pacto del 25 de Mayo, en cambio, están pensadas para la sociedad y focalizadas en las necesidades de las provincias. Incorpora capítulos muy importantes, como la consolidación de la deuda, la promoción del empleo registrado, la reforma de la ley de Defensa de la Competencia, desregulaciones en las áreas de energía e hidrocarburos y el régimen de incentivos para las grandes inversiones.
-Sectores de la oposición advierten, sin embargo, que estas iniciativas contienen importantes beneficios fiscales para los grandes inversores, las grandes empresas, no así para las pymes. Señalan que tampoco incluye un alivio fiscal para los asalariados medios.
-Yo no lo comparto y explico por qué: el productivismo liberal, que es el sesgo que domina este paquete de iniciativas, está bien marcado en el DNU 70/23, concretamente en el capítulo laboral. Allí se contempla la extensión del período de prueba de 3 a 8 meses y la eliminación de las multas para el trabajo no registrado. Todos pedidos de las pymes.
-Pero el capítulo laboral está suspendido por la Justicia…
-Yo leo los proyectos y veo: defensa de la competencia, eso es un beneficio para el consumidor, no para las grandes empresas; promoción del empleo registrado, eso también es para todas las empresas, al igual que la desregulación económica. Están los paquetes impositivos, el blanqueo de capitales y la moratoria, que son todos beneficios para las pymes. En realidad el desafío para la Argentina es dejar de ser un país de pymes; el desafío es crecer para que seamos un país de empresas grandes. El kirchnerismo nos destruyó y nos transformó a todos en minipymes.
-Hablando de grandes empresas, el Gobierno quitó del proyecto el capítulo para que todas las empresas del sector tabacalero paguen los mismos impuestos. Trascendió que esto es a medida de la tabacalera Sarandí. ¿Se reincorporará este capítulo? ¿Por qué se lo sacó?
-No sé por qué se lo sacó ni tampoco sé si se lo va a incorporar.
-En el primer trimestre del año se confirmó una fuerte baja del gasto promovida, sobre todo, por una caída del 34% de las jubilaciones. La oposición pide compensar la pérdida por la inflación de enero y si bien el Gobierno dictó un DNU, sostiene que esa compensación, del 12,8%, es insuficiente. ¿Qué pasa si la oposición avanza en un dictamen para elevar esa compensación?
-La Comisión de Previsión sacará el dictamen correspondiente, pero la Comisión de Presupuesto y Hacienda no va a trabajar en un plenario para hacer una recomposición que ya hizo el presidente en el DNU. ¿Más todavía?
-Insisten en que falta compensar ocho puntos. Son fondos que se queda el Estado y no van a los jubilados.
-La caída de las jubilaciones es consecuencia de que la fórmula del gobierno de Alberto Fernández se ajusta con un trimestre de rezago. La licuación de las jubilaciones es no es algo que lo haya decidido el gobierno de Milei, es culpa de la vieja fórmula previsional. El DNU, salvo estos 6 u 8 puntos, ha compensado la pérdida. Para nosotros el tema central es bajar la inflación, y esto depende de lo fiscal. Si a mí me vienen con una recomposición adicional a la que el Gobierno decidió por DNU, tiene que tener su recurso para poder pagarla. Más gasto público sin financiamiento, no.
-Además de las jubilaciones, también están estancados los salarios respecto de la inflación. El Gobierno no está homologando acuerdos salariales más allá de determinado porcentaje. ¿Esto no agudiza la recesión y la caída de la recaudación?
-El único convenio que no fue homologado fue el de los camioneros. Pero hacia adelante, como se está cayendo la tasa de inflación, hay que cerrar convenios colectivos con la baja de inflación que se viene para no afectar la actividad económica, porque si no, estamos afectando al trabajador. Si las empresas ajustan salarios con dos dígitos y después se dan vuelta y ajustan su precios con dos dígitos, no van a tener a quién venderle. Eso sí provoca un parate en la economía.
-Usted hace hincapié en la necesidad de ajustar el gasto público, pero el propio FMI sugirió mejorar la “calidad” de ese ajuste por las consecuencias sociales que tiene. ¿Usted comparte esta recomendación?
-No. No solo no comparto esa observación sino que también advierto una suerte de enamoramiento del Fondo con el cepo cambiario. El Fondo debería darle a la Argentina los dólares que necesita para salir ya del cepo.
-¿Por qué cree que el Fondo está enamorado del cepo?
-Porque estamos acumulando muchas reservas. El balance del BCRA era negativo en 12.000 millones de dólares; hoy estamos en cero y yo le diría que en algunos meses vamos a estar en los 12.000 millones de dólares que necesitamos para terminar con el cepo. Pero si el FMI nos diera ese desembolso saldríamos ya del cepo. Tampoco estoy de acuerdo con que el ajuste fiscal debería ser mejor. Repito: la licuación de las jubilaciones es culpa de la vieja fórmula, no del gobierno de Milei. Dos, el corte de las transferencias discrecionales a las provincias está bien porque ellas tienen que ser parte de la baja del gasto público, lo mismo que los municipios. Tienen sus cuentas más o menos equilibradas; deberían reducir el gasto manteniendo ese equilibrio para poder bajar impuestos y tasas, porque la gente no da más. Hay otra cosa: se está trabajando dentro de la ley, se está despidiendo la gente no renovando contratos. Echar a una persona que está dentro de planta permanente cuesta muchísimo dinero, más allá de que te enfrentas al maldito 14 bis de la Constitución que garantiza la estabilidad al empleo público. Yo entiendo el espíritu de este artículo, pero ha sido tergiversado por el kirchnerismo, que hizo abuso de él y llenó la planta permanente antes de irse.
-Si el FMI está enamorado del cepo, ¿el Gobierno no está demasiado enamorado del déficit cero? El ajuste del gasto para bajar inflación está generando, por contrapartida, una fuerte recesión con el riesgo de que aumente el desempleo. El gobierno de Carlos Menem terminó sin inflación, pero con fuerte desempleo y recesión.
-La convertibilidad no termina con desempleo del 22% por culpa del ajuste que se hizo en el Estado. La recesión económica de Menem tiene que ver con que la Argentina era recontra cara en dólares.
-¿No estamos en esa situación?
-Estamos lejísimos de esa situación. El problema de Menem fue un problema fiscal, un déficit financiado con deuda externa. Ese problema no está hoy. Lo estamos eliminando. Sobre esto entonces, quiero recalcar algunas cosas: el dólar de $1000 vino a quedarse buen tiempo. Aquellos empresarios que fijaron precios fijando el dólar a $2000 más vale que lo vayan bajando porque no le van a vender a nadie y así se van a producir despidos. Este es un aviso también para las prepagas: si no quieren quebrar, van a tener que bajar sus precios, porque los afiliados se van a volcar en masa a las obras sociales de su gremio. Sobre la actividad económica, por cómo vienen los números yo diría que la caída va a tener un piso en los próximos meses, antes de mitad de año, y en la segunda mitad del año vamos a tener una recuperación con respecto al primer semestre, aunque en un contexto todavía recesivo. Pero el segundo semestre va a ser mejor que el primero.
-Volviendo a la cuestión del ajuste del gasto. Para que no sea tan drástico, ¿por qué no se revisan los gastos tributarios, esto es, las exenciones impositivas que hoy suman dos puntos del PBI? Allí está la cuestión de la promoción industrial de Tierra del Fuego.
-Son varias las exenciones, está la del impuesto a las Ganancias al Poder Judicial, a la fundaciones, a las cooperativas, la exención del IVA a las prestaciones de las obras sociales y tenés a Tierra del Fuego también.
-¿No podría discutirse este tema en la ley Bases?
-No descarto que en una segunda etapa de la consolidación fiscal se trate el tema gastos tributarios. En esta etapa el mensaje que queremos dar desde el Gobierno es que acá se baja el gasto público. Lo primero es el gasto público. Después, que el Estado no recaude algunos impuestos por exenciones que no deberían estar, OK, lo vamos a discutir. Pero guarda, hay que ver qué pasa. ¿Cuántos gobernadores de provincias estarían de acuerdo con que las cooperativas en el interior paguen ganancias, por ejemplo? Es un tema espinoso.
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