La prisión preventiva: el golpe que José Alperovich no esperaba y que el juez se negó a revertir
El exgobernador condenado a una pena de 16 años solicitó dejar la cárcel, pero la fiscalía advirtió que podría fugarse y Ramos Padilla coincidió
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Después de la primera noche que pasó en prisión, el exgobernador José Alperovich, condenado por haber abusado sexualmente de su sobrina, presentó este miércoles un pedido de excarcelación, que el juez Juan Ramos Padilla ya rechazó.
El magistrado coincidió con el fiscal Sandro Abraldes, que había pedido que Alperovich no dejara la cárcel. Ramos Padilla sostuvo que, dada la “elevada pena” impuesta, “se puede anticipar que en caso de recuperar su libertad, [Alperovich] intentará eludir el accionar de la Justicia”. Con la condena dictada este martes, aunque no esté firme, “se ve aumentado el peligro de fuga”, dijo el juez. También aludió a la “gravísima naturaleza” de los hechos que tuvo por probados y a la demostrada intención del exgobernador de engañar a la Justicia aludiendo incluso a un supuesto intento de la víctima de extorsionarlo.
Anoche, la decisión de la detención “inmediata” fue, para Alperovich, un golpe tan duro como la condena misma. Él y sus defensores creían que incluso si el juez fallaba en su contra, regresaría a pasar la noche a su departamento de Puerto Madero. El escenario de ir a la cárcel no era algo esperado.
El principio de inocencia no cae con un veredicto adverso mientras esa condena no esté firme. Y el camino de un fallo para adquirir firmeza puede llevar años. Si el juez Juan Ramos Padilla no hubiera dispuesto anoche la “prisión preventiva” de Alperovich, es posible que él nunca hubiera pisado una cárcel: el 13 de abril próximo el exgobernador cumplirá 70 años y a esa edad ya puede pedirle al juez que le conceda la prisión domiciliaria (es decisión del magistrado si le da ese beneficio o no).
El fallo de Ramos Padilla de este miércoles, con el que rechazó la excarcelación, respondió a los diferentes argumentos de la defensa. Entre ellos, a que Alperovich tenía “arraigo”. Ramos Padilla cuestionó la “doble vara” que implica la práctica judicial de excarcelar a los que tienen más recursos económicos y mantener en la cárcel a los que menos tienen.
Dijo: “En la práctica judicial, un gran número de resoluciones que giran en torno a esta materia se dictan basándose en el ‘arraigo’. Por cierto, tal como la defensa alegó, Alperovich no solo tiene arraigo sino también una gran fortuna y un círculo social muy amplio para eludir la acción de la justicia. En la práctica judicial muchas veces se les niega la excarcelación a personas de bajos recursos, que han caído en situación de calle y no tienen ninguna oportunidad de mantenerse prófugos. Por el contrario, se les concede a quienes gozan de un poderío económico y poseen contactos y relaciones sociales que claramente facilitarían su fuga. Todo esto, que es una suerte de doble vara, refleja en definitiva una clara violación que repugna al derecho de neto raigambre constitucional de igualdad frente a la ley”.
Tal como informó LA NACION, la fortuna familiar de los Alperovich se multiplicó desde que desembarcaron en el poder en 2003, según lo reflejan sus propias declaraciones de bienes. De tener una concesionaria de autos pasaron a administrar empresas constructoras, inmobiliarias y financieras. Se ampliaron a compañías productoras de soja, ganado y una exportadora citrícola, y hoy tendrían casi 75 inmuebles.
La defensa había esgrimido que los recursos de Alperovich “no son otros que los de una persona de iguales características” y no le permitirían “emprender una fuga”. El defensor del exgobernador es Augusto Nicolás Garrido, del estudio Cúneo Libarona (el hoy ministro de Justicia ejerció activamente la defensa de Alperovich hasta el año pasado). El defensor había alegado también en su pedido de excarcelación que por ser una “figura pública”, la posibilidad de “una fuga en la clandestinidad es absurda”, sobre todo con la trascendencia que tuvo su juicio.
Ramos Padilla tampoco accedió a las “medidas de morigeración” que pidió la defensa; por ejemplo, la posibilidad de que estuviera detenido en su casa con una tobillera electrónica. Según el juez, “los riesgos procesales analizados revisten una entidad tal que no permiten ser neutralizados” fuera de la cárcel.
En cuanto a los riesgos para la salud de Alperovich (muy deteriorada, según su defensa), el juez dijo que ordenó que tuviera “asistencia médica” y fuera sometido a un “riguroso examen”.
La decisión
Ramos Padilla dispuso anoche que Alperovich cumpliría prisión preventiva y ordenó, a las 20:10 de ayer, “su traslado inmediato a una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario Federal”, que fue la cárcel de Ezeiza. “Proceda, señor comisario Brignas, sin ninguna situación de degradación”, le dijo el juez al policía que tenía a su cargo la custodia del exgobernador. A las 21:09, agentes del Servicio Penitenciario Federal que cortaban la calle Paraguay, frente a los tribunales, lo subieron esposado a una camioneta y se lo llevaron.
Abraldes, fiscal de juicio que llevó adelante la acusación, dijo hoy a Radio Con Vos que difícilmente Alperovich aspirara a que Ramos Padilla, que ordenó detenerlo, horas después lo excarcelara. “Supongo que tienen interés en provocar la instancia de revisión”, consideró. Para el fiscal, la estrategia del exgobernador apunta a llegar cuanto antes a la Cámara de Casación -que revisará lo que decida el juez-, para que ese tribunal sea el que lo deje esperar la etapa de los recursos en libertad.
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