José Alperovich se negó a contestar preguntas y afirmó que quiere “la verdad” ante las acusaciones de abuso sexual
El exgobernador de Tucumán enfrenta a una acusación por parte de su sobrina; podría recibir una pena de hasta 15 años de prisión; el juicio se desarolla a puertas cerradas
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El exgobernador de Tucumán José Alperovich se negó a declarar en el inicio del juicio oral en su contra, en el que está acusado de abusar sexualmente de una sobrina suya, aunque expresó ante el tribunal que lo juzga que quiere “la verdad” y no contestó preguntas por consejo de sus abogados.
En la primera audiencia del juicio se leyó la acusación del fiscal y el acusado tuvo la oportunidad de defenderse, al prestar declaración indagatoria. Luego, el tribunal resolvió que la sesión siguiera a puertas cerradas con la declaración de la víctima, cuya identidad e imagen se buscaron preservar de modo de que no sea fotografiada.
Allperovich llegó a los tribunales de la calle Paraguay al 1500 acompañado de sus cuatro hijos. Cuando le preguntaron si iba a declarar explicó que lo iba a hacer, pero más adelante. Dijo: “Sí, señor juez, pero mis abogados me piden que posterguen la declaración para el final”.
“Le pido autorización a usted. Sé que todos dirán lo mismo, pero yo quiero decirle, señor juez, que tengo 68 años, 11 nietos, 4 hijos, y quiero la verdad porque esto me mató. Con todo el respeto que le tengo al Poder Judicial, quiero la verdad y le pido que preste atención, señor juez, si puede, o el señor fiscal, a todas las pruebas”, declaró Alperovich.
El ex gobernador enfrenta dos acusaciones en grado de tentativa y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal.
Antes de ingresar a la sede judicial, en la ciudad de Buenos Aires, el exmandatario provincial había asegurado: “La prueba es decir la verdad”.
El juicio -que retoma hechos que habrían ocurrido entre 2017 y 2018 en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán- está a cargo del juez José María Ramos Padilla del Tribunal Oral en lo Criminal 29, y se espera que presten declaraciones más de 80 testigos.
Acompañado por sus hijos, Alperovich se sentó en el banquillo de los acusados y miró directamente al juez para pedir “la verdad”. Al mismo tiempo, declaró que posee tres empresas -una concesionaria de autos, una compañía agrícola ganadera y una inmobiliaria- por las que obtiene ganancias de unos $5 millones por mes.
La audiencia
Al no contestar preguntas ni declarar, se leyeron sus indagatorias anteriores durante la instrucción del caso, en las que el exsenador y ex gobernador negó siempre los hechos.
“No abusé de FL”, dijo Alpérovich y desmintió un vínculo familiar con la víctima. “Señor juez, claramente no había sumisión. Había un empoderamiento”, aseguró, y agregó: “Es falso que yo buscara deliberadamente estar a solas con ella, para supuestamente atacarla”.
“¿Si ha sido abusada en el departamento de Puerto Madero, por qué a los 10 días quiso volver a donde fue abusada?”, dijo el ex mandatario provincial.
“¿Yo voy a abusar a los 67 años? No señor juez. Es una causa falsa, yo no abuse de FL. Después de renunciar, ella se dedica a fabricar pruebas” había declarado el exmandatario en el texto que se leyó.
Una vez concluida esta parte de la audiencia, fue el turno de la declaración de la víctima, que se realizó a puertas cerradas, por lo que el presidente del tribunal ordenó desalojar la sala.
La causa comenzó en 2019, cuando la joven, que trabajaba como su asistente personal, lo denunció por tres hechos de abuso sexual -dos de ellos cometidos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal.
En un principio, la causa se tramitó en dos jurisdicciones: en el fuero criminal y correccional de la ciudad de Buenos Aires y en la justicia de Tucumán. Pero,tras una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se resolvió que todos los hechos debían investigarse en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°35 de la ciudad de Buenos Aires.
La acusación contra Alperovich
La causa comenzó cuando la denunciante, hija de un primo segundo de Alperovich, realizó la denuncia en su contra a finales de 2019, mientras trabajaba como su asistente en el Senado de la Nación (de donde fue apartado tiempo después). Según certificó la víctima, los abusos se produjeron en Tucumán y en un departamento del barrio porteño de Puerto Madero.
Por su parte, la causa -a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 10 de la Capital Federal y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM)- fue considerada “en todos los casos, mediando para su comisión intimidación”, como un “abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad” de parte del exgobernador.
“Quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”, señaló la acusación fiscal.
LA NACION
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