Jorge Macri no se pronunciará a favor de Javier Milei, pero ayudará a los libertarios a fiscalizar en la Capital y la provincia
El sucesor de Larreta en la Ciudad busca preservar el equilibrio para no romper con los radicales; Santilli tampoco mueve para no desperfilar a Milei, aunque le pondrá unos once mil fiscales en Buenos Aires
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El jefe de gobierno electo Jorge Macri, uno de los pocos referentes de Pro que lograron salvar la ropa pese a la dura derrota de Juntos por el Cambio en las elecciones presidenciales, ya decidió que no se pronunciará a favor de Javier Milei con vistas al balotaje decisivo del próximo domingo, en el que el economista ultraliberal y antisistema se medirá con Sergio Massa (Unión por la Patria).
Pese a que su primo Mauricio, expresidente y fundador de Pro, juega a todo o nada para fortalecer la capacidad electoral de Milei y evitar que Massa se convierta en el sucesor de Alberto Fernández, Jorge Macri se mantendrá prescindente ante la opinión pública con miras a la compulsa crucial de la segunda vuelta y no se correrá de la línea que fijaron los mandatarios provinciales y gobernadores electos de JxC después de la debacle electoral de Patricia Bullrich del 22 de octubre.
En rigor, la táctica de Jorge Macri dista de ser neutral. Es que, al igual que Diego Santilli, quien tampoco se expresará para no contaminar a Milei con el tufillo de la política tradicional, el exintendente de Vicente López optó por colaborar con la fiscalización de los libertarios tanto en la Ciudad de Buenos Aires, el bastión de Pro, donde puso a sus colaboradores de confianza a coordinar el operativo del domingo, como en la provincia de Buenos Aires. En ese terreno estratégico Jorge Macri controla un puñado de municipios.
Frente a la presión del expresidente para que respaldara a Milei, después de que Massa le pidiera a Leandro Santoro que se bajara del balotaje porteño, el ministro de Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta había diseñado un artilugio para dilatar su eventual posicionamiento de cara a la segunda vuelta. Dijo que les mandaría una carta a Milei y Massa para conocer su visión sobre distintas problemáticas de la Capital -como la terminal de Retiro, los piquetes, el traspaso del puerto-. Cumplió con el formalismo y no le respondieron. En efecto, era solo una manera de ganar tiempo. Era sabido que Jorge Macri nunca iba a apoyar a Massa. En principio, su primo Mauricio esperaba que se pronunciara a favor del libertario al filo de la tercera ronda electoral, pero luego comprendió que podría ser contraproducente.
Mientras se alista para asumir y arma con sigilo su gabinete -cuya configuración depende del resultado del domingo-, Jorge Macri considera que no es necesario que manifieste su respaldo a la candidatura de Milei. Por un lado, entiende que ya fijó públicamente su postura cuando expresó que él siempre estará en la vereda de enfrente del kirchnerismo, un guiño a las ambiciones del libertario, quien no tuvo una buena performance en la Capital ni en las PASO ni en las elecciones generales. Para Jorge Macri, ese gesto es suficiente. Cree que el rol de JxC está ahora en la oposición y que el electorado no necesita que lo guíen. Además, los asesores de Milei le hicieron saber a Macri que no pretendía sumar un álbum de fotos con adhesiones de dirigentes políticos a su postulación. Fue un reclamo del principal estratega de Milei, Santiago Caputo, el encargado de preservar la identidad del economista y no diluir la oferta anti-casta.
Los motivos de Jorge Macri para no mover sus fichas también responden a sus intereses políticos en la Ciudad. El futuro alcalde sabe que asumirá en un contexto inédito para el Pro en la Legislatura, donde Larreta cedió espacios a los radicales o referentes de la CC o Confianza Pública, Republicanos Unidos y Partido Socialista con tal de ampliar la base de sustentación mientras edificaba su sueño presidencial. Por esa razón, Jorge Macri requiere hacer equilibrio para no dinamitar los puentes con los socios de Pro. Un apoyo explícito a Milei antes del balotaje precipitaría una ruptura con los radicales que responden a Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti. A su vez, el primo del exjefe del Estado pretende conservar los lazos con los representantes de Milei en el recinto: Eugenio Casielles y Ramiro Marra.
Con un escenario ajustado en la Legislatura, requiere cuidar los votos y esperar que se defina quién será el próximo presidente para delinear su red de alianzas. Si gana Massa, deberá esforzarse para sostener a JxC o cerrar un pacto con los radicales. En caso de que Milei se imponga en las urnas, Jorge Macri podría avanzar en una alianza con los libertarios. En el hipotético tablero de que Macri y Bullrich co-gobiernen con Milei, el primo del expresidente le abriría la puerta a la chance de que un libertario presida la Legislatura. Por ahora, Darío Nieto o Matías López, alfil de Santilli, serían los postulantes con más posibilidades de reemplazar a Emmanuel Ferrario.
Otra razón por la que el sucesor de Larreta no jugará la carta Milei es que el expresidente Macri también se alineó al pedido de Caputo de frenar la ola de pronunciamientos para impedir que Milei se desperfile y dejó de presionar a su primo para que se manifieste. Efectivamente, el exmandatario se corrió hasta hoy de la campaña y se dedicó a la pelea por recuperar Boca Juniors. Gran parte de esa hoja de ruta se trazó durante la conversación en su casa de Acassuso, cuando Santilli, Caputo y De Andreis plantearon que Milei debía dedicarse a estar en la calle, reducir su presencia mediática y preservar su imagen de outsider y su mensaje anti-casta. “Si lo politizamos, pierde”, les advirtieron a Macri y Bullrich, quienes promovían una foto de ambas fórmulas.
Convencido de ese análisis, Santilli tampoco se manifestará a favor de La Libertad Avanza, pese a que optó por apuntalar de manera subterránea la candidatura de Milei para impedir un triunfo de Massa. De hecho, aportará unos once mil fiscales en Buenos Aires para reforzar el operativo, a cargo de Guillermo Ferraro, y envía señales de que estaría dispuesto a colaborar con Milei en el Congreso si envía proyectos razonables. Cree que la batalla clave para Milei a la hora de fiscalizar estará en la tercera sección electoral, fortaleza del peronismo. Cristian Ritondo, quien se hizo explícito su aval a Milei, también pondrá unos once mil fiscales.
Jorge Macri también asistirá a Milei con la fiscalización en la Capital, pero, sobre todo, en la cuarta sección electoral de Buenos Aires -donde controlará el operativo a través de los jefes municipales de Junín y 9 de Julio- y en la primera sección, donde Soledad Martínez (Vicente López) coordinará las tareas con los libertarios. También pondrán el hombro para cooperar con la fiscalización de Milei los intendentes Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) o Néstor Grindetti (Lanús). En Pro esperan que los fondos necesarios para costear la estructura aparezcan mañana. “Ya está la plata”, afirman cerca de Bullrich.
En Pro aseguran que el empresario Eduardo Bastitta colaboró con la recolección de dinero. Estiman que se necesitan alrededor de dos millones de dólares para desplegar la red en todo el país. El tironeo por ese dinero suele generar cortocircuitos en los territorios. Detrás del rechazo a la boleta única también hay un negocio de la política. De hecho, Macri y Bullrich “apretaron” en una reunión virtual a los dirigentes de Pro en todo el país para garantizarse la fidelidad de los fiscales. No quieren que nadie se dé vuelta el día de los comicios.
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