Joe Biden se contagió de Covid y quedó en duda la reunión con Alberto Fernández en Washington

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio positivo a un test de Covid-19 este jueves por la mañana y la reunión bilateral que tenía pautada para el próximo martes con el Presidente Alberto Fernández en Washington quedó en duda. Biden, quien ha recibido cuatro dosis de la vacuna contra el coronavirus, tiene “síntomas muy leves”, informó la Casa Blanca, y permanecerá aislado durante al menos cinco días, y hasta que dé negativo a una prueba del virus.

“Amigos, estoy muy bien. Gracias por su preocupación”, tuiteó Biden, poco después del mediodía junto con una foto en la que se lo ve vestido con saco, sin corbata, tomando nota durante un llamado telefónico. “¡Manteniéndome ocupado!”, cerró el mandatario. Unas horas después, Biden tuiteó un video, filmado en el balcón principal de la Casa Blanca, con un breve mensaje para despejar dudas sobre su salud.

“Estoy bien, estoy haciendo mucho trabajo y voy a seguir haciéndolo. Mientras tanto, gracias por su preocupación. Y mantengan la fe. Va a estar todo bien”, afirmó.

La noticia sobre el contagio de Biden generó una inquietud inmediata porque, a sus casi 80 años, integra el grupo más vulnerable al virus. El médico presidencial, Kevin O’Connor, dijo en una carta difundida por la Casa Blanca que Biden había dado positivo al realizar una prueba de antígeno de rutina, que luego fue confirmado con un nuevo hisopado y un test PCR. El médico dijo que Biden tenía síntomas “muy leves” –goteo nasal, tos seca ocasional y fatiga– y que al estar vacunado y haber recibido dos refuerzos espera una “respuesta favorable”. Por precaución, Biden comenzó a tomar el antiviral Paxlovid para evitar cualquier riesgo de enfermedad severa.

La vocera presidencial, Karine Jean-Pierre, dijo que Biden se aislará en la Casa Blanca y continuará cumpliendo con todas sus funciones durante su enfermedad. Es su primer contagio de Covid-19. El mandatario ha estado en contacto con miembros del personal de la Casa Blanca por teléfono, y participará en sus reuniones planificadas por teléfono y Zoom desde la residencia oficial. Jean-Pierre indicó además que Biden “continuará trabajando de forma aislada hasta que dé negativo”. La Primera Dama, Jill Biden, tuvo un breve contacto con la prensa en Detroit, dijo que estaba bien, y que había dado negativo a un test y anticipó que continuará con su agenda normalmente.

Cumbre en suspenso

Ante la incertidumbre por la evolución de Biden, el viaje del Presidente Alberto Fernández a Estados Unidos quedó en suspenso, a la espera de novedades de la Casa Blanca.

El protocolo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, según sus siglas en inglés) establece un período de aislamiento de cinco días completos luego de un test positivo de Covid-19. Bajo ese criterio, Biden podría retomar su agenda el martes, el mismo día previsto para la visita del Presidente Fernández. Pero Jean-Pierre y el coordinar de la Casa Blanca para la respuesta a la pandemia del coronavirus, el doctor Ashish Jha, dijeron en una conferencia de prensa que Biden permanecerá aislado hasta que dé negativo a un nuevo test del coronavirus.

El embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, dijo a LA NACION que la Casa Blanca le comunicó la noticia sobre la salud de Biden a la par de la difusión del comunicado. El encargado fue Juan González, principal asesor de Biden para América latina, con quien Argüello ha trabajado la agenda de la reunión y el comunicado conjunto que se difundirá luego del encuentro. Argüello luego se puso en contacto con el Presidente Fernández, quien se encuentran en Asunción, Paraguay, para participar de la Cumbre del Mercosur.

“Obviamente no sabemos cómo va a evolucionar, ni ellos tampoco. La Casa Blanca sigue el protocolo de CDC y tiene un protocolo propio. Vamos a ir viendo cómo evoluciona, y vamos a esperar a que ellos nos informen cuando Biden reanude la agenda. Es un compás de espera”, indicó Argüello. El embajador transmitió los deseos del Gobierno de una pronta recuperación para Biden.

El Gobierno había buscado la reunión con Biden y la foto en el Salón Oval durante dos años, con altas gestiones de Argüello y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, quienes tejieron un buen vínculo de trabajo con el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, y con González, el principal funcionario de Biden para la región.

Más allá de los cortocircuitos, las diferencias y las tensiones que generaron las posturas –erráticas, para sus críticos– del gobierno argentino en temas delicados de la política exterior, como las violaciones de derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela, o los giros que marcó la Casa Rosada con la invasión de Rusia a Ucrania, la administración de Biden siempre le abrió las puertas al Gobierno y buscó mantener una relación constructiva, arraigada en una buena voluntad que parece inquebrantable. Alberto Fernández fue un crítico del gobierno de Donald Trump, y buscó cultivar una buena sintonía con la administración bidenista. El respaldo de la Casa Blanca ayudó a llevar a buen puerto el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una prioridad para la Argentina.

El encuentro entre Biden y Fernández se confirmó unos días antes de la Cumbre de las Américas que se hizo el mes último en Los Angeles, en un llamado entre ambos mandatarios. Fernández llevó luego un duro discurso a esa cumbre que no alteró la buena predisposición de la Casa Blanca o el buen momento que atraviesa la relación con Estados Unidos.

Para el Gobierno, el encuentro en el Oval y la reunión bilateral era una oportunidad idílica para reforzar la relación y rubricar el respaldo de Washington a la Argentina en un momento crítico para la economía, castigada por un incesante azote de los mercados en medio de una desconfianza rampante por el rumbo económico del país. Las cotizaciones libres del dólar parecen en un espiral ascendente sin techo a la vista que eleva la presión sobre la inflación, y el Gobierno se ha quedado sin fuentes de financiamiento más allá del Banco Central para cubrir el déficit fiscal.

El acuerdo con el Fondo pende de un hilo, y economistas creen que el oficialismo deberá pedir un waiver porque no podrá cumplir con las metas, o renegociar todo el programa. En cualquiera de los dos escenarios, el respaldo de Biden es vital, y el encuentro en la Casa Blanca ofrecía una oportunidad para sellar ese compromiso.