Joaquín de la Torre: "Juntos por el Cambio vive cierta incertidumbre"
Con los días contados para que el año 2020, protagonizado por la pandemia del coronavirus, se esfume y comience la vorágine de un nuevo año electoral que ya se olfatea, en Juntos por el Cambio los liderazgos, los posicionamientos y las miradas varían. Se evidencian diferencias de estilos a nivel nacional, entre halcones y moderados, y también diversidad de grupos en territorio bonaerense.
En ese terreno provincial se mueve Joaquín de la Torre, exministro de Gobierno en el mandato de María Eugenia Vidal y exintendente de San Miguel, quien subraya que la coalición necesita reconstruirse bajo la premisa de que se habilite la competencia entre todos los que aspiren a liderarla.
En una entrevista con LA NACION, admite que el espacio vive "cierta incertidumbre", apuesta por ampliarlo con peronismo pero sin que los dirigentes sean vistos solo como "junta votos", y blanquea sus ganas de competir por una candidatura a gobernador.
-¿En qué punto considera que está hoy Juntos por el Cambio a nivel bonaerense?
-Cuando un espacio pierde, siempre tarda en reacomodarse, y está viviendo ese proceso de reacomodamiento, con cierta incertidumbre respecto del mañana. Esa incertidumbre está basada, primero, en la derrota; segundo, en la decisión de María Eugenia de poner en duda si va a seguir perteneciendo o no a la provincia de Buenos Aires. Y después, en el posible desembarco de funcionarios de la ciudad en territorio de la provincia de Buenos Aires.
-¿Cree que Vidal participará activamente en lo electoral?
-A ella la veo bien y feliz, tomando decisiones. Lo que hay que hacer es respetarle sus decisiones y sus tiempos. Yo hago política, gestioné un municipio y me preocupan los bonaerenses. Eso es lo que no voy a cambiar. No tengo otro destino u otro camino. Vamos a hacer una presentación en San Miguel sobre qué pasó con la seguridad en el distrito en los últimos ocho años, a partir del sistema de seguridad que tiene. Y vamos a mostrar que el delito en San Miguel ha bajado ocho años consecutivos. ¿Quién tiene que ser el próximo gobernador? Alguien que haya gestionado, que haya cuidado la plata de los vecinos y que haya logrado resultados.
-Elisa Carrió dijo que será candidata en la provincia de Buenos Aires. ¿Qué piensa de ese desembarco?
-Tengo mucho respeto por la doctora Carrió, hace mucho tiempo que vive en la provincia de Buenos Aires. Me parece que todos los que quieran ser, tienen derecho a serlo. Yo creo que el candidato que comande la oposición de 2021 y 2023 tiene que ser un candidato con mucho barro en los pies. La oposición tiene que tener candidatos que estén dispuestos a caminar, que tengan la experiencia de gobernar en la provincia.
-¿Juntos por el Cambio tiene que articular más con sectores peronistas?
-Creo que hay que reconstruir la alianza opositora. Y cuando hablo de reconstrucción, quiero decir que todos aquellos que tengan vocación de conducirla y de tener poder, tengan el derecho. Si esto no pasa así, no va a haber ampliación de nada. Aquellos que nos formamos en un peronismo no kirchnerista, tenemos vocación de poder. Estar en un espacio donde eso se nos limitara, indicaría que nos querrían más como empleados junta votos que como dirigentes políticos.
-¿Qué opinión tiene de Emilio Monzó? Él ha dicho la semana pasada a la nacion que "suturó heridas" con Vidal
-Como todos, tiene derecho de participar del frente opositor. Los problemas de Emilio con el resto de los dirigentes de Cambiemos son de Emilio y de los dirigentes de Cambiemos, no soy un periodista de chismes.
-¿Tiene aspiraciones electorales?
-Tengo vocación de gobernar la provincia de Buenos Aires. La tengo porque tengo la experiencia, he gobernado un municipio del conurbano y lo hemos transformado, y he sido ministro de Gobierno. Conozco la gestión local y la de la provincia. Tengo esa vocación, después el tiempo dirá. La política argentina necesita personas que administren bien la plata de la gente. En 34 de 37 años de democracia, se ha gastado más de lo que ha ingresado.
-¿Qué análisis hace del primer año de gestión de Axel Kicillof?
-No es un año para evaluar gestiones, pero sí miradas, intenciones y declaraciones. Y en eso, me siento muy en la oposición de la mirada del gobierno de Kicillof respecto de lo que hay que hacer en la provincia de Buenos Aires. Kicillof se sentó y empezó a atosigar, a creer que el gobierno provincial se puede encargar de todos los problemas, a no respetar las autonomías municipales ni las miradas de los intendentes. La provincia tiene 135 colaboradores en la gestión y, desgraciadamente, como los últimos gobernadores no tienen que ver con la historia de conocer la provincia, no entienden esto y terminan con gestiones paupérrimas. Lo mejor que le puede pasar a la provincia es que el próximo gobernador haya sido intendente, porque va a entender cómo funciona el sistema.
-¿Está cerca del Grupo Dorrego, que se ha formado con intendentes opositores?
-No, ese es un grupo de intendentes de Pro. Yo no estoy cerca ni lejos, eso es Pro. Tengo mucho respeto y cariño por todos los integrantes, y valoración de sus gestiones, pero es un espacio al que no pertenezco.
-¿Cuál es su mirada sobre las PASO?
-Son un buen camino si se termina de hacer la reforma que falta, que es que la justicia electoral haga de junta electoral tanto en las PASO como en las generales. Eso no sucede en las PASO, por lo tanto, las juntas electorales de los espacios políticos deciden si hay interna o no. Eso hay que eliminarlo. Si eso sucede, estoy de acuerdo con las PASO. Pero si me preguntan qué va a pasar, va a pasar lo que Máximo (Kirchner) quiera. Ni siquiera creo que sea una disputa. Si Máximo toma la decisión de que haya PASO, va a haber PASO, y si cree que no le conviene que haya PASO, no va a haber.
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