Joaquín Morales Solá: “No va a haber luna de miel para el próximo gobierno”
El columnista político de LA NACION conversó con Martín Rodríguez Yebra sobre la crisis actual, el panorama después de las elecciones del 22 y sobre los candidatos que disputan la presidencia; la relación de Milei con los medios, la interna de Juntos por el Cambio y la competitividad del oficialismo
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“Tengamos la certeza de que la crisis social que tiene hoy la Argentina es mucho peor que la encontraron aquellas sociedades de 2001 o de 1989″, advirtió Joaquín Morales Solá, en el comienzo de la entrevista que brindó en el marco de La Nueva Argentina, el capitulo 5 del ciclo organizado por LA NACION. El periodista analizó la crisis social que atraviesa el país, proyectó posibles escenarios y ofreció observaciones sobre los principales candidatos que comenzarán la disputa por la presidencia el domingo próximo.
“La base de la que se parte es una sociedad que la mitad está debajo de la línea de la pobreza”, continuó el analista. “La clase media está luchando para que las prepagas les sirvan en la medicina como les venían sirviendo. Hoy puede ser que colapsen”, ejemplificó. “Los colegios privados también están cerrando”, añadió, y subrayó: Tenemos una situación mucho más complicada”.
En diálogo con Martín Rodríguez Yebra, secretario de redacción de LA NACION, el periodista político y conductor advirtió sobre los reflejos políticos con los que deberá contar aquel candidato que se alce con la victoria en los comicios. “El próximo gobierno no va a tener luna de miel”, adelantó, y afirmó que si el líder libertario, Javier Milei -hoy favorito en todas las encuestas- llega a la presidencia, el país afrontará “una situación muy traumática”.
“El nuevo gobierno, sea quien fuere, va a llegar con la expectativa de que es el nuevo y la gente va a querer que se le solucione los problemas al día siguiente, eso no va a ser posible. No van a existir 100 días, no va a existir luna de miel, va a ser todo muy rápido”, pronosticó. “El [próximo gobierno] va a tener que dar resultados muy pronto para que la sociedad entre a cierta tranquilidad. Hoy lo que vivimos es una situación de angustia, de temor, de bronca y enojo. A 40 años de la democracia, estamos en una de las peores situaciones”, remarcó y añadió que la gente va a las urnas con todo ese trasfondo emocional.
Morales Solá cotejó la posibilidad de que el libertario llegue a la Casa Rosada con otros procesos políticos en la región y en el mundo y advirtió sobre el estado de un sociedad cuya flexibilidad frente a la crisis la lleva a tolerar “retrocesos” democráticos.
“Me preocupa alguna encuesta que se está haciendo. En la mitad de la sociedad se prefiere un gobierno no democrático si es eficiente. La mitad de la población está pensando eso”, enfatizó y calificó los casos de Donald Trump en Estados Unidos, el de Jair Bolsonaro en Brasil y el de Pedro Castillo en Perú, y el de Víctor Orban en Hungría, como “soluciones fáciles”.
“Efectivamente hay una corriente mundial que está prefiriendo estos líderes de soluciones fáciles. Pero a la vuelta de la esquina la sociedad se da cuenta que tampoco sirve y se quedan sin alternativas”, completó.
“Hartazgo social”
Para Morales Solá, la alta posibilidad de que Milei sea el próximo presidente es la consecuencia de un clima de desánimo y frustración. “Es un emergente del hartazgo social. En cualquier otra circunstancia, con la mitad de las cosas que dijo hubiera sido descalificado por la sociedad”, imaginó e hizo referencia a su habitual slogan ‘se viene el estallido’. “Me hizo acordar al cajón de Herminio Iglesias a la campaña del 83″, comparó.
“[Milei] puede decir muchas cosas políticamente incorrectas. A la sociedad no le importa lo que dice. Lo que le importa es ese hombre que grita e irrumpe en el escenario político en lugar de todo lo que había”, precisó. “No tiene sensibilidad política, no tiene conocimiento de la historia. Esto lo hace un elemento potencialmente peligroso al frente del Estado”, y graficó: “Es un hombre con poca habilidad para hace acuerdos políticos y que además va asumir institucionalmente muy débil. Va a ser una experiencia muy traumática si llega a la presidencia”, sostuvo, sin dejar de mencionar la mala relación que el libertario mantuvo estableció con los medios de comunicación. “[si ganara] al periodismo le esperan tiempos muy oscuros, otra ves, de fuerte lucha. Pero la daremos. Lo hemos hecho con los Kirchner cuando estaban al frente del peronismo, que es otra estructura política”, desafió.
En relación al candidato del oficialismo, Sergio Massa, y el nivel de competitividad electoral que exhibe pese a la crisis, remarcó: “No se puede explicar. Salvo por esa fe peronista, que como toda fe no tiene explicación [y] por cierta fascinación que arrastra Cristina Kirchner que, aunque no haya participado en la campaña, algo ha dicho”, describió. “Si la figura de Massa fuera la de un radical o alguien el PRO, no llega ni al 10% de los votos. La sociedad argentina le tolera al peronismo cosas que no le tolera a ningún otro partido político”.
Con todo, proyectó el “final” de su carrera política si el candidato de Unión por la Patria no logra meterse en la segunda vuelta, “Creo que si Massa no entrara en un ballottage, o Milei ganara en primera vuelta, la carrea política de Massa se termina. Si entrara en la segunda vuelta, como el se va a su casa con 48 puntos, sería imposible que gane, pero podrá decirle al peronismo ‘yo soy el líder de la renovación’ que le peronismo necesita”.
A su vez, se refirió a la decisión de Patricia Bullrich de incluir al jefe porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como líder de un eventual gabinete en el último tramo de la campaña y a cierto “desgaste” que provocó la álgida interna dentro de Juntos por el Cambio. “Es una muy buena decisión, pero un poco tardía. Creo que [esas decisiones] se toman al día siguiente de ganar una interna”, remarcó, tal como pretendía un sector del larretismo.
“[Bullrich] es un emergente de peleas internas que la han debilitado”, señaló. “JxC debió rever si era necesaria o no la competencia tal como se dio hasta el último momento”, para añadir que la fuerza debió evaluar la posibilidad de “tener un candidato sin esperar las PASO”. “La construcción en la que está el país afecta mucho más a JxC que al peronismo, y sin duda, más que a los libertarios”, resumió.
A modo de cierre, el columnista de LA NACION destacó que el país está frente a un proceso de transición en lo liderazgos políticos. “Desde el 2007, cuando Macri gana la jefatura de la capital, el país tuvo dos grandes líderes. Cristina Kirchner, que ganó la presidencia. Esos dos grandes liderazgos que duraron 12 años, ya no están, no son candidatos ni a legisladores”, recordó.
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