Jesús Rodríguez: "Es tiempo de atender los efectos colaterales del programa económico"
Jesús Rodríguez es auditor general de la Nación, no ocupa cargos formales en el radicalismo, pero es un dirigente de los más influyentes en la cúpula del partido. Por su experiencia política y formación económica tuvo participación activa en el diseño del menú de propuestas para atemperar los efectos de la crisis económica que su partido llevó a la Casa Rosada, el jueves pasado. El balance de la reunión fue muy satisfactorio, ratificó Rodríguez, señal de que la UCR y el macrismo se encaminarían a confirmar su alianza con vistas a las elecciones presidenciales.
"Estoy convencido de que la mayoría del radicalismo cree en la necesidad de evitar una regresión populista. Y la manera de evitarlo es consolidar la coalición Cambiemos", enfatizó a LA NACION.
-¿Salió satisfecho el radicalismo de las reuniones con los funcionarios del Gobierno?
-Sé, por información directa de funcionarios del Gobierno y de dirigentes radicales, que las reuniones fueron muy productivas y todos quedaron muy satisfechos con las conclusiones obtenidas. Unos reconocieron la receptividad y la buena disposición del Gobierno para escuchar puntos de vista y otros se dieron cuenta de la seriedad y solidez de las ideas aportadas.
-¿No fue demasiado tarde? La crisis económica lleva meses.
-No, porque primero el Gobierno debió establecer los pilares del programa. Esto es, recuperar el equilibrio macroeconómico que se había perdido a raíz de una sucesión de acontecimientos tanto internacionales como domésticos. Luego, ese programa se plasmó en la ley de presupuesto. Ahora es el tiempo de aplicar medidas para atender sus efectos colaterales.
-¿Qué propuestas llevó la UCR?
-Los ejes fueron tres: generar una mayor competencia en los mercados con la normativa vigente, esto es, la ley de defensa de la competencia y las normas de lealtad comercial. Segundo, atender la situación de los sectores que más han sido afectados por la retracción de la actividad económica. Y tercero, generar las condiciones propicias para un horizonte con un mayor nivel de actividad económica.
-El radicalismo ha sido crítico de la política tarifaria. ¿Qué propusieron en este sentido?
-El tema energético es clave. Buena parte de los problemas económicos de la Argentina tienen su origen en el desquicio de la política energética de la anterior administración, que fue suicida. La Argentina pasó de exportadora neta de energía a ser importadora por una cifra escalofriante. Esto generó un déficit comercial impresionante. Como, además, se congelaron las tarifas a pesar de la inflación, hubo subsidios, los que generaron un déficit fiscal extraordinario. La salida de esa situación compleja resultó traumática, con algunos déficits en el diseño de la política inicial que debieron ser reconsiderados.
-¿Cómo se sale de esta situación?
-A partir de definir una política de tarifas que atienda la necesidad de aumentar la producción -como se está logrando-, pero que, al mismo tiempo, el impacto sobre el consumidor sea estacionalizado en el tiempo y que no esté concentrado en los meses de mayor consumo.
-¿El aplanamiento de las tarifas es la solución, entonces?
-Absolutamente.
-¿Cree que este paquete de medidas acordadas con el Gobierno va a amortiguar el impacto de la crisis en la economía real?
-Creo que de la mano de las políticas estructurales y, al mismo tiempo, con estas decisiones que atienden los efectos colaterales adversos, vamos a avanzar en la dirección correcta. La política y la economía deben viajar juntas.
-En la UCR hay distintas opiniones sobre la conveniencia o no de continuar en Cambiemos. Después de la reunión del jueves, ¿cómo seguirá la relación?
-Debemos recordar lo que fue la Convención de Gualeguaychú de 2015: hubo una discusión, hubo distintos puntos de vista y un diálogo abierto. Se tomó una decisión (concertar una alianza con Pro y la Coalición Cívica) y todos la aceptaron. En esta oportunidad va a pasar lo mismo. Buenos Aires, que es la provincia con más convencionales (el 80%), se comprometió con la consolidación de la coalición. Estoy convencido de que la mayoría del radicalismo cree en la necesidad de evitar una regresión populista. Y la manera de evitarlo es consolidar la coalición Cambiemos.
-¿Cuándo se realizará la convención del partido?
-No hay fecha aún, seguramente en la segunda quincena de mayo.
-¿Qué viabilidad tendrán aquellas opiniones que apuestan por apoyar a Roberto Lavagna?
-Esas opiniones no tienen peso partidario. Son atendibles y respetables, pero no imagino ninguna decisión institucional de la UCR en esa dirección.
-¿Cree que Cambiemos debería reformular su estructura, con mayor protagonismo de la UCR?
-Soy de los que creen definitivamente que tiene que haber una mejora cualitativa en el funcionamiento de la coalición, que se deben encontrar procedimientos más aceitados y eficaces que mejoren el proceso de toma de decisiones. Esa es la condición de éxito de la coalición.
-Pro no mostró esa apertura antes. ¿Por qué lo haría ahora?
-Yo creo que lo hará por una combinación de virtud y de necesidad.
-¿Cree que el candidato a vicepresidente debería ser radical?
-Creo que a Cambiemos le haría muy bien ofrecer a la sociedad una fórmula presidencial más federal y más representativa de la diversidad de la coalición. Pero ese no es un tema a discutir ahora.
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