Javier Milei y Victoria Villarruel se reencontraron en el desfile militar y buscaron afianzar lazos con las Fuerzas Armadas
La vicepresidenta reapareció tras haber faltado anoche en Tucumán por una gripe; la fórmula libertaria se subió a un tanque de guerra y coronó el despliegue de uniformados; sintonía del Presidente con Jorge Macri
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Javier Milei protagonizó esta mañana el desfile militar con mayor despliegue desde el retorno de la democracia con el objetivo de afianzar los lazos de las Fuerzas Armadas con la ciudadanía. En el aniversario 208° del Día de la Independencia, el Presidente fue un espectador privilegiado del despliegue de unos 7000 uniformados de la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército, encabezados por decenas de veteranos de Malvinas.
Con el trato reverencial a las tropas y una gran puesta en escena sobre la Avenida del Libertador, entre las calles Agüero y Dorrego, el jefe de Estado libertario buscó marcar una diferencia con todos sus antecesores. Frente a miles de personas, Milei y su gabinete aplaudieron y vivaron a las tropas que se marcharon en pleno y se exhibieron en aeronaves, tanques y blindados mecanizados a oruga. El Presidente siempre pensó que su fuerza electoral debía sintonizar con la familia militar y ya venía transmitiendo que él pretende “reconciliar a las Fuerzas Armadas con la sociedad después de años de degradación”.
Victoria Villarruel finalmente participó del desfile militar por las ciudades porteñas, así como también del Tedéum en la Catedral Metropolitana. Fue luego del faltazo que protagonizó anoche en San Miguel de Tucumán para la firma del Pacto de Mayo, que en su entorno lo adujeron a una gripe fuerte. La vicepresidenta llego minutos antes que el Presidente mientras sonaba la Marcha de San Lorenzo y se ubicó en la primera fila del palco. Con la valla sobre la cintura, entonó las canciones patrias de cara a la orquesta militar, integrada por músicos de las tres fuerzas. “¡Vamos Vicky!”, se escuchó entre la gente.
“Esperamos que pueda quedarse hasta el final”, decían cerca de la vice en la previa, en alusión a su fuerte estado gripal. Pero ella finalmente presenció todo el desfile, muy animada por toda la escena.
El Presidente y la vicepresidenta se reencontraron con un saludo protocolar y tuvieron escasos guiños en la primera mitad del evento. Pero luego comenzaron a intercambiar comentarios sobre lo que veían frente a sus ojos y, hacia el final del desfile, ambos bajaron a la avenida para subirse a un Tanque Argentino Mediano (TAM 2C), desarrollado en el país. Con ayuda de oficiales, Milei y Villarruel treparon al vehículo para saludar al público, exultantes y recorrieron en el blindado una distancia menor a una cuadra. Luego, el jefe de Estado tomó de la mano a su vice y la ayudó a descender. Ambos regresaron al palco, fuertemente escoltados por agentes de seguridad.
Durante el desfile de los veteranos de Malvinas, Villarruel se mostró movilizada. Hija del segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, Eduardo Villarruel (que falleció en pandemia), ella saludó a los excombatientes y a las compañías de soldados de elite con aplausos sentidos y las dos manos en el pecho. La vice había intentado, sin éxito, organizar un desfile en conmemoración a veteranos y caídos el pasado 2 de abril.
Milei, por su parte, se ubicó entre Villarruel y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, que asistió acompañado por su esposa, Belén Ludueña. El gobierno libertario hizo un despliegue militar y de las fuerzas de seguridad sin antecedentes por las calle de la Ciudad y logró exhibir muestras de apoyo de porteños y familias que viajaron especialmente desde el interior. Durante el desfile, el Presidente se ladeó para intercambiar comentarios y guiños con el intendente porteño, con quien hoy tiene pendiente una disputa entorno a los fondos de la coparticipación. Es un conflicto de caja que tiene ramificaciones políticas hasta Mauricio Macri, que pese a las continuas ambivalencias que siente con el Gobierno, interrumpió una gira europea para asistir al Pacto de Mayo en Tucumán.
El palco principal
En la previa al desfile, los funcionarios fueron poblando el palco principal. Ministros y secretarios de Estado de peso, como María Ibarzabal y José Rolandi se hicieron presentes. Algunos de los funcionarios fueron reconocidos por la gente y agitaron sus brazos para saludar al público. Entre ellos, el ministro de Economía, Luis Caputo y el flamamte ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger -que al principio se ubicaron uno al lado del otro- además del vocero Manuel Adorni y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La cápsula de Milei se trasladó desde la Casa Rosada hasta el palco principal minutos antes de las 11. El Presidente llegó acompañado por su hermana, Karina. En el palco, los Milei saludaron a los funcionarios de la primera fila. La secretaria General de la Presidencia se ubicó al lado de Villarruel, pese a que es conocido que ambas tienen una historial de tensiones en común.
En la primera fila del palco se ubicaron Bullrich (junto a su esposo Guillermo Yanco) y Luis Petri (Defensa) para mostrarse cercanos a las fuerzas. También Luis Caputo; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el presidente previsional del Senado, Bartolomé Abdala; el titular de Diputados, Martín Menem; Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y la canciller Diana Mondino. Casi todo el tiempo estuvieron de pie y amenizaron la fría y soleada mañana con café. Detrás del Milei y de su hermana, en tanto, se ubicaron los padres del jefe de Estado, Norberto y Alicia.
Entre los invitados especiales, además, se lo vio al embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, que promediando el desfile, luciendo una gorra deportiva, saltó al palco principal para saludar al Presidente.
Entre los invitados presentes figuraron legisladores y funcionarios nacionales y se lo vio también al Procurador General, Eduardo Casal. El estratega del Presidente, Santiago Caputo, dio el presente pero prefirió no estar en el palco de los funcionarios. Pese a que integra la mesa chica del Gobierno él se ubicó, en cambio, en la zona de los invitados especiales.
Mezclado entre el público se lo vio al diputado nacional Ricardo López Murphy. Pese a su perfil ultraliberal, el legislador suele ser blanco de las críticas más ácidas del Presidente. En la cena de la Fundación Libertad, según trascendidos, Milei le habría vedado el ingreso al evento. Pero esta vez el diputado asistió al desfile militar como un vecino más.
Durante dos horas, todos ellos vieron pasar a las tropas de las fuerzas, desde la más moderna hasta la más antigua. Frente a los ojos de los funcionarios sobrevolaron más de 60 aeronaves entre aviones y helicópteros de Fuerza Aérea y de Aviación de Ejército, y transitaron jeeps, camiones, vehículos mecanizados a oruga y tanques. Finalmente pasaron las tropas montadas hasta que cerró el desfile el regimiento de granaderos a caballo al completo. Milei, como comandante en jefe de todas las fuerzas armadas, dio por culminado el desfile. Y se retiró a Olivos, a descansar después de la seguidilla de eventos patrios con aire refundacional que organizó por el Día de la Independencia.
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