Javier Milei viaja a Ushuaia para reunirse con la jefa del Comando Sur Laura Richardson
El Presidente vuela esta tarde a Tierra del Fuego, donde está la generala estadounidense, que ya mantuvo encuentros con varios ministros y con el jefe de Gabinete
- 3 minutos de lectura'
El presidente Javier Milei viaja esta tarde a Ushuaia, Tierra del Fuego, a reunirse con Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, quien realiza su tercera visita al país. Así lo confirmaron altas fuentes de la Casa Rosada a LA NACION.
Richardson lleva un activa agenda de reuniones con funcionarios, interesada en reforzar los “lazos de cooperación” en seguridad y defensa. Entre quienes se reunieron ya con ella están el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y los ministros Diana Mondino (Relaciones Exteriores) y Luis Petri (Defensa).
Estados Unidos es para Milei un aliado clave; por eso visitó ese país en el que fue su primer viaje como presidente electo. Desde entonces, hubo varios encuentros entre funcionarios de ambos países en territorio estadounidense y en suelo local. El de mayor relevancia fue con Anthony Blinken, secretario de Estado norteamericano, en febrero pasado en Buenos Aires.
Entre los temas de agenda que Richardson lleva adelante es prioritario el caso de China y su estación aeroespacial de Neuquén. También, la amenaza del terrorismo fundamentalista en el continente y la compra de equipamiento defensivo.
En línea con la completa sintonía con Estados Unidos, Milei evalúa enviar una “inspección” a la base que China instaló en Neuquén durante el mandato de Cristina Kirchner.
Richardson se unió al ejército estadounidense en 1986, tras recibirse de psicóloga en el Metropolitan State College de Denver, Colorado, su estado natal. Se convirtió en piloto del Ejército y sirvió en Irak y Afganistán. Antes, trabajó como asistente militar para Al Gore durante la presidencia de Bill Clinton y llegó a tener la responsabilidad de llevar el “fútbol nuclear”, el maletín que contiene los códigos de lanzamiento de las armas nucleares de Estados Unidos. El resto de su carrera estuvo signada por los ascensos: en 2011 se convirtió en general de brigada y en 2017, fue ascendida a teniente general y nombrada subcomandante general del Comando de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. En 2019, asumió luego el comando del Ejército Norte, y dos años más tarde, en 2021, Biden la nominó para liderar el Comando Sur. Ese mismo año, Richardson recibió su cuarta estrella.
Biden anunció el nombramiento de Richardson en el Día Internacional de la Mujer, en un acto en la Casa Blanca en el que también nombró a la general Jacqueline Van Ovost para liderar el Comando de Transporte.
La cercanía de los dos países
En los últimos dos meses la administración libertaria viene intensificando la cooperación militar y de seguridad con los Estados Unidos. Mientras que Posse viajó a Washington y Florida para tener encuentros con el subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro, Jay Shambaugh, y con autoridades de la CIA y el Comando Sur, entre otros.
A comienzos de febrero pasado estuvo en Buenos Aires Brian Nichols, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos y uno de los funcionarios de mayor importancia en la administración de Biden.
Eso fue la antesala de la llegada de Blinken y fue después de la visita, en diciembre, de dos funcionarios centrales del área económica del gobierno norteamericano: Mike Pyle, del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y Jay Shambaugh, del Tesoro, que viajaron a Buenos Aires para interiorizarse del programa económico del Gobierno en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Otras noticias de Javier Milei
Más leídas de Política
El futuro de Cristina Kirchner. Cómo sigue la causa que agita a la política a las puertas del año electoral
"Tu trabajo en la Argentina es increíble". Milei tuvo su encuentro con Trump y cruzaron fuertes elogios
Análisis. Javier Milei y Cristina Kirchner, en un juego de dos
Lo avaló Caputo. Sturzenegger dijo que con el cierre del ENOHSA el Gobierno dio de baja un “ejército de militantes rentados”