Javier Milei muestra indiferencia con sus socios del Mercosur y no cede en el conflicto bilateral con España
El Presidente no viajó a ninguno de los países vecinos en lo que va de su mandato y solo recibió al paraguayo Santiago Peña en febrero; Mondino recibe pasado mañana al canciller de Uruguay
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Desde Asunción hasta Brasilia, pasando por Montevideo y aún en La Paz, hay una mirada convergente cuando se mira hacia Buenos Aires. “Claramente no somos prioridad”, afirman fuentes de los socios de Argentina en el Mercosur, en relación a la frialdad (y en algunos casos, indiferencia) mostrada por el presidente Javier Milei.
Mientras todavía sigue latente el conflicto abierto con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien retiró a su embajadora del país, los vínculos con los vecinos de la región, a quienes el Presidente aún no ha visitado en lo que va de su mandato, aparecen postergados por el claro y explícito alineamiento de Milei con Estados Unidos e Israel. Con España, anoche, el Milei continuó con la escalada con nuevos exabruptos: “A Pedrito lo tengo match-point”.
El viernes próximo, según pudo saber LA NACION, la canciller Diana Mondino recibirá a su par de Uruguay, Omar Paganini, en el palacio San Martín, junto a los respectivos equipos. El encuentro, que se propone avanzar sobre puntos en común como el sistema portuario o la política de cielos abiertos, abre expectativas sobre la realización del postergado encuentro bilateral entre Milei y el presidente Luis Lacalle Pou, aunque reuniones anteriores de la canciller, por ejemplo con su par de Brasil, Mauro Vieira, han servido de poco para acercar posturas y mejorar el vínculo personal, en ese caso más que afectado, con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Hace un mes, en su visita a Itamaraty, Mondino discutió con Veira sobre el futuro del Mercosur, y las diferencias entre ambos gobiernos sobre el futuro del bloque común. Allí, y en una jugada sorpresiva, la canciller le entregó a su par brasileño una carta del Presidente para Lula, en la que le expresaba su deseo de reunirse. Cinco semanas después, aún no hay novedades concretas sobre ese eventual encuentro, mientras subsisten las diferencias, de forma y de fondo, entre ambas administraciones. Protagonista de los Brics, grupo al que Argentina rechazó integrarse, Lula da Silva contestó primero que no había leído la carta, y luego se llamó a silencio, mientras el diplomático de carrera Daniel Raimondi se hacía cargo de la representación argentina en Brasilia, al cubrir la vacante dejada por Daniel Scioli, que asumió como secretario de Ambiente, Turismo y Deportes.
Más allá de afirmar que la relación comercial “fluye”, fuentes de la diplomacia de Brasil dejaron trascender que una reunión entre ambos presidentes “no está en el horizonte”. Y subrayan que el alineamiento con Estados Unidos y el apoyo total de Milei al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en su conflicto con Hamas, “aleja aún más” las posiciones de ambos mandatarios.
Con Paraguay, el vínculo entre los presidentes fue más natural. Presente en la asunción de Milei como presidente, el presidente Santiago Peña fue recibido por su par argentino en Casa Rosada, el 14 de febrero. De todos modos, viejas deudas en materia energética por la empresa binacional Yacyretá y el cobro de aranceles por el paso de embarcaciones por la Hidrovía Paraná-Paraguay siguen siendo motivos de disonancia.
“La Argentina Uruguay y Paraguay –dijo- pensamos muy parecido, Brasil tiene la potestad de tomar decisiones más rápido. Homologación de títulos, tránsito, estamos trabajando en esos temas. No es solo aranceles”, dijo Mondino ayer, intentando relativizar la distancia con los socios del Mercosur, creado durante la gestión del presidente radical Raúl Alfonsín, y que los distintos gobiernos kirchneristas consideraban prioridad en sus relaciones con el mundo.
Aunque avanza a paso lento, y Mondino reiteró en más de una oportunidad el deseo de Argentina de concretar un acuerdo, la posibilidad de un pacto del bloque con la Unión Europea parece diluirse. “No le están prestando atención al tema. Hay un profundo desconocimiento del funcionamiento del sistema agropecuario del otro lado. Y tienen que estar dispuestos a integrarnos” afirmó Mondino ayer, en relación con la Unión Europea, que -sobre todo el presidente de Francia, Emmanuel Macron- se resiste a firmar el acuerdo. El próximo 16 de julio, el plenario de presidentes del Mercosur, en Asunción, será un test concreto sobre los vínculos entre sus integrantes.
Con seis viajes al Exterior ya realizados, y ninguno a un país de la región, Milei también tuvo fuertes roces con el colombiano Gustavo Petro (entuerto solucionado por ambas cancillerías) y el venezolano Nicolás Maduro, con quien el vínculo no tiene retorno, y no hay afecto con el boliviano Luis Arce, otro integrante de la Patria Grande que continúa en el poder.
Frialdad manifiesta con el Chile de Gabriel Boric, algo menos hostil con el Perú de Dina Boluarte, y sintonía lejana pero existente con el ecuatoriano Daniel Noboa, Milei sigue poniendo distancia con la región. Mondino, que trabaja en silencio para limar asperezas con los vecinos, deberá atender la urgencia: por pedido del senador radical Pablo Daniel Blanco, la canciller aceptó el convite y estará el próximo martes 28 en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dando explicaciones sobre “la política exterior argentina”, con el conflicto como España como tema excluyente.
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