Javier Milei le anunció al canciller israelí que mudará la embajada argentina a Jerusalén
Fue la primera declaración que hizo el Presidente cuando bajó del avión; la canciller Diana Mondino dijo a LA NACION que el traslado llevará “mucho tiempo”
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JERUSALEN.- En un anunció que causó este martes grandes repercusiones en Israel y el mundo, ni bien Javier Milei bajó de la escalerilla del avión que lo trajo a Israel, le confirmó al canciller, Israel Katz, que lo esperaba en la pista del aeropuerto Ben Gurion, su decisión de mudar la embajada argentina a Jerusalén, una medida de alto impacto político que ya había prometido durante la campaña.
Más tarde, sin embargo, la canciller Diana Mondino, ante una pregunta de LA NACION, si bien confirmó la intención y la decisión política, aclaró que no se trata de algo inminente, sino que pasarán al menos “cuatro o cinco años” antes de que pueda concretarse esta movida que, como era de esperar, más tarde enfureció al grupo terrorista palestino Hamas. Mondino también precisó que tampoco hay dinero en este momento en las arruinadas arcas argentina para realizar semejante proyecto.
“Es un honor poder estar aquí. Estoy cumpliendo mi promesa de que el primer país que visitaría sería Israel y obviamente vengo a apoyar a Israel contra los terroristas de Hamas”, le dijo Milei a Katz, con el ruido del avión todavía de fondo. El presidente argentino afirmó que defendía el derecho a la “legítima defensa” del pueblo israelí y, de inmediato, le comunicó al canciller: “Mi plan es mudar la embajada a Jerusalén occidental”. Katz le agradeció y se dieron un abrazo.
Minutos después, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró la llegada de Milei con un tuit con las dos banderas, la argentina y la de Israel. Y después su oficina de prensa difundió un mensaje en X en el que expresó: “El primer ministro Benjamin Netanyahu da una calurosa bienvenida al arribo a Israel del presidente Javier Milei, quien ha anunciado la mudanza de la embajada argentina a Jerusalén”.
El canciller Katz, por su parte, que quizás no se esperaba ese anuncio del mandatario argentino, también reaccionó y agradeció en las redes este “regalo” diplomático: “Gracias a usted, señor presidente Milei por su afirmación sobre el translado de la embajada argentina en Israel a Jerusalm, la capital”, escribió en X, en un mensaje que cerró con el grito-rugido del presidente argentino libertario: “¡Viva La Libertad Carajo!”.
El traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén es un tema muy sensible en el delicado equilibrio de Medio Oriente. Jerusalén representa la ciudad santa para los judíos, pero también es considerada del mismo modo por los musulmanes (e incluso por los cristianos, aunque no tienen un reivindicación territorial). Impulsar la mudanza de la embajada representa un reconocimiento de hecho de los derechos de Israel sobre Jerusalén, que cuando se creó el estado judío en 1947 quedó bajo jurisdicción internacional.
Israel considera Jerusalén, no sólo para parte occidental, sino también la oriental, como su “capital única e indivisible”; según la jurisprudencia israelí, Jerusalén es la capital “de facto” del Estado de Israel. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) también reivindica Jerusalén como capital de su por ahora imposible futuro Estado de Palestina (reconocido por varios países, entre ellos, la Argentina, en diciembre de 2010 y la Santa Sede, en 2015). “De iure”, la mayoría de los miembros de Naciones Unidas y de las organizaciones internacionales no reconoce la anexión de Jerusalén oriental por parte de Israel en 1967, ni reconoce Jerusalén como su capital y justamente por esto la mayoría de las embajadas ante Israel se encuentran en Tel Aviv.
Antes de que se conociera el anuncio hecho por Milei al bajar del avión, LA NACION consultó a la canciller Diana Mondino sobre el posible traslado y la funcionaria, al llegar al hotel King David de Jerusalén, dijo que es una medida que había sido anunciada en campaña, que estaba “en consideración” y que “llevaría tiempo”, sobre todo debido a la situación económica actual de la Argentina.
Mondino precisó que el proceso de mudanza puede llevar entre cuatro y cinco años y que requiere, entre otras cosas, encontrar un terreno. En cuanto al significado de la medida, la canciller afirmó: “La situación actual de Israel nos hace creer mucho más en la necesidad de dar apoyo y a tratar de volver a un estado de paz entre todos”.
Mondino no estaba al tanto del anuncio que le había hecho el Presidente a Katz cuando lo abrazó ni bien bajó del avión, pudo saber LA NACION. Pero más tarde volvió a enfrIar ese anuncio -que tuvo muchísimo eco en la prensa israelí-, volviendo a decir que si bien hay una decisión política, el traslado no iba a poder darse sino que dentro de varios años, insistiendo en las dificultades económicas actuales de la Argentina.
Hay un antecedente para la movida que impulsa Milei: Donald Trump durante su mandato hizo lo mismo, creando gran revuelo en la comunidad internacional y rechazo sobre todo entre los palestinos.
Fue en este marco, en efecto, que poco después del anuncio de Milei a Katz, el grupo terrorista palestino Hamas afirmó que condenaba “enérgicamente” los planes del presidente argentino de trasladar la embajada a Jerusalén.
Dicho traslado sería “una vulneración de los derechos de nuestro pueblo palestino a su tierra, y una violación de las normas del derecho internacional, considerando Jerusalén como tierra palestina ocupada”, afirmó Hamas.
“Hacemos un llamado al presidente argentino para que revierta esta decisión injusta y equivocada, que coloca a la Argentina como socio del ocupante sionista en sus violaciones contra nuestro pueblo palestino y sus derechos nacionales a su tierra y sus lugares sagrados”, señaló el comunicado del grupo terrorista.
Entre las exigentes actividades en agenda -la impactante visita al Muro de los Lamentos, en la que Milei tuvo un baño de multitud y se conmovió hasta las lágrimas y la posterior reunión con el presidente israelí, Isaac Herzog-, en la comitiva ni siquiera se habían enterado de la airada reacción de Hamas al rimbombante anuncio del traslado. Una señal política muy fuerte, disruptiva, contracorriente de la Argentina, sobre todo en este momento considerado de los más crucial, cuando el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, se encuentra de gira por Medio Oriente -y llegará este miércoles a Israel-, para intentar que las partes en pugna, Hamas e Israel, negocien una tregua y haya una desescalada en un conflicto que ha trastocado al mundo y que todos temen que degenere en una peligrosísima guerra regional.
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