Javier Milei es el presidente con más viajes al exterior en seis meses de mandato
El libertario completará en junio ocho giras, superando a Cristina y Néstor Kirchner; no visitó a los países de la región y tuvo pocos encuentros con presidentes, pero sí voló por premios o eventos religiosos
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En las próximas horas, el presidente Javier Milei volverá a hacer las valijas. Su promocionado viaje a Silicon Valley, y su encuentro con el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, serán parte del séptimo viaje internacional en lo que va de su estadía en la Casa Rosada.
El periplo, que iniciará este lunes por la noche, e incluirá un paso confirmado por El Salvador para la asunción de un nuevo mandato de Nayib Bukele, será el inicio de un mes en el que también habrá una larga estadía en Europa, con la reunión del G7 en Italia, y pasos por España, Suiza y Alemania.
Ocho viajes en seis meses –ninguno a vecinos de la región– ponen a Milei al tope del listado de presidentes viajeros desde el retorno de la democracia, en diciembre de 1983. A la cantidad se le suma el objetivo de los viajes, ya que además de su notoria preferencia por los Estados Unidos (cinco de los ocho viajes pasados y futuros) se destaca que varios de ellos tuvieron y tendrán que ver con inquietudes religiosas o la recepción de premios de distintas instituciones, sin encuentro con sus pares.
“Son todos viajes oficiales, los privados se los paga de su bolsillo”, se atajan en la Casa Rosada, aunque en un repaso por los viajes de sus antecesores en el sillón de Rivadavia aparecen motivaciones bastante diferentes.
Luego de un primer viaje oficial, a Venezuela y Colombia, en febrero de 1984 y con encuentros con los presidentes de esos países, Raúl Alfonsín realizó recién en junio su primera visita de Estado como presidente, a España. El dirigente radical, primer mandatario de la democracia recuperada, se entrevistó con el entonces presidente Felipe González y con el Rey Juan Carlos, y además se dio un gusto personal: llegó al pueblo natal de sus abuelos, en Galicia, donde fue recibido por los vecinos en las calles.
Mucho más activo en esa materia que su antecesor, Carlos Menem comenzó su casi interminable serie de viajes por el mundo el 6 de agosto de 1989, un mes después de asumir el poder. Viajó a Bolivia a la asunción de Jaime Paz Zamora como presidente de ese país, en el primero de sus más de 200 viajes en diez años y medio de mandato. En septiembre viajó a la Cumbre de los no Alineados, en Belgrado, y se retiró del grupo, al afirmar: “No queremos ser un tercer mundo a la cola de la justicia y del progreso”, sostuvo. El giro estaba anunciado. Entre el 25 y el 29 de septiembre de 1989, Menem llegó a Washington y se constituyó en el primer presidente peronista que visitó Estados Unidos. Y en octubre, en su cuarto viaje en seis meses, estuvo en Costa Rica y Nicaragua, donde le pidió al comandante Daniel Ortega que aceptara la derrota del sandinismo en las elecciones, a manos de Violeta Chamorro.
Con doce viajes en un año, Menem llevó a cabo otros cuatro viajes en el inicio de su segundo mandato consecutivo. En septiembre de 1995, el ya reelecto presidente viajó a la reunión del Grupo de Río que sesionó en Quito. A fines de ese mismo mes, inició una gira que lo llevó a Emiratos Árabes, Corea del Sur y la República Popular China, donde solicitó el apoyo de ese país para el ingreso a la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico).
La última semana de octubre, Menem viajó a Nueva York para participar en la conmemoración por los 50 años de la creación de las Naciones Unidas, con la ausencia del entonces canciller Domingo Cavallo como dato de color. Menem mantuvo allí una reunión con el premier británico John Major, la primera entrevista de un presidente argentino con un jefe de gobierno británico desde la guerra de Malvinas. En diciembre, terminó el año diplomático con la Cumbre del Mercosur y la Unión Europea en Madrid, el 14 de ese mes.
Llegado al poder en diciembre de 1999, el radical Fernando de la Rúa eligió como primer destino la capital de Suecia, Estocolmo, donde participó del Foro Internacional sobre el Holocausto. A tono con la austeridad proclamada en campaña, viajó en un avión comercial y luego se dirigió a Suiza, para participar del Foro Económico de Davos. Un encuentro de presidentes en Berlín, la Cumbre de Líderes de la Tercera Vía, organizada por el canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schroeder, fue su segunda gran cita internacional, en junio. Días después, De la Rúa llegó a la Casa Blanca, para su encuentro con el presidente Bill Clinton.
Caído De la Rúa, y luego de dramáticos diez días de crisis económica terminal, Eduardo Duhalde se hizo cargo de la Presidencia en las primeras horas de 2002. Su primer –y único– viaje internacional en seis meses fue en marzo, a Monterrey, México, una cumbre sobre financiación para el desarrollo, donde el pedido de ayuda a los organismos internacionales de crédito estuvo en el centro de la agenda.
“Duhalde tenía demasiados problemas acá como para irse de viaje”, cuenta a LA NACION Eduardo Amadeo, portavoz del Presidente e integrante de aquella delegación, de la que deja una anécdota. “Se junta con José María Aznar y el presidente de España lo escucha hablar de la Argentina condenada al éxito, los latiguillos que tenía el entonces presidente para insuflar algo de optimismo en medio de la crisis. Aznar espera unos segundos interminables y le dice: si no se toman en serio la crisis, nadie los va a ayudar. Nos quedamos fríos”, rememora.
El 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner asume la Presidencia e inaugura doce años consecutivos de kirchnerismo en el poder. Dos semanas después, el 11 de junio, llega a Brasil para reunirse con el entonces presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en el inicio de un vínculo que se fortalecería con el correr de los años. Hasta cumplir sus primeros seis meses, y siempre con mirada prioritaria en la región, Néstor Kirchner llegará dos veces a Asunción: en junio, para la cumbre del Mercosur, y en agosto, para la toma de posesión de Nicanor Duarte Frutos como presidente. En julio de 2003, Kirchner llegó a Londres para una cumbre de partidos socialdemócratas y se reunió con inversores en España y Francia, una gira que guarda paralelismos con la más reciente de Milei. Ese mismo mes llegó a la Casa Blanca, donde lo recibió el presidente George Bush (h), y en septiembre volvió para participar de la asamblea de la ONU. En octubre cruzó el río de la Plata para ver a su par uruguayo, Jorge Batlle, en su séptimo viaje en seis meses.
También su sucesora, Cristina Kirchner, da una impronta regional a sus primeras giras. El 18 de diciembre de 2007, días después de asumir su mandato, la entonces presidenta participó de la cumbre del Mercosur, con Michelle Bachelet, Hugo Chávez, Evo Morales, Lula Da Silva y Tabaré Vázquez como interlocutores. En la primera mitad de 2008, Cristina hará seis viajes más: Haití, Dominicana y Venezuela (marzo); Francia (abril); Ecuador (también en abril); Perú, Brasil e Italia. Siete en total, al igual que su marido en los primeros 180 días de gestión.
Los viajes de Cristina en el inicio de su segundo mandato fueron menos: luego de la cumbre del Mercosur (en diciembre de 2011), realizó una visita oficial a Chile en marzo de 2012; a Angola (aquella polémica llegada con empresarios, en mayo de ese año); y a Brasil, Estados Unidos y México, en junio.
Un nuevo giro en la política exterior se dio con la llegada de Mauricio Macri, en diciembre de 2015. Su debut fue en la Cumbre del Mercosur, en Asunción, donde discutió con la enviada del chavismo, Delcy Rodríguez. Lo siguieron una visita a Tabaré Vázquez en Uruguay (a principios de enero de 2016), la Cumbre de Davos (fines de enero), aquella postal con caras largas en el encuentro con el papa Francisco y la reunión con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a fines de marzo. Su paso por Colombia, a mediados de junio, fue posterior a cumplir seis meses de gestión.
“Tan pronto como fue electo Macri se propuso sacar al país del aislamiento y dejar atrás una política exterior sesgada, ideologizada y perjudicial. Por eso se desplegó una estrategia internacional inteligente para llevar a la Argentina al mundo y traer el mundo a la Argentina, lo que permitió al país retomar lazos abandonados y dañados por el kirchnerismo”, afirmó a LA NACION Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos durante aquella gestión.
Antes de que la pandemia de coronavirus, en marzo de 2020, paralizara los vínculos presenciales, el presidente Alberto Fernández viajó a fines de enero a Israel y Europa, en el primer viaje oficial de su presidencia. Además de su paso por Jerusalén, Fernández fue recibido por el papa Francisco en el Vaticano. El virus obligó a cancelar planes por varios meses.
La Cumbre de Davos; Israel y el Vaticano; sus tres pasos por Estados Unidos (Miami, Los Ángeles, Washington) y su reciente viaje a España conformaron los seis destinos de Milei en sus primeros 180 días de gestión, que espera sumar otros dos. Viajes, en su mayoría, que no escaparon a las polémicas.
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