Javier Milei dijo que no dará quorum para eliminar las PASO y sepultó las intenciones del oficialismo
A un mes del cierre del año legislativo, el diputado libertario dijo que no facilitará el debate por la suspensión de las primarias; se suma a las dudas y rechazos dentro del propio bloque oficialista
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Si el proyecto de ley que apaña el oficialismo para derogar las PASO enfrentaba un obstáculo casi insalvable en la falta de tiempo para tratarlo, ahora sumó otra complicación: el diputado Javier Milei dijo que no dará quorum para tratar la iniciativa. “No doy quorum, no soy parte de la discusión de la casta ni soy parte de la runfla ladrona de argentina”, afirmó el economista durante una entrevista con TN.
Si lograra avanzar con un dictamen en las comisiones, oficialismo necesitaría de 129 diputados para reunir el quorum e iniciar la sesión en la Cámara baja, pero también de 129 votos -mayoría agravada- para modificar la ley electoral. Pero el Frente de Todos tiene 118 integrantes en su bloque, de los cuales una decena, más próximos al presidente Alberto Fernández y los movimientos sociales, desean conservar la herramienta de las PASO para dar la pelea electoral.
En esa calculadora es que el peronismo necesitaba no solo de sus habituales aliados en Diputados para llegar a las 129 voluntades, sino también de los libertarios de Milei: el economista se mueve en tándem con su compañera de bloque, Victoria Villarruel, y Carolina Píparo, que llegó a la banca de la mano de José Luis Espert, quien rechaza la derogación de las primarias.
“Hay que aclarar que las PASO son un invento nefasto del kirchnerismo y que tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta las quisieron eliminar. Para mí es una discusión de casta y yo juego con las reglas que haya”, dijo Milei, para tomar distancia tanto del oficialismo como de Juntos por el Cambio.
“Este proyecto necesita de una mayoría calificada, 129 votos, y yo no los voy a dar quorum. El kirchnerismo no tiene los votos y yo no les voy a dar quorum”, insistió. “Es una discusión de casta, que se maten entre ellos”, embistió, aunque evitó afirmar si está de acuerdo o no con las PASO. En su fuerza preferirían eliminarlas.
“El problema es que ellos quieren utilizar una herramienta para torcer la voluntad de la gente. Y eso lo intentó Cambiemos cuando estaba en el poder, porque Macri, Larrera, Bullrich y Vidal querían eliminar las PASO para exterminar al kirchnerismo. Y ahora el kirchnerismo les quiere devolver la moneda”, continuó. “Fijate lo repugnantes que son y el asco que dan”, le dijo al entrevistador Diego Sehinkman.
Así, con casi toda la oposición en contra, el oficialismo enfrenta un escenario en extremo adverso para modificar las reglas de juego en vísperas del año electoral. Para avanzar después del cierre de las sesiones ordinarias necesitaría, además, que Alberto Fernández convoque a sesiones extraordinarias e incluya el debate por las PASO en el temario, una facultad que cuenta el primer mandatario para habilitar el funcionamiento de ambas cámaras durante el receso.
Si se considera que Fernández ya se expresó contrario a derogar las primarias, resultaría muy extraño (salvo que llegue a un acuerdo político con sus socios en la coalición) que incluya el proyecto presentado por el diputado Luis Di Giacomo en un temario de sesiones extraordinarias, si es que las convoca.
De imperar esta lógica, la iniciativa del rionegrino –que integra un bloque de aliados fieles al Gobierno– solo podría tratarse después del 1° de marzo del año próximo, cuando se inician las sesiones ordinarias del Congreso y los legisladores retoman el manejo de la agenda parlamentaria. Otra vez los tiempos se volverían tiranos: con un oficialismo en minoría –y dividido–, difícilmente el Frente de Todos logre la mayoría agravada que se requiere en ambas cámaras para modificar las reglas electorales. Más aún a escasos meses de las elecciones.
Hasta ahora suman ocho los diputados del Frente de Todos que se expresaron renuentes a derogar las primarias: Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, de la Corriente Clasista y Combativa; Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita; Natalia Souto, de Barrios de Pie y los diputados Leandro Santoro, Eduardo Valdés y Marcelo Casaretto, con distintos grados de proximidad al presidente Fernández. Todos estos sectores necesitan preservar la herramienta de las primarias, que les garantiza la competencia interna para dirimir las candidaturas dentro del Frente de Todos; de lo contrario, éstas quedarán al arbitrio de la lapicera Cristina Kirchner y de los gobernadores del PJ.
Misión imposible
Si estos ocho legisladores oficialistas no cambian de opinión, derogar las primarias será una misión imposible en el Congreso, aun cuando sume como aliados a quienes podrían votar a favor: los cordobeses que responden a Juan Schiaretti; los bloques de izquierda y los diputados que integran el interbloque Provincias Unidas, promotores del proyecto. Entre todos, y mucho menos sin los libertarios, no alcanzan los 129 votos necesarios para darle media sanción al proyecto.
El resto de la oposición anticipó su rechazo al proyecto con el argumento de que no corresponde alterar las reglas electorales a tan pocos meses de una elección. Di Giacomo, en la otra vereda, sostiene lo siguiente:
- Enfatiza que las PASO no sirven a su finalidad cuando los partidos políticos se presentan con “lista única” y advierte que interfieren en la vida interna en los partidos por la participación de los no afiliados.
- Advierte que atentan contra la gobernabilidad e incluso son inconstitucionales, ya que al extenderse el plazo del período electoral (y de la campaña electoral) “licúa el poder del Gobierno hasta el traspaso del mando”.
- Insiste en que estas elecciones incrementan “innecesariamente” el gasto electoral. Según el presupuesto 2023, las PASO demandarían $22.500 millones.
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